¡Ayúdenme!

Capítulo 4

Después de un rato conseguí dormir.
Era una noche intranquila para mí pero después me convencí de que todo estaba bien.
Justo a las 3:00 de la mañana desperté, sentí como algo se subía a mi cama, al principio no le di mucha importancia porque creí que era un sueño, pero enseguida de sentir un par de manos sujetándo mis hombros abrí los ojos y lo vi...

Parecía ser una especie de mitad hombre mitad cabra, ¿Esto es real?

Yo estaba presa del pánico, sus ojos rojos me miraban atentamente y sus cuernos eran inconfunfibles, por lo que las películas de terror me han enseñado esta cosa es... ¡El diablo en persona!

-¡Ma...má!-susurré

Las palabras salían de mi boca pero no podía hablar fuerte ni gritar, sentía como la fuerza de ese macho cabrio me lo impedía.

El se reía macabramente, luego levantó una de sus afiladas garras y me la clavó desde la frente hasta la mejilla.

-¡Aaah!-grité de dolor.

El seguía riendo, la herida era profunda y la sangre brotaba sin parar.

-¡Hija!-era mi padre, había llegado de la fábrica en que trabaja y me escuchó gritar, segundos después él abrió la puerta.

Ese mounstro desapareció y me quedé en shock.

No me movía, ni hablaba, mi padre me preguntaba que era lo que había pasado e intentaba curar mi herida.

-¿Qué paso?-dijo mi padre.

-El...-dije

-¿El qué?-respondió.

-¡El diablo!-grité.

-Eso es completamente falso-dijo mi padre limpiando la poca sangre que quedaba en mi rostro.

-¡Papá es cierto!-confesé.

-No digas mentiras Kelly, sabes que eso no existe, bueno ya terminé de curarte si necesitas algo pídemelo.-dijo mi padre saliendo de mi cuarto.

Ok, no tiene caso seguir intentando convencer a mis padres de esto, ellos nunca van a escucharme...

Mi padre me puso una venda en la zona afectada y con eso ya me sentía un poco mejor, pero aún la imagen de esa especie de chivo no sale de mi cabeza, estoy segura de que vendrá muy pronto.

El resto de la noche escuché ruidos extraños, parecían murmullos, juro que había algo debajo de mi cama, quería simplemente largarme de esta casa pero sabía que podía encontrarme con la niña... todo el tiempo permanecí alerta por lo tanto no dormí nada y al día siguiente mis ojeras eran increíbles, parecía un zombie...

Me quedé sentada en la silla de mi tocador, miré mi rostro una vez más en ese enorme espejo y pensé en todo lo de anoche.

Estoy más que segura que todo había sido real, todo, no tengo idea de que hacer, nadie va a creerme y sinceramente no quiero que me tachen como la loca del vecindario...

~~~~~~

Pasé todo el día en el jardín escuchando música pop, y cada vez que todo parecía estar bien, los recuerdos de aquél ser extraño cortando mi cara volvían...

Hoy era el primer día de clases de mi hermana, pero...

Mi madre estaba en la escuela
de Tracey, al parecer ella se había peleado con otra niña porque no quería jugar con ella.
Ella jamás reaccionaba agresivamente ante las malas situaciones, además ¡Esa no era una mala situación! ¡¿Quién se pelea por algo tan insignificante?!

Al parecer mi hermana...

Pero, ¿Qué podía hacer?

Ya eran las 8:00 de la noche, mi madre y Tracey no regresaban, las llamé incontables veces pero no  contestaban, pensé en que fueron a cenar y apagaron sus teléfonos o se quedaron sin crédito.
Tal vez no era necesario preocuparse, decidí ir a la cama porque moría de sueño.
Aunque no quisiera debía dormir ,tenía mucho miedo de entrar a mi cuarto, sabía lo que pasaría a mitad de la noche, pero no puedo dormir en la calle. Aunque no sería mala idea...

Me dirigí a la cocina y agarré un cuchillo para intentar defenderme en la madrugada.

De pronto, llegó mi madre con mi hermana, mi padre estaba trabajando.

Yo regresé el cuchillo a su lugar, fui con ellas, Me debían una creíble explicación.

-¿Dónde estaban?-pregunté cruzada de brazos.

-Oh lo siento mucho cariño, la tonta de Tracey se puso a discutir con la maestra y los papás de Josseline (la niña con que peleó) además le volvió a pegar a la niña cuando esta le pidió que fueran amigas ¡¿Puedes creerlo?!,se me caía la cara de vergüenza con sus padres.-respondió mirando fulminantemente a Tracey.

-¡Esa cosa se merecía una buena lección!-gritó Tracey.

-¡Cállate niña!, ¡Si no te has dado cuenta te expulsaron de la escuela! ¿Qué piensas hacer ahora?- la regañó mi madre.

-¡Mejor pórtate bien si no quieres que te mate! Fenómemo.-dijo mi hermana, pero ¿Qué? ¡Usó la voz del demonio que me atacó!

Mi mamá estaba totalmente atónita al igual que yo...

-¡¿Es...escuchaste la voz de Tracey!?-tartamudeó mi madre.

-Sí...-dije apartando a mi madre de Tracey.

Después de un rato mi hermana se fue a su cuarto sin decir nada.

-Mamá tengo miedo de esta casa, algo la habita aparte de nosotros.-dije más que asustada.

-No digas mentiras hija, ya tengo suficientes problemas con Tracey, tengo que buscarle una nueva escuela porque sino va a perder el año.-comentó mi madre,el miedo de seguir viviendo aquí se notaba en sus ojos...

-¿Mamá estás bien?-pregunté.

-Amm, eh,... sí.-respondió con una gran sonrisa falsa. Ella,  seguía perturbada por aquella voz.

Sigilosamente fui por el cuchillo a la cocina y subí a mi cuarto, me dio  terror tan sólo ver la habitación de Tracey, no sabía que era lo que le pasaba...

Abrí la puerta de mi cuarto, y un escalofrío recorrió mi cuerpo, intenté olvidarme de eso
me tiré a la cama y encedí mi computadora, pensé que eso me ayudaría a perder el miedo.

-Linda, iré a comprar unas cosas que olvidé traer del mercado, llevaré a Tracey.-dijo mi madre através de la puerta.

Genial, SOLA en este infierno...

-...ok mamá.-respondí.

Me quedé dormida,sin quererlo..