Capítulo 16: Desnudo

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Cuando Jaehyun se arrastró fuera de la cama y bajó las escaleras, ya era bastante tarde por la mañana, pero no se sentía particularmente descansado.

Taeyong no estaba a la vista. Miyeon estaba en la cocina, tomando el desayuno. Cuando lo vio, una emoción cruzó su rostro, tal vez resentimiento o frustración, o incluso algo parecido a la desesperación.

—Buenos días —dijo ella con neutralidad.

—Buenos días —respondió Jaehyun, del mismo modo neutral.

El silencio cayó sobre la habitación mientras se miraban uno al otro, y pasó un tiempo antes de que se rompiera.

—Toma asiento, —Miyeon dijo con una sonrisa forzada—. Tae se fue hace un par de horas por alguna sesión de fotos.

Jaehyun se sentó y aceptó una taza de café de ella.

Bebió el café en silencio y trató de ordenar sus pensamientos.

Sus ojos se encontraron por un breve momento. Ambos desviaron sus miradas con rapidez.

—¿Está el bebé durmiendo? —Jaehyun preguntó finalmente, sólo para decir algo. Cualquier cosa.

—Sí —respondió Miyeon.

—Él parece ser un pequeño saludable.

—Sí, —dijo Miyeon—. Es muy parecido a su padre. Se parece mucho a Taeyong, ¿no es así?

Jaehyun pegó una sonrisa a su cara. —Sí, lo hace.

Otro largo silencio, que pareció una eternidad, siguió.

De repente, Miyeon dejó la taza sobre la mesa y se puso de pie. —Muy bien, no puedo hacerlo. —Ella lo miró—. ¿Sabes qué? Realmente intenté ser amable y comprensiva, pero incluso yo tengo mis límites. Y cuando el padre de mi hijo se pasa toda la noche contigo, ¡No puedo no decir nada y pretender que todo está bien! —Ella negó con la cabeza—. ¿No tienes vergüenza? Pensaba que no eras así. ¡Él tiene una familia, por el amor de Dios!

—No estoy tratando de hacer que ustedes dos se separen, —Jaehyun dijo con voz cortante—. Si lo quisiera, lo habría hecho años atrás.

Una sonrisa amarga curvó sus labios. —Oh sí. ¿Se supone que debo estar agradecida de que me permitieras ser su novia? Es agradable por fin verte revelar tu verdadera cara. Sabes muy bien cuán totalmente dependiente es él de ti, ¿no? Tae podrá estar emocionalmente atrofiado y ser incapaz de notar lo enfermizos que son sus sentimientos por ti, pero tú lo sabes. No es amor. —Ella lo miró a los ojos—. Admítelo: en el fondo, tú sabes que él no te ama. Tú sabes que lo que siente por ti es sólo una retorcida dependencia enfermiza y un equivocado sentido de gratitud.

Jaehyun apretó la mandíbula, tratando de no dejar que sus palabras le afectaran. Taeyong lo amaba. Lo hacía. Quizás no de esa forma, pero lo hacía.

Y sin embargo, un pequeño rastrojo de duda se arrastró en él.

Como si lo percibiera, ella siguió adelante. —Tú lo sabes. Puedo verlo en tus ojos. Sabes que nunca podría amarte del modo en que me ama. Nunca serías suficiente para él. Entonces, ¿cuál es el punto? ¡Deja de arruinar nuestra relación! Él tenía dieciséis años cuando ustedes se conocieron. Era un impresionable, vulnerable, chico paralizado y tú te aprovechaste de él, tú debes haber alentado su rara fijación contigo. Y ahora él quiere hacerte feliz. —Ella se echó a reír—. ¿No ves que lo estás coaccionando para hacer algo que él no quiere? Me enfermas. No tengo nada contra la gente gay, pero ¿por qué no puedes permanecer lejos del resto de nosotros y limitarte a los de tu tipo? No hay nada más patético que un hombre gay suspirando por un hombre heterosexual y en pareja. Tú eres... —Miyeon se detuvo a mitad de la frase y palideció.

Unhealthy | JaeyongDonde viven las historias. Descúbrelo ahora