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𝗖𝗵𝗮𝗽𝘁𝗲𝗿 𝗘𝗹𝗲𝘃𝗲𝗻: 𝗔 𝗰𝗼𝗻𝗳𝘂𝘀𝗶𝗻𝗴 𝘀𝗶𝗱𝗲
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Después de la reunión con la señora Puk; entro a la habitación nuevamente. Tiro el sobre en la mesa y me siento en el sofá.
No puedo evitar pensar en las razones que tendría Freen para mantenerme a su lado. Ella puede perfectamente buscarse a alguien más. Estoy segura de que no tendría problemas a la hora de encontrar una muñeca obediente. ¿Por qué se obsesionaría conmigo?
Ay, como sea, no creo que sus razones tangan importancia. Es solo una psicópata.
¿Qué se supone que debo hacer para salir de éste lugar lo más rápido posible? Debe existir una forma de hacerlo.
El sonido del celular interrumpe mi intento por encontrar una forma rápida de ganarme la confianza de Freen. Me levanto de la silla y voy a por el celular en la silla de noche. Es un mensaje de la psicópata. Es el primer mensaje que recibo en ése celular.
𝖬𝗂 𝖠𝗆𝖺 : 𝖵𝖾𝗇 𝖺 𝗅𝖺 𝗁𝖺𝖻𝗂𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇. 𝖠𝖧𝖮𝖱𝖠.
No puedo creer que se haya registrado de ésa forma. Definitivamente estoy viviendo una dictadura.
De pronto, como si se hubiera encendido una bombilla sobre la cabeza, asiento para mí misma y con confianza salgo de la habitación atravesando el casi interminable pasillo hasta la puerta de la habitación de la Freen. Toco a la puerta y ella me invita a pasar con su habitual autoritaria voz.
Entro a la habitación tratando de mantener la calma. Intentando lucir lo más natural posible.
¿Mi plan?
Pues fingir. Voy actuar como la muñeca que quiere la joven ama a cambio de librarme del brazalete. Aún no estoy segura de que sea una solución ya que con ésa demente uno nunca sabe, pero espero que funcione.