Bradley 15, Max 14:
Bradley, a sus quince años, compartía un momento íntimo con su padre en el despacho, observando juntos por el amplio ventanal que ofrecía una vista al sereno patio trasero, donde un antiguo árbol se alzaba majestuoso. En esas cálidas tardes de verano, solían sentarse bajo su sombra mientras Max, con su voz suave, les leía historias.
--Permítame expresarle algo con franqueza, Bradley. Dentro de un par de semanas, celebraremos su decimosexto cumpleaños, un momento crucial que marcará su debut en la sociedad. Como es una decepción , ocultaremos su verdadero estatus de omega y lo presentaremos como un beta --el Duque habló con un tono de desprecio hacia su hijo, dejando entrever la distancia emocional que los había separado durante tres largos años.
--Todo ha sido meticulosamente planeado. Una vez alcance la mayoría de edad, contraerá matrimonio con Colette, una alfa respetable. Ella ha accedido a unirse a nuestra esfera social a cambio de un solo esclavo: el hijo bastardo de Pete --el Duque añadió, su voz resonando con desdén.
--Padre, ella es rara. Posee un bar de mala fama llamado "La Chica de la Poesía", y es... --Bradley intentó argumentar, pero fue interrumpido por el gruñido de desaprobación de su padre, quien esbozó una mirada de desdén hacia su hijo.
--Permítame expresarle mi descontento: tiene la suerte de que una alfa se haya fijado en un omega hombre. He invertido considerablemente en su educación, solo para encontrarme con esta situación --el Duque señaló con desdén un libro de contaduría.
--Deberá mantener las apariencias hasta que engendre un heredero alfa varón... Dios no me ha bendecido con un hijo, sino con una desgracia --el Duque dejó salir sus frustraciones, observando cómo su hijo se rendía ante su voluntad, postrándose ante él.
Mientras tanto, en el jardín, Max ayudaba a JP con los arreglos paisajísticos cuando, de repente, sintió una inexplicable urgencia por estar cerca de Bradley. Ignorando las palabras de su amigo y guiado por su instinto, Max irrumpió en la mansión. Su olfato lo llevaba hacia Bradley, cuyo aroma reconocía incluso a través de la distancia.
Gruñendo y desafiando a cualquiera que intentara detenerlo, Max llegó al despacho donde vio al Duque a punto de golpear a Bradley. Sin dudarlo, se interpuso entre padre e hijo, con una voz firme y autoritaria: - ¡Aléjese de él! - El Duque, sorprendido por la audacia de Max, retrocedió ante su imponente presencia.
--Mestizo salvaje - escupió con rabia el Duque, saliendo del despacho, no sin antes, viendo a su heredero ser protegido por el esclavo alfa. Por otra parte, Bradley quedó en silencio, observando cómo su esclavo lo protegía con ferocidad. Un sentimiento extraño, una mezcla de gratitud y admiración, se apoderó de él al contemplar la espalda robusta de Max, quien superaba al Duque en estatura por varios centímetros. La tensión en la habitación se desvaneció lentamente, y Bradley, sintiendo el peso del alivio, murmuró casi para sí mismo: - Huele a tierra mojada - Sus palabras, un reconocimiento tácito de la seguridad y protección que Max le brindaba, llenaron el espacio entre ellos. Aquel, capítulo era un secreto a voces entre los esclavos y servidumbre, el joven alfa había enfrentado a su amo ante los esclavos, Max era una especie de héroe y ante los hombres blancos, Max era un villano, ninguno de los involucrados discutió seguían con su vida con normalidad, sin embargo, Bradley lo noto Max era más sobreprotector con él.
Unas semanas después :Bradley estaba en su clase de tiro al arco con los Gammas, esta vez Max no estaba a su servicio porque Pete lo necesitaba para limpiar los establos a cambio de prestarlo. Pete le había prometido darle lecciones de ballesta. En los establos, Max estaba terminando de lavar a los caballos cuando de repente Roxanne llegó con un frasco de limonada.
--Max-- dijo Roxanne mientras se acercaba jugando con su cabello y sonriendo coquetamente, invadiendo el espacio personal del alfa.-¿Qué haces aquí?- Max agradeció y tomó la bebida, los jóvenes establecieron una agradable conversación con sutiles toques y coqueteos.
Mientras tanto, Bradley y sus amigos fueron a los establos, querían cazar. Mientras dialogaban, notaron a un esclavo alto y una sirvienta hablando. Bradley se disgustó con la escena, su esclavo estaba sonriendo como un idiota mientras una chica le daba una sonrisa coqueta, estaban a punto de besarse.
--Disculpen, Romeo y bestia, pero preferiríamos no ver esa escena--, dijo Bradley con irritación, y los mencionados se alejaron rápidamente. La jarra cayó al suelo automáticamente, y Max la recogió, cortándose en el proceso. --¡Maxi!-- dijo la chica, y por alguna razón, Bradley sintió desagrado hacia la plebeya. ---Yo me encargaré de mi propiedad, niña. Limpia el desastre, Camarón, vamos--,dijo Bradley, irritado y humillado, al ver a Max le puso una correa indicando que era su propiedad a los demás presentes. No dijeron nada y caminaron por la mansión hasta un baño donde Bradley lo cuidó. --No quiero que se acerque a ella-- dijo Bradley solo cerrar la puerta.
Max frunció el ceño y dijo: --No quiero alejarme--Esas palabras le dolieron a Bradley mientras limpiaba la herida. Recordaba a su esclavo dando sonrisas a la niña, apretando los dientes. Bradley lo tomó de la correa y lo miró a los ojos. --Bésame-- dijo Bradley mientras lo miraba, pero Max se quedó quieto y luego negó con la cabeza. Bradley apretó la correa:--Es una orden-- Max lo miró y Bradley estaba rojo, pero no sabía si era por la rabia o lo absurdo de su petición. El moreno juntó sus labios con desgano para después quitarse. Bradley notó a Max limpiarse, lo que lo enfureció y estalló:--¡Eso se llama un beso, bastardo iletrado!--
--¡Bastardo!--alegó Max mientras lo miraba y agregaba: ¡Disculpa, señor!--con sarcasmo en la palabra "señor".
--Mira quién habla... camarón--dijo Bradley.
--Niño mimado--
--Salvaje--
--Bastardo-- cada palabra se acercaba más hasta casi tocar sus labios.
--Mujercita defectuosa--
--Basura de poca monta--. Ambos estaban a punto de golpearse cuando de repente se besaron con ferocidad. El beso, inicialmente impulsado por la furia y la tensión acumulada, pronto se convirtió en algo más. Los labios de Bradley y Max se movían en un baile cargado de deseo, rabia y anhelo se mezclaban en aquel encuentro apasionado. Sus cuerpos se acercaban con urgencia, como si necesitaran estar más cerca el uno del otro, como si aquel beso pudiera calmar todas las tormentas internas que Los gemidos ahogados se mezclaban con el sonido de sus labios chocando en una danza feroz, cada contacto eléctrico entre ellos enviaba una corriente de calor a través de sus cuerpos. Bradley, inicialmente sorprendido por la intensidad del beso, pronto se dejó llevar por la pasión del momento, su mente borrando cualquier pensamiento racional, quedando solo el deseo ardiente que lo consumía.
Max, por su parte, se entregaba al beso con una intensidad igualmente desenfrenada, sus manos se aferraban a los hombros de Bradley, sintiendo la fuerza y la calidez de su cuerpo contra el suyo. La tensión y la hostilidad entre ellos se desvanecían en el torbellino de sensaciones que los envolvía, dejando solo espacio para la conexión cruda y visceral que compartían en ese momento.
Los minutos parecían eternos mientras se perdían en aquel beso, pero eventualmente, la necesidad de aire los obligó a separarse. Bradley y Max se miraron, sus respiraciones entrecortadas resonando en la habitación, y por un instante, todo quedó suspendido en el aire, como si el mundo exterior hubiera desaparecido y solo existieran ellos dos. El momento fue interrumpido por el golpeteo de la puerta
--Bradley es hora de irnos --dijo algún amigo , el mencionado no respondió, por breves momentos se quedaron viendo hasta que Bradley dio media vuelta dejando Max solo en el baño .
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Entre mundos: amor y guerra
FanfictionBradley había nacido en la nobleza, siendo su padre un Duque , Bradley tiene siete años cuando su padre le regala su primer esclavo, un pequeño niño de cinco años traído del nuevo mundo --Este animal es Max -- exclama el Duque lanzando al pequeño e...