11. Pequeño corazon.

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Pov Freen.

Becky parecía empezar a tener más confianza en mí, nos estábamos recuperando poco a poco, aveces aún me costaba hablar con Naom, lo odio, pero debo ser profesional al hablar con él.

Cuando me pregunta por Becky quiero golpearlo.

Esta noche debíamos ir a cenar con los socios y por supuesto Becky debía ir conmigo.

Ella estaba arreglandose en la habitación mientras yo esperaba en la sala, tampoco me ha hecho caso sobre contratar a una sirvienta, realmente nos sería útil aunque no fuera Nam, tampoco la he visto últimamente, quizás este pasando más tiempo en la universidad.

Entre a la cocina y empecé a limpiar, no soy buena esperando, nunca he sido precisamente paciente.

Me dio tiempo hasta para lavar los platos.

Termine viendo una botella de vino, me sedujo.

Una copa no hará nada.

Me serví una copa que me hizo aliviar mi garganta y mis nervios.

Escuche a Becky bajar las escaleras y de inmediato deje la botella en su lugar antes de salir de la cocina.

—Freen, ¿que estabas haciendo? —preguntó.

—Nada, lavaba los platos —dije tratando de sonar normal, se veía hermosa.

—Eres una belleza —alague mientras me acercaba para dejar un beso en sus labios.

Me daban ganas de arrancarle ese vestido y quedarnos en casa y hacerlo toda la noche, una vez tras otra, sin descanso para tomar agua.

—Cálmate, se por tu cara lo que estás pensando —dijo mientras empujaba mi frente con su pequeño dedo.

—Tengo que controlar mis expresiones.

Tome su mano y ambas salimos camino al auto, pusimos música tranquila hasta llegar al restaurante.

Este no era precisamente el ambiente que me gusta, yo soy más de fiestas que si son fiestas y no solo escuchar música de violín mientras hablo de política, me encanta bailar y beber, y más si hay buena música.

Vimos nuestra mesa, y ahí estaba Naom viendo como un estúpido a mi esposa, los demás solo se veían orgullosos nuestro matrimonio.

—Hola Becky, luces hermosa —dijo viendola de pies a cabeza, cosa que me molesto demasiado en menos de un minuto.

—Gracias Naom, hola a todos —saludó ella a todos por que yo estaba muy ocupada tratando de matar a Naom con la mirada.

—Hola —respondieron todos al saludo.

—Siéntate aquí Becky —pidió Naom sacando una silla vacía junto a él.

Becky me vio.

—Lo siento Naom, mi esposa siempre se sienta a mi lado —dije con una sonrisa sarcástica mientras elegía las sillas más alejas de su vista, ya ni siquiera alcanzaba a ver su cara.

Le saque la silla a Becky y nos sentamos todos a cenar mientras hablábamos de nuestros negocios.

Entre platicas y platicas fui olvidando que Naom estaba ahí.

—Amor, quiero ir al baño —dijo Becky.

—Por supuesto, vamos —quise levantarme pero ella negó con una sonrisa.

—Estas hablando con los señores, solo dime en donde esta —Ordenó.

—De acuerdo, ve a donde esta esa pintura, hay un corredor ahí —indiqué a una pintura de varios pájaros —, la segunda puerta es el baño de mujeres, aquí te espero.

Amor Y Negocios Con Algo De Drama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora