-Capítulo 22-

1.2K 139 14
                                    

Estaba esperando a Mérida en una fuente junto a Chimuelo. Estaba asombrado, era increíble como el agua salía de es cosa de piedra, pero salía hacia los lados... como un circulo pero no cierra porque entonces el agua cae llenando la fuente. Toqué el agua, era fría pero podía ver mi reflejo en ella, otra cosa muy impresionante.

Chimuelo vio lo que hacia, o tal vez lo entendió mal, ya que el en vez de tomar agua se echó al agua mojándome y haciendo que las personas se me quedaran viendo.

-Chimuelo- le digo en voz baja (igual que siempre) para que venga, pero no me escuchó y no me quedó más remedio que entrar por el.

Al solo verme se echó a correr y yo detrás de el. Lo bueno fue que logré que saliera del agua, lo malo, se aventó contra un señor que estaba de espaldas. Lo mojó de la parte de atrás.

El señor se giró rápidamente mientas yo salía del agua. Tomó a Chimuelo y me lo mostró.

-¿Es tuyo?- preguntó y asentí. Levanté mi vista para verlo. Ojos verdes, cabello castaño amarrado y una larga barba con varias trenzas y una nariz en forma de gota.

Me entregó a Chimuelo, el también me miraba, como Mérida me miraba antes: intentando descubrir algo en mi. Comenzaba a preocuparme que las personas me vieran de esa manera. Según yo no era tan mala mi apariencia para que pasara por una persona normal.

-G-gracias- logro decir.

-Deberías cuidar mas a tu perro, niño- dijo duro y volví a asentir.

-Hiccup- Mérida se puso a mi lado y le sonreí.

-¿Hiccup?- me miró otra vez.

-¿Quién es ese?- me susurró y me encogí de hombros, ella bufó- Nos tenemos que ir. Hasta luego señor...

-Estoico.

Abrí mis ojos al escuchar su nombre.

"-Estoico jamás va a volver, Valka. ¡Acéptalo!
-¡Cállate! Claro que volverá... el me lo prometió.
-Y ahí vas tu y le crees.
-¿Quieres dejar de hablar de eso Gothel?
-No.
-Mami, ¿quién es Estoico?
-¡Hiccup! ¿D-desde cuando estas... estas despierto?
-¿Quien es Estoico? ¿Va a venir?"

"-¡Anda, grítale a Estoico que venga a tu rescate! ¡Dile que lo amas! ¡Dile que eres mía! ¡Qué esperas señora Haddock!"

-¿Estoico H-Haddock?

-¿Te conozco?- preguntó. Así que después de todo el es. El señor que jamás vino por mi madre.

-Usted... aaa... yo... V-Valka... ¿usted la conoce?

El se vio agitado por lo que acababa de decir.

-No... tengo que irme.

-¿Que fue eso? ¿Que paso?- preguntó Mérida una vez que se fue.

-No lo se- solté un bufido- el... había... agh olvidado... no... no es nada.

Había muchas personas que se llamaban igual. El no era el único que se llama así.

Mericcup: PrisionerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora