Bunny Chankimha pasó el día escolar muy emocionada pensando que la tarde su daddy la buscaría para pasar el fin de semana con ella. No había visto a su daddy en varios días ya que estaba de gira por la serie donde participó recientemente.
Maestra, Bunny me está desconcentrando. No deja de cantar. Una de sus compañeras de la escuela confesó molesta.
Bunny..., dijo la maestra Becky regañandola. Camino hacia su escritorio y se inclinó para estar a su altura. Varios de tus compañeritos me han dado quejas de ti durante el día.
Bunny bajó la cabeza apenada. Lo siento, maestra Becky. Es solo que estoy un poco emocionada por ver a mi daddy hoy.
¿Hoy si viene tu daddy a buscarte? Bunny asintió feliz. No va a pasar como las otras veces?
No, mi mami me lo prometió por la garrita que hoy daddy si va a venir y pasaré todo el fin de semana en su casa. Por eso estoy tan emocionada. Becky acarició el cabello de la pequeña.
Ahora entiendo porqué estás tan inquieta, pero trata de concentrarte en el ejercicio de matemáticas que está en el pizarrón ok? ¿O quieres que cuando venga tu daddy le diga que te portaste mal hoy? Bunny negó rápidamente con la cabeza.
Le prometo que me voy a portar bien. Es que ya terminé de hacer el ejercicio #10 y me puse a cantar una de las canciones de mi daddy.
Pues entonces puedes hacer el siguiente ejercicio hasta que los demás terminen. Bunny le enseñó las páginas de su cuaderno con todos los ejercicios ya completados. ¿Terminaste todo? Bunny asintió. Becky se había percatado que Bunny era más rápida e inteligente que los demás chicos de la clase. Había querido hablar de ello con la señora Chankimha, pero cada vez que le pedía ir a verla le cancelaba a último momento. Tal vez podría hablar con el padre de Bunny acerca del tema.
¿Le puedo ayudar en algo, maestra? Es que me aburro y me pongo a cantar. Becky extendió su mano para que Bunny la agarrara y la llevó hacia su escritorio. Le asignó algunas tareas sencillas para mantenerla distraída mientras Becky ayudaba a los que tenían un poco más de dificultad en entender los ejercicios.
De tanto pasar tiempo con Bunny, a Becky se le pegó la canción que estaba tarareando. Mientras acomodaba las tareas en su maletín se puso a cantar en voz baja. No escucho cuando tocaron la puerta.
Así que la maestra de mi hija es fan de mis canciones. Becky se asustó al escuchar la voz de la mujer. Disculpame, no fue mi intención. Toqué la puerta, pero al parecer no me escuchó. Becky observó a la mujer frente a ella toda vestida de cuero y con lentes oscuros. Se mordió el labio cuando la madre de una de sus estudiantes movió su pelo hacia atrás.
No... no se preocupe. Usted es...
DADDY! Bunny salió corriendo hacia ella. Inmediatamente Freen la alzó en brazos comiéndosela a besos.
Mi niña hermosa! ¡Estas grandísima! ¿Cómo puede ser que creciste tanto en menos de dos semanas?
Bunny soltó una risita. Eso no es verdad. No he crecido más. Te va a crecer la nariz como Pinocho jeje.
Digna hija de tu madre. Freen la bajó y removió su cabello. Disculpe que no me presente. Yo soy Sarocha Chankimha, la otra madre de Bunny. Becky extendió su mano saludándola.
Rebecca Armstrong, la maestra de esta pequeña. Becky acarició la cara de Bunny. Me causó un poco de confusión que Bunny hablara todo el tiempo de su daddy y ahora resulta que es una mujer.
Freen se echó a reír provocando mariposas en el estómago de Becky. Si, para no confundirla cuando empezó hablar Tai y yo decidimos que era mejor que me llamara daddy y así se quedó. Espero no le incomode el hecho de que seamos dos mujeres.
Becky negó. Claro que no. Solo me sorprendió un poco, eso es todo.
Daddy ya nos vamos a la casa? Freen miró a su hija que estaba recostada de su pierna.
Bunny, ¿me permites hablar con d... con tu madre un momento? Freen le susurro algo al oído que hizo que Bunny gritara de emoción y caminara hacia sus amigas.
¿Pasa algo con mi hija? Freen se recostó en uno de los escritorios frente al de Becky quitándose los lentes oscuros.
Hace calor o qué? Becky sacudió la cabeza levemente. He querido hablar con usted y la señora Tai...
Señorita, corrigió Freen. Becky la miró confundida. Estamos divorciadas y Tai odia que le digan señora. Becky entendió.
He querido hablar con usted y la señorita Tai acerca de Bunny. Debo decirle que su hija es muy inteligente. Siempre termina los trabajos antes que los demás y los hace perfectamente sin necesidad de muchas instrucciones.
No quiero sonar presumida, pero en eso salió a mi. Freen miró hacia su hija orgullosa.
No tengo ninguna duda. Quisiera que a Bunny se le hiciera un examen de inteligencia. Cuando los niños tienen un coeficiente intelectual más alto que los demás de su clase se aburren porque los ejercicios parecen demasiado fáciles y necesitan una educación más apropiada para ellos.
Entiendo. Hablaré con Tai acerca de esto. No quisiera tomar ninguna decisión sin consultarle.
No se preocupe. Esperaré su respuesta. Freen se levantó y silbo alto llamando la atención de su pequeña.
¡Vamos Bunny! Ella agarró sus cosas lo más rápido que pudo. Fue un placer conocerla, señorita Rebecca.
Becky. Prefiero que me llamen Becky. Rebecca suena muy formal. Ambas se estrecharon la mano.
Entonces me puedes llamar Freen. Nos mantendremos en contacto. Freen alzó a su hija en brazos. ¿Recuerdas lo que te dije de los buitres, mi vida? Bunny asintió. Bueno pues hay una manada de ellos allá afuera ok? Mantén la cabeza abajo. Salieron del salón casi corriendo.
Becky notó que sus estudiantes estaban todos mirando por la ventana. Se acercó y vio a Freen y Bunny huyendo de un grupo de paparazzis hasta llegar a su camioneta. Parecían envueltas en un mar de gente hasta que la camioneta pasó entre medio de ellos.
No puedo creer que la mamá de Bunny sea tan famosa, dijo uno de los chicos.
Ni yo tampoco. Becky se quedó con ganas de saber más acerca de aquella misteriosa mujer tan encantadora. ¿Será que el destino le dará la oportunidad de lograrlo?
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Realidad Alterna
FanfictionFreen y Becky en diferentes escenarios donde me hubiera gustado verlas. Tambien historias delulu que se me ocurren cuando me baño.