24. Lejos de casa.

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Pov Freen.

—Deben cuidarse mucho desde ahora, hagan lo posible para que no te alteres Becky, ¿entendido?

—Por supuesto, me portare bien para que ella no se preocupe por nada —Aseguré.

Fue el mejor día de mi vida, había visto a mi bebé y escuche su corazón.

Íbamos saliendo del consultorio con la mejor sensación del mundo.

Fuimos a casa directamente.

—¡Tendré un hijo! —grité emocionada al ver a Noey, salté sobre ella como un koala.

—Sí ya se —contestó dándome una palmada.

—¡Hay que ordenar la mejor comida del país y celebrar con jugo! —pedí.

Becky me veía sonriendo mientras mi emoción era incontenible.

Me acerqué a ella nuevamente y le di un buen beso.

—Te amo, te amo, te amo, te amo —dije apenas me solté de sus labios.

Bajé hasta la altura de mi bebé y deje varios besos sobre la pancita de Becky.

—¡Ya quiero ver tu carita! —dije abrazando con cuidado de no lastimarla —, mis dos amores.

¿Se puede amar tanto a alguien que no conoces?

Solo se que es increíblemente hermoso saber que ahí esta mi niño o niña, que me escucha, que me hará la persona más feliz sobre la tierra.

—Ya terminamos señora —anunció un hombre gordo bajando de las escaleras.

Por fin hicieron algo bien.

—Vamos a ver —dije emocionada tomando la mano de Becky para subir a la habitación del bebé.

La primera vez la adecuaron en la habitación que no era y tuvieron que retrasarlo, fue tan estresante.

La misma chica rubia estaba en la casa por segunda vez supervisando, lo cual es estúpido, ya cometió un error, hubiera sido mejor que viniera otra.

Aparte siempre siento que me mira raro y no me gusta.

—¡Mira cariño! —dije al entrar a la habitación.

Todo era tan hermoso y tierno.

Lleno de juguetes y pinturas para que mi bebé siempre se sintiera tranquilo.

Los dibujos de cigüeñas y peces eran hermosos.

—¿Estás contenta o tendré que venir otra vez? —preguntó en tono sarcástico la chica rubia.

¿Que le pasa? Fue su culpa tener que repetir el trabajo, le aclare que debía ser en el segundo piso frente a la habitación principal.

—No, ahora si hiciste bien tu trabajo —respondí en el mismo tono.

Ella me dio una sonrisa falsa.

—¿Te gusta como quedó mi amor? —pregunté a Becky quien veía todo con lagrimillas en los ojos.

—Me encanta —admitió.

La abrace y bese frente a los trabajadores que solo sonreían.

Estaba feliz.

Plenamente feliz.

—Bien, firmen el formulario —dijo la chica extendiendo sus papeles.

Los firmé sin decir nada más y ellos se fueron.

—Está hermosa —dijo viendo las paredes pintadas de lindos dibujos.

Claro que es hermosa.

—Lo es —admití viendola a ella.

Amor Y Negocios Con Algo De Drama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora