Hace mucho tiempo, cuando el país estaba dividido en 6 grandes imperios, existió un rey tan malvado como el mismo demonio, nadie se atrevía a cuestionarlo.
Para su mala fortuna un pequeño chico quedo atrapado en ese terrible reino, tanta fue su tort...
– ¿Cuál es tu nombre? – no levante la mirada desde que ingrese a la habitación.
– Nunew Jumpol – hice una inclinación de respeto ante el rey y la princesa.
– Nunew – tomo mi mentón y levanto mi cabeza para que pudiera verlo haciendo que me perdiera en sus ojos marrones y penetrantes que te hipnotizaban – eres lindo y he escuchado que eres eficiente en lo que haces, he decidido que serás mi sirviente personal.
– Entendido rey Zee – hablé apenas con un susurro de voz que podía ser escuchado.
– Se aproxima la boda de la princesa Ploy con su prometido y tú tienes que encargarte de todos los preparativos de la boda, tiene que salir perfecta y como mi princesa la quiera, una falla y sufrirás las consecuencias, ¿Entendiste?
Asentí con la cabeza, su amenaza me puso muy nervioso.
– Princesita, este chico hará que tu boda sea perfecta, puedes decirle todo lo que quieres en tu boda y él se hará cargo de todo – el tono de voz que uso con la princesa fue dulce.
La mirada que le dirigía a la princesa era de adoración, cuando vi a la princesa quedé hipnotizado por su belleza, sus rasgos eran finos, sus ojos color verde parecían dos preciosas gemas, su piel era blanca y suave, su cabello era castaño y ondulado, se veía lo sedoso que estaba.
— Gracias papi – la princesa se acercó al rey y le dio un abrazo que fue correspondido con amor.
— No es nada princesita, recuerda que cualquier error me lo tiene que hacer saber por muy mínimo que sea – la sonrisa del rey era cálida y hermosa.
— Este bien papi – la princesa se ha separado del abrazo.
— Te dejo princesa, tengo algunos pendientes que hacer, por hoy él te pertenece, puedes hacer con él lo que tú quieras – El rey beso la frente de la princesa y se retiró.
Mi mirada se mantenía baja, evitando ofender a la princesa cuando se acercó a mí.
— El rey suele ser muy agresivo cuando está molesto, ¿Cuál es tu nombre? – la voz de la princesa se escuchaba tranquila y con un toque de preocupación.
— Me llamo Nunew princesa — me incliné ante ella a modo de respeto.
— Levanta la mira, por favor – vacilé un poco antes de levantar la mirada y cruzarla con la suya, sus ojos demostraban la preocupación que sentía – ¿Has estado con alguien más aparte de Tutor y mi papi? - El toque de su mano en mi brazo fue delicado, evitando lastimarme más de lo que ya estaba – Ciize podrías traer el ungüento para las heridas por favor.
— Como usted ordene princesa – la doncella de la princesa salió de la habitación en busca del ungüento.
— Ven, debes de decirme quién fue el que lastimo tu brazo – me condujo hasta un sillón que estaba en una de las esquinas de la habitación.
— Le agradezco su amabilidad princesa – sonreí levemente.
— No agradezcas, eres muy lindo y se ve que eres muy amable con todos, es lo mínimo que puedo hacer por ti ante el trato que te dieron, por eso necesito saber quién fue.
— Fue Keng, así lo llamo Tutor cuando me alejo de él y me trajo aquí – confesé sin poder seguir evitando la pregunta.
— gracias por decírmelo – su sonrisa me tranquilizó.
La doncella regresó con el ungüento y se lo dio a la princesa, esta lo recibió y tomo un poco del ungüento con sus dedos.
— ¿Me permites? – me sorprendí al darme cuenta de lo que intentaba hacer la princesa.
— No, princesa, no debería hacerlo – decliné ante la acción de la princesa, a pesar de que era un gesto noble, no podía permitirme eso.
— No tienes por lo que preocuparte, papá no se enterara – ante la insistencia de la princesa deje que me aplicara el ungüento, su toque era suave y delicado – Listo.
— Gracias princesa.
— No agradezcas lindo – Su sonrisa era resplandeciente y contagiosa, haciéndome sonreír a mí también.
— el rey me pidió ayudarla con su boda, me gustaría saber cómo le gustaría que la organizara.
— Bueno, quiero que sea sencilla, te agradezco la ayuda – le hizo señas a su doncella para que le pasara algo – Todo lo anote en una lista, la boda es en tres días, así que espero que la lista te facilite el trabajo.
Me sentía un poco presionada, la boda seria pronto y tenía que conseguir que todo saliera perfecto.
— Esta es la lista – me dio la lista que segundos antes le había dado su doncella – Confió en que lo harás todo perfecto.
Su sonrisa me lleno de tranquilidad, salí de su habitación y fui en busca del rey para pedir permiso para retirarme del palacio en un caballo e ir al pueblo por las cosas de la boda de la princesa.