8. Verdades retorcidas.

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Pov Freen.

Heng le hizo mala cara a Naom antes de irse.

—¿Nos vamos? —preguntó ignorando por completo mi presencia.

—¿Qué haces éste aquí? —le pregunté a Becky después de cerrarle la puerta en la cara a Naom.

—Naom lleva días pidiendo hablar conmigo, así que iremos a comer —contestó queriendo pasar por mí.

—Yo también llevo días pidiendo hablar contigo —recordé.

—Querida, tú y yo podemos hablar cuando quieras, el problema es que no te creo —contestó sarcásticamente haciéndome enojar.

¿Por molestarme saldra con él? Ella sabe lo que pienso y siento con respecto a él.

—Te digo que no vas a salir con él —aclaré poniéndome frente a ella sin miedo a su rechazo, si así quiere que sean las cosas, esta bien, ya me canse de rogar por su perdón.

—¿Y por que no? —preguntó molesta queriendo evadirme.

—Por que eres mi esposa, tu lugar es donde yo esté, junto a mí —dije después de tomarla por los brazos impidiendo que pasara.

—Ah si claro, ahora me ves como una propiedad, como a todo, ¿no? —exaltó la voz quitándose fuertemente de mi agarre.

—No quise decir eso.

—¿Entonces que quisiste decir?

—No me crees nada, entonces no te explicare nada, pero no iras con él a ningún lado —ordené perdiendo la compostura.

—¿Como lo impediras? ¿Me vas a encerrar aquí?

—Pues si es necesario.

Ella me vio como si yo fuera un monstruo.

Se fue nuevamente arriba, dejándome con un horrible nudo en la garganta.

Me derrumbe nuevamente en llanto de frustración, ella no podía hacerme esto por siempre, debíamos aclarar esta situación, ella cree que Nam es mi amante, y a mí me matan los celos cuando Naom se le acerca.

Subí al cuarto rápidamente aún sin calmar por completo mis pensamientos.

Entre al cuarto sin tocar para verla sentada en la orilla de la cama muy enojada.

—Lárgate —Ordenó a lo que solo negué antes de cerrar la puerta dejándonos juntas dentro.

—Aunque no me creas, quiero hablar, contigo y no con una maldita pared.

—No me importa lo que sea que quieras decirme.

—Lo sé, pero a mí si, lo lamento mi amor, pero hoy me vas a escuchar te guste o no —dije sarcásticamente.

—Dime lo que quieras y luego lárgate.

—Nam no es mi amante, no se de donde sacaste esa estupidez.

—¿A no? ¿Crees que no te vi entrar a su casa ese día? El día en que dijiste que tenias que ver "a la contadora" —dijo haciendo comillas en el aire con las manos.

—No paso nada entre nosotras —aclaré tratando de calmar mi enojo.

—Eso no fue lo que dijo ella —respondió con una sonrisa sarcástica e hiriente.

¿Nam fue capaz de decirle algo así?

—¿Qué te dijo? —pregunté apretando los puños.

Ella se levantó para caminar hacia mí quedando de frente para despues pasar sus manos por mi rostro deteniéndose en mis labios.

Amor Y Negocios Con Algo De Drama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora