Capitulo XII

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Cuando el sol empezaba a bajar, Sam se levantó frotándose las sienes con dolor, para guardar su plano en un tubo y terminar de recoger sus cosas

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Cuando el sol empezaba a bajar, Sam se levantó frotándose las sienes con dolor, para guardar su plano en un tubo y terminar de recoger sus cosas.

—Por cierto, ¿Por qué me faltan dulces?

Al llegar a esa hora determinada, el castaño se despertó un poco por el ruido de los planos moviéndose y las cosas recogiéndose.

—Eh... Guillermo agarró unos, no me quiso dar y tomé algunos, más tarde habrá postre no te preocupes.

El arquitecto terminó de despertar al castaño con un beso, cuando recogió todas sus cosas, riéndose bajito de él, también tenía ganas de dormir.

—Una más para enfadarme con él, ¿Vamos a casa, entonces? —Habló Sam, apartando el cabello castaño de la frente de su "novio", que se había desordenado por estar ahí en el sofá.

Fargan sonrió de forma boba estirándose un poco maldiciendo por lo bajo por la pierna mala, se acomodo de mejor forma, que le hizo quedar más cómodo que antes para evitar el dolor.

—Mmmm... Nah... Mejor mañana me vienés a recoger ¿Te parece?

Sam se inclinó a susurrar en su oído, invitándolo a levantarse. —Pensé que hoy habría postre, pero si quieres quedarte aquí con Willy... —Con una risita se alejó, como si fuera a irse sin él.

David abrió los ojos como un par de platos, levantándose rápido al sentir que el contrario se iba sin él —¡No me dejes!

Un mal paso, y cayó nuevamente de cara al piso, no se movió por un momento, hasta que levantó la cara con la nariz herida, pero eso no le detuvo, se empezó a arrastrar como si se tratase de un gusano hasta donde se encontraba Samuel con toda la determinación de no quedarse con el albino solo otra vez.

Sam lo ayudó a levantarse con preocupación, sintiéndose un poco culpable por esa broma tuvo que buscar un pañuelo para la nariz del contrario. —¡No lo haré! Vale, ¿Así de malo fue hablar con él? —Sacudiendo su ropa y verificando su estado.

Fargan se quedó parado por un momento pero se fue a sentar nuevamente en el sillón, apretando su nariz para evitar que saliera más sangre y manchar el piso de la oficina de su gatito —Hay... Por un momento lo creí... Si fue... Bastante malo, no se de donde supo que estuve en un orfanato.

—Willy es... Bueno consiguiendo información, por la buenas o por las malas —Sam se encogió de hombros y se quedó cerca del castaño en el sillón, preocupado por su nariz—. Supo que estaba viendo a alguien desde el primer día que te quedaste en casa, y trató por todos los medios de saber de ti, a mi no me presiona mucho porque dice que me dan mis "ataques raros", la verdad no soy tan sensible pero mejor que crea eso... Pero ahora doblará sus esfuerzos, lo siento.

—Ja... Ya lo vi —Fargan se quitó la mano de la nariz esperando a que dejará de brotar sangre, estaba sangrando menos que antes lo cual era buena señal, pero dejó manchada su camisa, cosa que lo hizo maldecir por lo bajo—. Ya veo... No te preocupes, no es como si hubiera robado un banco o algo... Solo, pasaron cosas que hizo que terminará en un lugar, se va a aburrir de mi historia, espero que tú no lo hagas cuando te cuente.

Camina conmigo en el velo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora