.⋆｡⋆༶⋆˙𖥔˚⁀➷ 개요: " YeonJun siempre había estado solo hasta que conoció a un grupo de amigos y a ese lindo chico pelinegro, finalmente los días podían ser distintos pero solo si estaba dispuesto a que así fuera ¿En realidad valdría la pena? Probablem...
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YeonJun salió del instituto con el ánimo casi por los suelos. Después de haber gastado la mitad de su energía en una pelea interna por evadir sus ganas de llorar, ya no le había quedado más remedio que limitarse a escuchar las clases, ya no tenía intenciones de hablar con nadie o de pedir algún lápiz como simple excusa.
—¡YeonJun!— y esa voz hizo click en su cabeza, activando en automático la poca energía que le quedaba para encarar a SuNoo. —Creí que no te alcanzaría— dijo una vez que estuvo lo suficientemente cerca.
Choi sonrió suavemente y sin fingir, era como una sonrisa cansada. —Hey, creí que te quedarías en el taller.
—Yo también, resultó ser que la profesora no pudo venir hoy entonces aquí me ves contigo. En realidad creí que ya te habías ido pero te ví a lo lejos y corrí para poder alcanzarte— rió divertido, YeonJun se contagió de su inusual carcajada.
Ambos chicos continuaron lado a lado en el camino hacia el vecindario de manera tranquila, Kim hablaba de su día, diciendo que realmente ocupaba adaptarse al ritmo de nuevo porque se sentía cansado y no había hecho más que tomar apuntes en clase y platicar un poco con sus amigos en el salón.
El rubio se divertía con su anécdota hasta que SunWoo finalizó y optó por hacer una pregunta que disipó el pacífico ambiente, al menos para YeonJun.
—¿Y a tí cómo te fué hoy?
Bueno, esperaba esa pregunta de su madre y con algunas mentiras blancas podría evitarla pero... ¿De SuNoo? Su nuevo amigo quien días anteriores le había animado a conocer gente. ¿Qué clase de imagen tendrá de él si le dice que en realidad no habló con nadie y todo el día estuvo solo?
Se decepcionará. YeonJun ha sentido que él como amigo es una decepción, quién sabe; si de una cosa cree estar seguro es de que no quiere humillarse a sí mismo frente a su único y actual amigo.
—Bien... Conocí a la gente del salón, le hablé a algunos pero todo casual— SuNoo lo miraba con una sonrisa, probablemente orgulloso de que logró socializar en su primer día. Le dejaría conservar esa ilusión, al final del día, no sabía que le mentía, no coincidían para nada en la escuela.
—¡Eso es increíble! Es muy bueno que te hayas animado a hablar con los demás, pronto estarás rodeado de muchos amigos— vaya, eso era lo que esperaba también. —En fin, espero que podamos coincidir más de ahora en adelante, hasta luego, YeonJun.
SuNoo continuó caminando hacia su casa y Choi se detuvo frente a la suya, siguió la vereda de entrada lentamente mientras rebuscaba sus llaves, ingresó la indicada en la cerradura y entró a casa finalmente.
—¡Healing! ¿Tienes hambre? ¿Cómo te fué hoy?— escuchó a su madre desde la cocina.
—Sí, hoy estuvo bien— dijo sin darle mucha importancia, ya sabía qué tipo de respuesta dar.
