Hace mucho tiempo, cuando el país estaba dividido en 6 grandes imperios, existió un rey tan malvado como el mismo demonio, nadie se atrevía a cuestionarlo.
Para su mala fortuna un pequeño chico quedo atrapado en ese terrible reino, tanta fue su tort...
Salí de la habitación, me dirigí a la mía para tomar un baño antes de comenzar con mis actividades diarias.
Por suerte, hoy no tenía que estar con el rey, debía que encargarme de observar que todo estuviera en orden dentro del castillo.
Salí del palacio rumbo al pueblo para comprar los ingredientes que hacían falta en la despensa y algunas cosas para que pudieran darle mantenimiento al jardín.
Fue un día bastante agotador, estuve por todo el pueblo consiguiendo lo necesario para el castillo y su mantenimiento, estaba muy cansado y solo quería llegar a descansar.
El camino de regreso al palacio fue largo y agotador, sonreí levemente cuando dejé al caballo en las caballerías.
Estaba muy agradecido de que esta vez pude realizar el viaje a caballo y no a pie.
Iba rumbo a mi habitación cuando Tutor se interpuso en mi camino.
– Pequeño Nu dime que no has hecho nada que moleste al rey – la preocupación en su voz era muy evidente, lo mire confundido.
No lo creo, he seguido todas sus indicaciones al pie de la letra – mi confusión iba en aumento.
– El rey ha solicitado tu presencia en una de las salas del consejo y eso solo significa algo terrible – me preocupé al escuchar las palabras de Tai – Tienes que seguirnos, te está esperando.
Ambos comenzaron a caminar y yo los seguí, estaba muy ansioso pensando en lo que había molestado al rey, a mi parecer no había hecho algo que fuera en contra de las órdenes del rey.
Un flashback de lo ocurrido la noche anterior me asalto haciendo que mis ojos se ampliaran cuando recordé lo ocurrido anteriormente y me preocupe al pensar que había sobrepasado los límites con el rey.
– Es aquí – abrió una gran puerta de metal con muchos detalles de oro decorando la misma – Pequeño Nu no levantes la ira del rey, me preocupa que pueda hacerte daño de nuevo.
– E— Está bien – entre a la sala del trono a paso lento, escuchando como la puerta se cerraba detrás de mí.
– Acércate – escuche la voz demandante del rey, me acerque hasta donde se encontraba el rey, varios ancianos y un par de jóvenes.
Todo mundo me miraba de manera despectiva, me sentía como una hormiga con cada paso que daba, el ambiente en la habitación se sentía pesado, mi ansiedad cada vez iba en aumento.
– ¿Ese es el niño con el que te acostaste, rey Zee? – uno de los ancianos hablo – Has tenido mejores conquistas que este niñato.
Me sentí ofendido, sin embargo, no mencione nada al respecto, en primer lugar, no tenía por qué haberme metido con el rey y segunda no tenía caso contradecir a una persona mayor.
– No es una de mis conquistas – bufo el rey – Fue una aventura después de una noche de copas.
– Rey Zee el chico es bonito y joven— me sentí alagado por el chico que hablo — Después de platicarlo con todos los miembros del consejo, hemos decidido hacer un harem para evitar que su majestad se vea involucrado en habladurías de las personas – la propuesta del joven hizo eco por la habitación.
Había escuchado que los harems no son muy comunes en los reinos, sin embargo, era bien visto que los reyes tuvieran chicos y chicas a su disposición para saciar sus deseos sexuales.
– No es mala idea, prefiero eso a casarme – la voz despreocupada del rey me hizo darme cuenta de que al rey no le importa nada más que su propia reputación y al parecer su familia – Él será parte del harem, pero no quiero a nadie más en él así que arréglenlo para hacer parecer que tengo un harem con lo menos 10 chicos.
– ¿A qué te refieres, rey Zee? – uno de los ancianos externo su duda.
– Me refiero a que el único miembro del harem será este chico, pero ustedes tendrán que hacer parecer que hay más de uno en el harem – me miro – No quiero a personas estúpidas en el harem, suelen pensar que pueden tener más de lo que se les ofrece, pero no busco casarme con ninguno de ellos, tiene que ser alguien digno de estar a mi altura no un cualquiera que únicamente uso para satisfacer mis deseos sexuales.
Y con esas simples palabras me redujo a menos que una basura, solo un juguete sexual ante los demás.
– Así que ahora lo sabes Nunew, a partir de ahora comenzaras a satisfacer mis deseos sexuales – solo asentí ante su declaración – Bien, a partir de ahora tú estarás disponible cada que lo deseé y serás mi acompañante en eventos especiales como mi concubino principal además de...
– ¿Se puede saber que estás haciendo ahora? No te basta con adoptar a Ploy, ¿debes tener un concubino que es como 20 años menor que tú? – la interrupción de un joven parecido al rey, de tes blanca, ojos marrones, cabello castaño y porte egocéntrico, entro en la sala.
– ¿Peat cuando llegaste? – el rey se levantó de su asiento saludando al recién llegado.
– Obviamente, hoy – se cruzó de brazos – y por lo visto ya estás haciendo idioteces de nuevo.
– La reunión de hoy se terminó, tengo que hablar con mi hijo – la orden fue clara y las personas empezaban a salir, yo iba a hacer lo mismo cuando el rey me impidió salir – Tu quédate, hay cosas que aún tengo que hablar contigo.
El rey tomó asiento en su lugar y el príncipe a su lado.
– Sabes Peat que Ploy se ganó el derecho de formar parte de nuestra familia – el príncipe giro los ojos.
– Ella no es lo que tú crees y tampoco lo que aparenta – el rey golpeo la mesa por lo que me asuste.
– Ya te dije que no puedes expresarte así de ella, ha demostrado ser todo lo que tú no eres, si pudiera hacerlo la nombraría a ella como princesa heredera en lugar de a ti – el príncipe se levantó molesto de su lugar.
– Lástima que se casó con el segundo príncipe de Delwin y además no es tu hija biológica para hacerla tu heredera – su sonrisa fue de burla hacia el rey – La adorada princesita de papá emprendió vuelo a un nuevo reino, uno que es más poderoso que el tuyo.
Se fue dejándome sorprendido por lo que el príncipe dijo, nadie de los 6 reinos sabía que la princesa Ploy fue adoptada, era un secreto que si era revelado podría arruinar al reino de Blagden.
