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3277 palabras. 

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Reia sollozaba mientras Orfeo la llevaba a través del bosque.

Sabía que iban deprisa por el frío del aire que le cortaba la piel, pero el calor que él emite mantenía a raya los escalofríos. Podía oír un murmullo junto a ellos, como si algo, o varios algo, los estuvieran siguiendo.

Orfeo gruño antes de saltar hacia un lado con el sonido agudo y cortante de sus mandíbulas chasqueando en el aire. Una advertencia. Sabía que los seguían tanto como ella.

―Danos al humano, Mavka. ―Ella escucho desde su izquierda.

¡Aliméntanos! ― Esta vez vino de la derecha, una voz diferente.

Corrió más rápido de lo que podían seguir y rápidamente se quedaron atrás.

Ella no podía dejar de llorar, no podía dejar de aferrarse a él, sin atreverse a dejarlo ir o asomar la cabeza para ver a los Demonio a pesar de no tener miedo. Confiaba en él. Confiaba en que él la protegería.

No sabía cuando tiempo llevaba corriendo, pero la única razón por la que se separaron fue por que sus piernas se desmoronaron, cayendo de lado al suelo.

Un grito ahogado le recorrió y sus brazos se aflojaron de la impresión cuando se golpeo contra el suelo.

El Habia intentado protegerla rodeándole la cabeza con su enorme mano cuando cayeron al suelo, pero ella reboto lejos de él después de caer.

―¿Orfeo? ―Pregunto entre lágrimas, poniéndose a cuatro patas cuando vio que él intentaba hacer lo mismo.

Parecía débil mientras sus brazos temblaban antes de desplomarse.

¿Qué le pasa?

―Entra... dentro del círculo. ―Señalo hacia adelante para mostrarle que estaba casi dentro de él.

Podía sentir las húmedas huellas de sus lágrimas secándose contra su piel mientras le escocían ligeramente por la sal que habia en ellas. Nada deseaba más que estar dentro del círculo, sentirse protegida por él, pero Reia corrió hacia Orfeo cuando pareció que no podía ponerse en pie, mientras intentaba con todas sus fuerzas arrastrarse lentamente hacia delante.

―¿Qué te pasa? ―Le agarro de la muñeca y tiro de él para que pudiera acercarse.

―Veneno. ―Gruñó.

El corazón se le oprimió en el pecho cuando más lágrimas empezaron a acumularse y caer en gruesas gotas. Todo es culpa mía. Estaba herido por su culpa. No debería haber huido.

―¿Vas a morir? ―Grito tirando de él con todas sus fuerzas solo para hacerle resbalar unos centímetros hacia delante.

¿Voy a ser la razón por la que lo maten? ¿Igual que con su familia? Reia sintió que el dolor le oprimía el corazón, no quería que Orfeo muriera por nada del mundo. Habia sido bueno con ella; no se merecía esto. No podía perder a nadie más. No podía perder a otra persona que... que le importara.

Ni siquiera pensó en el hecho de que moriría sin él y su protección. Solo su vida le preocupaba en ese momento. Volvió a tirar de él para acercarlo a la casa.

Sabía que los Demonios intentarían comérselo si se quedaba fuera del círculo, sabía que se comían entre ellos tanto como a los humanos y los animales.

―No. ―murmuro él ayudando a arrastrarlo hacia delante una última vez, justo delante del círculo de sal, antes de desplomarse. ―Dormir...

Sus order se oscurecieron lentamente para indicar que estaban cerrados.

𝐀 𝐒𝐎𝐔𝐋 𝐓𝐎 𝐊𝐄𝐄𝐏 (Traducción al español) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora