Capítulo 1

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Odio esto, tengo que mudarme cada vez que a mi padre lo cambian de trabajo, mi fuerte nunca fue hacer amigos y cuando al fin tengo a alguien, mi padre también tiene un nuevo trabajo al otro lado de la ciudad...

Soy Kelly, tengo un largo cabello negro, piel blanca y ojos azul rey, soy más o menos alta para tener 17 años. Estoy segura de que a pesar de ser la hermana mayor, yo siempre soy la más tierna e infantil.

Amo a mi hermana Tracey, tiene 13 años, cabello corto castaño oscuro, ojos negros, piel blanca y tiene una enorme sonrisa sin importar la situación.
Siempre la molesto diciéndole que es todo una chaparrita porque a diferencia de mí, ella es baja en cuanto a estatura, no importa, la quiero de todas formas.

-Niñas hora de irnos-dijo mi madre.

Ella es una mujer sumamente fuerte llamada Ana, de ella había heredado su pelo negro y sus ojos de color, sólo que los de ella son verdes.

Es delgada, y su piel es clara.

-Voy mamá,aún me faltan cosas por llevarme,no hemos vivido aquí mucho tiempo pero mi cuarto siempre es un desastre y está lleno de cosas importantes que no empaqué...-respondí.

-Pues tendrás que dejar cosas porque ya nos vamos Kelley-comentó mi madre.

Sí, Kelley era mi nombre, en realidad soy Kelley Emily Estrudwick pero, ¡Yo amo Kelly!

-Mamá tú sabes que me llamo Kelly.-reclamé.

-Pues, Kelley ve a tu habitación, ¡Nos estamos mudando y tú no has empezado a guardar cosas!-dijo mi madre.

-¡Kelly!-respondí.

-¡Házlo ya!-exigió

-Como tú digas CRUELLA...-susurré

-¡¿Cómo me llamaste!?-gritó furiosa.

Ups,me escuchó...

Me marché a mi cuarto, por más que no quisiera tenía que empacar y guardar algunas cosas para hoy.

Tenía miles de cosas, ropa vieja, basura, cosas inservibles, premios de ballet etc.

Terminé a las 8:32 de la noche.
Tomé una bolsa de frituras, planeaba comerlas con Tracey en el camino a la nueva casa.

Subimos las cajas y maletas al auto y ya podíamos irnos.

Tracey subió a Jake, su gato negro al auto.

-Muy bien, nos iremos en cuanto Kelly baje toda su basura.-dijo mi madre.

-¡Basura!,yo no traigo nada que no sea necesario, son cosas importantes.-respondí defendiéndome.

-Ropa vieja, premios, posters de Justino Bieber etc.-exclamó mi madre.

-Mamá, es Justin Bieber, y esos posters son increíbles.-comenté con una gran sonrisa.

-Kelly, puedes llevar los posters y demás pero dejen de pelear ahora.-dijo mi padre arrancándo el auto para irnos.

-Pero Richard, eso no sirve y ocupa espacio en su nueva habitación.-reclamó mi madre.

-Son lindos, son decorativos mamá.-comenté.

-¿Prodrían dejar de discutir por lo menos en lo que llegamos a la casa?-preguntó mi padre.

-Lo pensaré...-dijo mi madre.

No logramos ponernos de acuerdo con los posters y todo el camino discutimos sobre ellos.

Llegamos después de 2 horas, pensé en que si obtenía mi licencia de conducir, yo misma podría venir para visitar a mis amigos.

La casa era linda por el exterior y el precio es sumamente bajo, tal vez había algo que el vendedor nos ocultaba...

Mis padres se quedaron viendo televisión, Tracey estaba dormida, la desperté y la llevé cargada hasta su cuarto.

-Tracey, si que estás pesada.-comenté.

-Entonces no me cargues boba.-dijo adormilada.

-Si no lo hiciera tendrías que dormir en el auto, estoy segura de que eres demasiado floja como para subir escaleras...-dije antes de ser interrumpida por ella.

-Ok, tal vez sea un poco floja ¡pero vamos!, tú despiertas a las 11:30 de la mañana.-me regañó.

-Y tú, duermes en cualquier sitio.-le respondí.

-De acuerdo tú ganas...-dijo Tracey recostándose en su cama.

Su cuarto era bonito al igual que el mío.
Entré a mi habitación y sentí un frió muy extraño, pensé que era sólo una ventana  abierta.

Saqué mi ¡phone y revisé WattsApp, tenía varios mensajes pero el primero y más importante era el de Nancy, mi mejor amiga:

-"Amiga, que lástima que te hayas mudado pero claro que voy a visitarte. ¿Dónde vives?-preguntó.

-Lo sé, que mal mudarse, y adoraré tus visitas, vivo en la vieja casa que nadie compraba, cerca de donde viven tus abuelos.-

-Te refieres a la casa de...
¿Los Hamilton?-preguntó.

-Sí,esa misma-respondí

¡¡Sal de ahí ahora mismo!!-escribió Nancy.

-¿Por qué?-pregunté.

-¡¡Porque ahí vive...-.

Antes de que Nancy finalizara de escribir mi teléfono se bloqueó inexplicablemente.
Intenté encenderlo y no funcionó, tal vez lo que iba a decirme era importante entonces tomé mi tablet y mi cuenta de Facebook se había borrado.

-¡Qué rayos?-susurré.

-¿Qué pasa hermanita?-preguntó Tracey entrando a mi habitación.

-Nada, oye ¿Tienes Facebook?-le pregunté.

-Claro.-respondió.

-Necesito tu teléfono.-dije

-Pues, lo olvidé en la otra casa.-dijo triste.

-Tú eres la persona más despistada del mundo.- dije burlándome.

-Sí...-respondió.

-¿Qué haces despierta?-pregunté.

-Mi cuarto me dio miedo.-comentó subiéndose a mi cama.

-¿Qué fue lo que te asustó?-pregunté.

-Estoy segura de que vi una sombra demasiado extraña, parecía tener ojos, pero me tallé la cara y se esfumó...-explicó.

No quería asustarla aún más con lo que me había intentado decir Nancy y con ese frío raro de mi cuarto que en este momento ya no se sentía.

-Creo que estás cansada, deberías dormir.-hablé para tranquilizarla.

-Bueno, iré a mi cuarto, pero si vuelvo a ver esa sombra dormiré contigo.-dijo marchándose.

Pensé un poco en lo de Nancy pero, no creo que sea importante, puede ser que sólo este jugándome una broma.

Me acosté y me preparé para dormir.


Desperté, ayer tenía tanto sueño que no recorrí la casa, bajé las escaleras de madera que por cierto hacían mucho ruido al pisarlas.

-Vaya casa vieja que mi padre consiguió...- exclamé.

Examiné el baño, cocina, sala y demás, luego me aburrí, por lo que salí al patio.

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