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𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗦𝗶𝘅: 𝗟𝗼𝘆𝗮𝗹𝘁𝘆 𝗳𝗼𝗿 𝗳𝗿𝗲𝗲𝗱𝗼𝗺
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Cuando abro los ojos, la luz que no he visto por casi dos días completos me ciegan obligándome a cerrarlos de nuevo. Solo segundos después, los abro otra vez enfrentándome a la soledad de la habitación.
Ya no me encuentro en ése oscuro y aterrador lugar. No se encuentra la psicópata y tampoco su fiel empleada. Otra vez tengo un intravenoso conectado a mi muñeca, por lo que no dudo en librarme de él.
¿Quien se cree ella para salvarme? Ya estaba lista para dejar ése mundo pero ella solo lo ha arruinado y ahora, ni siquiera tengo la fuerza de voluntad para intentarlo otra vez. Haber sentido la muerte respirar en mi nuca dos veces ha sido horrible, ni siquiera siento el deseo de volver a vivir ésa experiencia. Solo quiero salir de este maldito lugar. Volver a su mundo. Volver al...
Un momento.
El hospital. Mis turnos.
¿Cómo se me ha podido olvidar?
Me levanto de la cama y siento mis piernas flojas; tanto que mi cuerpo termina derrumbándose en el suelo. Maldigo en lo más profundo de mí mientras saco fuerzas de mis flaquezas para ponerme en pie.
Por primera vez, desde que estoy en ése infierno busco mis pertenecias, en especial mi bolso puesto que ahí tengo mi celular. No lo he visto desde que me desperté en esa casa, pero supuse que estaría en alguna parte dentro de la habitación.
Inicio una búsqueda, tirando las almohadas que hay en la cama al suelo. Busco bajo la cama y sobre el sofá. En el armario, en los cajones e incluso en la papelera vacía que hay en el baño. Y nada.
No encuentro mis cosas por ninguna parte.
━━━ ¿Busca algo? ━━━ pregunta la señora Puk entrando a la habitación sosteniendo una bandeja donde hay un delicioso desayuno.
El olor a huevo frito, beicon y tostadas es imposible de ignorar y mi estómago reacciona al instante.
« Increíble; la primera cara que veo a primera hora del día es justo la de ésa mujer »
