Hace mucho tiempo, cuando el país estaba dividido en 6 grandes imperios, existió un rey tan malvado como el mismo demonio, nadie se atrevía a cuestionarlo.
Para su mala fortuna un pequeño chico quedo atrapado en ese terrible reino, tanta fue su tort...
Ese día fue horrible, el fuego era muy intenso, no había escapatoria, no había otro destino que la muerte, o eso fue lo que creí.
Escuché a mi padre gritarme al otro lado de la puerta, estaba muy asustado y cubierto en llanto que no pude contestar a su llamado.
Estaba en una esquina de mi cuarto en donde el fuego aún no había llegado cuando la puerta de madera se abrió de golpe dejando ver la figura de mi padre cubierto por una cobija mojada, fue hasta donde yo estaba y me cargo en brazos.
Cuando salimos de la habitación logre ver a mi madre, que al igual que mi padre, estaba cubierta por una cobija mojada.
El fuego se estaba apoderando muy rápido de nuestra pequeña casa de madera dejándonos sin salida, no había esperanza para nosotros, afuera los demás habitantes del pueblo intentaron ayudarnos a apagar el fuego, pero era imposible.
Lo último que vi antes de que todo se volviera negro fue como una gran viga de madera cubierta de fuego caía sobre nosotros.
Ese día lo perdí todo, mis padres murieron en el incendio, ese día fui entregado a una familia del pueblo, ese día comenzó mi tormento, 7 años de mi vida sufrí de abuso por parte de mi familia adoptiva.
Todo termino cuando una pareja de otro reino me rescato, era una pareja joven y encantadora, me traban bien y me cuidaron como si fuera su hijo.
Viví en el reino Sylvain 8 años en donde solo me dedicaba a ayudar a cuidar a un pequeño niño llamado Louis y a la recolección de las frutas que se daban en el bosque.
Pero mi vida pacífica termino un día, el rey de Blagden mando a sus soldados por mí al ser el elegido como el sustituto del hijo mayor de la familia real de Sylvain.
Off y Gun, que eran mis padres adoptivos, hicieron todo lo posible por evitarlo, pero no pudieron hacer más que acompañarme hasta aquel reino en el que me iban a tener prisionero.
Ahora nos encontramos de camino al temible reino al cual nadie de los otros 5 reinos quiere pertenecer.
