Todos tenemos miedo a algo, en mi caso es la nieve. La odio, con sólo mencionarla me hace estremecer, y justamente por el lugar donde pasamos estaba repleta de pura odiosa nieve.
Rapunzel quedo impresionada, nunca en su vida había conocido la nieve, o no lo recordaba. Una sonrisa se formó de sus labios, se veía hermosa así, era la mejor vista que pudiera tener. Pero ella sabe sobre la nieve y yo así que intentó ocultar su asombro y ganas de jugar para seguir caminando.
-¿Te gusta?- pregunté.
-Que- dijo avanzando.
-La nieve- me sentía la peor persona, ella se estaba conteniendo las ganas de tocarla solo por mi.
-Es linda.
Respiré hondo y me agaché para volver a sentir la fría nieve en mis dedos. Fui almacenando la nieve hasta formar una pequeña bola blanca. Me levanté y mire hacia donde estaba Rapunzel y se la arroje. Le cayó en la nuca. Rapunzel dejo de caminar y lentamente se giró para ver quien le había arrojado la bola de nieve.
Volví a lanzarle otra bola de nieve y reaccionó. Hizo su propia bola de nieve y me la arrojó con todas sus fuerzas. Y así comenzó una guerra de nieve. Era divertido.
Cuando nos cansamos y Rapunzel ganó, nos recostamos en la nieve, y comenzamos a hacer ángeles de nieve.
Adoraba escuchar la risa de Rapunzel, era la mi melodía favorita.
-¡Jack mira! ¡Pascal también juega! ¡Y es blanco!- gritó emocionada. Me levanté y mire a la rana de Rapunzel y le sonreí y ella me miró- ¿Que?- dijo sin borrar su sonrisa.
-Me gusta verte sonreír.
Sus mejillas enrojecieron.
Seguimos divirtiéndonos hasta que ya no la escuché.
-¿Punz?- me levanté- ¿Punz?- no la vi y un miedo terrible me invadió-¡Rapunzel!- busqué a su rana y no la encontré-¡Rapunzel! ¡Rapunzel!
Corría por el bosque gritando su nombre desesperadamente hasta que me detuve al verla en un lago congelado.
-¡Rapunzel!- grité dirigiéndome hacia el lago.
-¡Jack!- dijo con una gran sonrisa y al verme esa sonrisa desapareció.
-¿¡Que estas haciendo!?- tomé una rana y lentamente me fui acercando a ella. La saque de ahí y la llevé lejos-¿¡Pero que te pasa!?
-L-lo siento yo... solo quería... perdón.
-¡El hielo podía romperse!- grité furioso- ¡Si no hubiera llegado estarías...
Me callé e intenté tranquilizar mi respiración. Nunca me había molestado con ella y jamás le había gritado.
-Lo siento, no debí gritarte- estaba asustada, asustada de mi- perdóname- me acerqué a ella lentamente.
-Yo lo siento- susurró- fui una tonta.
-No quiero perderte a ti también- me in que susurrándole- no lo soportaría.
Sentí sus brazos a mi alrededor, le correspondí hacia su abrazo.
-Prometo que te enseñaré a patinar, en una pista especial- la miré directamente a los ojos y sonreí- nunca más volveré a gritarte- y la volví a abrazar.
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Mericcup: Prisioner
RomanceHay una prisión, en una parte muy antigua del mundo, un pozo, donde los hombres son arrojados para sufrir y morir. Pero aveces, un hombre asciende de la oscuridad. A veces, el pozo manda algo de vuelta. Hiccup ha vivido dieciocho años en prisión, t...