Amor Y Negocios Con Algo De Drama

28. Lo mejor.

Pov Freen.

Llegué frente a la casa de Becky, el que pensé que sería nuestro hogar.

Al entrar noté un almuerzo bien servido y adornos en toda la casa.

—¿Hola? —saludé al vacío cuando no vi a nadie.

Escuché unos pasos aproximarse.

Becky bajo las escaleras rápidamente, le hice señas para que fuera más lento y ella sonrió antes de obedecer.

—Buenos días mi amor —saludó dejando un beso en mi mejilla.

Sonreí suavemente.

—Buenos días —devolví.

Nos sentamos en la mesa y ninguna podía decir un palabra.

¿Que había por decir?

Me daba miedo esta conversación y las decisiones que se tomarían después de la misma.

¿Que pasara luego de que yo la escuche?

¿Podré confiar en su palabra?

A pesar de todo lo que se, no puedo verla igual, me es muy difícil verla como la mujer que era.

¿Aún la amo?

Sí, claro que sí, pero es distinto, ella me dio un fuerte golpe, no sabía que más hacer.

¿Hay más que hacer?

—Freen yo se que lo arruine —dijo con los ojos llorosos —, pero no quiero perderte...

Su llanto se hizo presente.

No sabía si debía consolarla, no es mi obligación hacerlo, pero no me gusta verla llorar.

Menos sabiendo que eso le hace daño a nuestro hijo.

Pero no puedo evitar pensar que esto no estaría pasando si ella hubiera sido sincera conmigo.

¿Tuve la culpa en algún punto?

Quizás, tal vez ella no confió en mí al ver mis actitudes y acciones anteriores.

Pero eso no es excusa para nada.

Era mi decisión, si quería o no ayudar a Naom.

Yo también tenia derecho a opinar sobre lo que es de ambas.

¿Lo habría entendido?

Tal vez me enojaría mucho, pero lo habría entendido, habría escuchado su versión y no solo descubrirlo por mi cuenta.

No se que hacer ahora.

Pov Becky.

Lo arruine, lo arruine todo, soy una estúpida, debí confiar en ella, debí pensar en mi bebé, en nuestra familia.

—Escucha Becky —dijo con la voz temblorosa, podía ver su miedo y nerviosismo.

La lastimé demasiado.

Su mirada lucia perdida, sin saber que decir o hacer.

Y yo solo podía llorar por que entendería si ella me decía que no quería volver a verme a mí.

Lo entenderé, por que lo merezco.

—Lo mejor sera que nos separemos...

Ahí está.

El nudo en mi garganta fue más grande y mis lágrimas salían con mayor dolor.

Pero lo entiendo, se que cometí un error, uno demasiado estúpido.