12. Una oportunidad.

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Pov Freen.

Esperamos unos minutos hasta que nos dejaron salir, le di a Noey mi número y ella me dio el suyo.

Caminé a casa, quería tomarme la gran parte del tiempo posible antes de llegar, por que sabía lo que haría al llegar.

Ella no se merece estar con alguien a quien no ama, no merece mentirme diciéndome que me ama, no merece sentir que la obligó a estar cerca de mí y yo tampoco merezco las sobras de amor de nadie, no merezco ser una opción, no merezco competir por un te amo.

No se que pasara o la decisión que tomara, pero ahora depende de ella, si decide su felicidad, nunca la volveré a molestar, pero si me elige a mí, no me voy a permitir recibir una miseria de amor, tengo derecho a ser feliz, pero ella también, y se lo daré en bandeja de plata, lo que ella decida cambiará nuestras vidas.

Pero si se va, yo podría estar muriendo todos los días en los que no la tenga a mi lado, cada mañana no tendría sentido sin sentir su calor, cada paso que de será en automático, sin sentido, y aunque lo sé bien, le daré la oportunidad de destrozar mi vida o destrozar la suya.

Suena egoísta, pero es lo más que puedo hacer, por ella estoy dispuesta a ser pedazos mi vida, solo eso, ella debe elegir, yo tuve la difícil tarea de formar estas opciones por ambas, donde solo una pierde, ella o yo, solo espero que ella elija poniéndose a ella primero.

Llegue frente a mi casa y trate de entrar por más de diez minutos, sentía mis pies como plomo casi imposible moverlos, los escalofríos no me dejaban y mi respiración me fallaba, pero tome valor, abrí la puerta y al entrar la vi sentada en la sala.

¿Seré capaz de dejarla ir?

¿De verdad podré vivir sin ella?

¿Dónde quedará mi fuerza para despertar?

¿Podré vivir sin saber si ella me piensa?

¿Como seré capaz de respirar si ella cruza la salida?

¿Cuanto tiempo me tomará dormir sin ella?

¿Podré siquiera tener la fuerza para hablar?

Caminé hasta quedar frente ella, me senté en la pequeña mesa de cristal, tome una de sus manos.

Ella la quito haciendo que todo en mí cabeza se derrumbara.

Solo quiero tocarte un poco, para tener conmigo siempre el recuerdo de tu piel.

Mi boca se abrió queriendo formar las palabras que por toda la mañana me plantee decir.

—Tienes una oportunidad —dije con la voz temblorosa.

Ella levantó la vista sin entender mis palabras.

—¿Qué oportunidad? —preguntó.

—Puedes tomar tus cosas e irte, a donde quieras, no cancelare tus tarjetas, tampoco te buscaré ni te llamare, puedes tomar todo lo que quieras de esta casa, e irte.

Mientras hablaba deje de sentir mi cuerpo, solo había un frío que ahogaba toda mi cabeza.

—¡¿De que estas hablando por Dios?!

Ella se levantó creyendo que mis palabras eran absurdas.

La detuve antes de que pudiera alejarse.

—No, no me iré a ningún lado, no digas esas tonterías, ni siquiera me has dejado explicarte como pasaron las cosas.

—No necesito que expliques nada, solo quiero que tomes una decisión, si te vas, que sea para siempre y si te quedas, todo será a mi manera.

—¿No dijiste que confiabas en mí? ¡¿en dónde esta esa confianza?!

Amor Y Negocios Con Algo De Drama Donde viven las historias. Descúbrelo ahora