.⋆｡⋆༶⋆˙𖥔˚⁀➷ 개요: " YeonJun siempre había estado solo hasta que conoció a un grupo de amigos y a ese lindo chico pelinegro, finalmente los días podían ser distintos pero solo si estaba dispuesto a que así fuera ¿En realidad valdría la pena? Probablem...
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Sin mucha preocupación, YeonJun llegó al instituto a su hora habitual. Desde que había decidido llegar temprano prefirió mantener ese horario y a pesar de que ya no hacía falta asegurarse de que alguien ocupara su sitio en el aula, le había parecido mejor idea aprovechar ese tiempo para ver a los chicos.
Claro que cuando hablaba de los chicos, parecía ser que solo hablaba de uno solo, pues normalmente siempre se encontraba con BeomGyu, era muy divertido hablar con él en las mañanas porque cada día tenía algo que contar, si no le hablaba de las pasivo-agresivas conversaciones de Huening Kai y SooBin, le contaba sobre los lugares que visitaba en un intento por no volver pronto a casa.
—Deberías acompañarme alguna vez, será divertido— le sugirió cuando le contó que había ido por una malteada y paseó por las calles del vecindario.
—No lo sé, creo que no me dejarían estar afuera de casa hasta tarde— confesó, BeomGyu bufó con una risa.
—¿Qué somos? ¿Niños de preescolar? Cuando finalmente te animes a salir, avísame— YeonJun estuvo por responder pero la campana de clases lo detuvo. —¿Irás?
—Tengo que hacerlo, dudo que algún día me salte alguna clase— le dijo el rubio, peinando inconsciente su cabello hacía atrás.
BeomGyu lo miró unos segundos, segundos en los que un ligero rubor se instaló en las mejillas de YeonJun al tener esa mirada sobre él. —Dime un color.
—¿Qué?
—Dime un color.
YeonJun dijo lo primero que llegó a su mente y soltó con confusión. —¿Azul?
—Perfecto— sonrió. —Nos vemos en el almuerzo— le dijo antes de dar media vuelta y caminar en dirección contraria a la suya.
Choi prefirió dejar la duda para después y se apresuró a llegar al aula, al entrar estaba casi la mayoría del grupo, cada quien hablando con sus amigos esperando la llegada del profesor; inevitablemente el ruido disminuyó considerablemente cuando YeonJun apareció en la puerta indiferente mientras caminaba hacia su lugar.
No pasó demasiado para que el docente llegara y de su boca saliera una frase que desconcertó a los alumnos. —Saquen un lápiz, tendremos un examen sorpresa y tendrá ponderación.
Sonaba estúpido pero el pensamiento inmediato del rubio se desvío a no haber estudiado ¿Cómo iba a saber que el profesor iba a despertar con ganas de poner un maldito examen? Suspiró y se dió cuenta de que inconsciente había fruncido el ceño, entonces prefirió esperar paciente a que la hoja de test estuviera en su mesa.
No debería ser tan difícil, estaba asistiendo a todas las clases y hasta ahora no había nada del otro mundo como para no comprender los temas, exacto, él conocía los temas y pensar positivo le podría servir un poco en esos momentos aunque a parte de la ponderación si le ponía los nervios de punta. Sin gran preámbulo, el maestro dió inicio al tiempo límite para la prueba y YeonJun comenzó a leer cauteloso las preguntas para plasmar en papel su mejor respuesta, no quiso centrarse tanto en el tiempo porque ya tenía suficiente presión encima y redujo su atención a releer las líneas del examen mientras su mano derecha jugaba con el lápiz.
