CAPÍTULO 24-TINIEBLA

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NARRADOR

Después de caer a una altura no tan peligrosa, la pareja de aventureros estaba algo preocupado pero quien se veía más notable era Claris.

De igual forma siguieron adelante como si nada. Puede que la situación sea crítica, pero un aventurero ya está acostumbrado a este tipo de situaciones que les puede llevar a la muerte.

Cada vez que cruzaban por un camino oscuro, Martín se encargaba de colocar una antorcha en las paredes para así entonces no perder el camino. Sin embargo, las rutas eran bastantes confusas  e irrelevantes, en palabras simples; era como un laberinto.

Era una suerte que Martín tuviera grandes ideas en dejar marcas por el lugar para así entonces no perderse,  pero lo malo era la chica que lo seguía.

Claris se quejaba unos cuantos minutos después de sentirse perdida y hasta incluso le echo la culpa al pobre Martín como si el tuviera algo que ver.

Martín solo se limitaba en mirarla por encima de su hombro para así entonces seguir con su caminó como si nada.

—descansemos un poco. —dijo de forma repentina el chico de cabellera castaño.

—¡¿eh?!. —expreso Claris un tanto confundida.

Sin que pudiera reaccionar la chica, Martín ya había colocado la maleta enorme en el suelo para así entonces sacar unos taburetes de la maleta.

—¡¿eso cabe en ese bolso de viaje?!. —pregunto Claris de forma alarmante.

Por otra parte a Martín no le importaba lo que pensaba la chica en ese entonces. Él le entrega un taburete a Claris cosa que ella lo recibe con gusto y se asienta.

Martín saca algunas cuantas cosas más y se lo entrega a la chica.

—¿un panecillo y una botella de jugo de uva?. —pregunto Claris.

—no sabemos cuánto tiempo estaremos aquí, así que es mejor recuperar energías y además tu estomago estaba suplicando comida. —dijo como si nada Martín de forma inexpresiva.

Claris mira a otro lado con su rostro enrojecido por tan declaracion del chico. Ella creía que había ocultado los sonidos que producía su estómago.

Ella tembló por algunos cuantos segundos para así entonces arrebatarle el panecillo y la botella de jugo de uva de las manos de Martín.

Cuando la chica dio el primer mordisco al emparedado, supo que estaba hecho por algunos cuantos vegetales, pero lo increíble era lo bueno que estaba, ¡sabía increíble!, tal vez eso era por el hambre que ella tenía. Luego llevo la botella de jugo de uva a sus labios para así entonces tomar el jugo y así pasar la comida que estaba en su boca.

—¡que delicioso! ¡¿hay más?!. —dijo en una expresión feliz.

Martín volvió a meter sus manos en el bolso para así entonces sacar otro emparedado se vegetales y una botella de jugo de uva.

Martín toma asiento en el taburete para así entonces observar a la chica; sus mejillas parecían como las de una ardilla cuando guardaban sus nueces en su boca, (¿eran nueces?, no me acuerdo) aun así el rostro de la chica decía que estaba muy satisfecha.

—eso estuvo bueno. —dijo Claris golpeando levemente su estómago como si dijera que estaba llena.

Martín solo se limitó en mirarla de forma cuidadosa sin decir ninguna palabra.

—¡oye!, esto. . .

—Martín. —respondió  él chico al ver que Claris estaba algo pensativa.

 MINECRAFT "LISTA DE RECETAS INFINITAS"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora