Rapunzel y yo hemos tenido un día algo... no muy bueno. Nos encontramos con algunos soldados de Pitch llamados "pesadillas", escapamos, eso es lo importante aunque no fue fácil, Rapunzel al verlos se quedó en shock. El miedo se apoderó de nosotros pero cuando por fin hice que reaccionara no paramos de correr.
Nos libramos de ellos pero había algo que a los dos nos preocupaba: Hiccup.
Rapunzel volvió a reclamarme y a enojarse, aunque estaba mas que nerviosa por que lo agarraran. Intentaba converserla de que el pudo haber llegado antes de que lo atraparan, no se la creyó y yo aun intento converserme de que esta a salvo.
Después de que ella descargara toda la furia hacia mi no ha vuelto a hablar. Ni siquiera con su rana.
Había oído de un espectáculo en la noche llamado "linternas flotantes" y supuse que le gustaría.
Tomamos una lancha de madera y esperamos a mitad del mar a que el show comenzara.
-¿Que hacemos aquí?- hablo por primera vez otra vez.
-Es un espectáculo llamado "linternas flotantes" y debemos tener los mejores asientos.
Me sonrió.
-Lamento haberte gritado hace una horas, yo solo...- dijo con la mirada gacha, tome su mano.
-Tranquila, no hay problema- sonreí y comenzamos a ver pequeñas lucesistas y pronto había miles de ellas.
Tanto Rapunzel como yo estábamos sorprendidos. Era una vista bellísima. Rapunzel fue hasta la punta de palanca para verlas mas de cerca y las que estaban próximas a ella las levantaba.
Aproveché el tiempo que estaba distraída para encender las nuestras, ella se percató tiempo después. Se sentó en frente de mi con una hermosa sonrisa y esperó a que le diera la suya. Juntos lanzamos nuestras linternas y observamos un poco mas.
-Rapunzel, ¿alguna vez has besado a alguien?
Ella me miró y se sentó.
-No, ¿tu si?
-Si, fue la jefa de mi padre... Rapunzel, quiero que tu primer beso te lo de alguien que de verdad te quiera.
-¿Como tu?- susurró y asentí. Ella se acercó más a mi, pasé un mechón de su corto y hermoso cabello detrás de su oreja sin despegar la visto de ella. La tome de la cara con cuidado y la besé.
Nuestros labios iban al par, era ese tipo de beso que no le puedes contar a nadie, que te hace sentir estar en las nubes, ese beso que te hace estar feliz y te hace olvidar todo lo demás.
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Mericcup: Prisioner
RomanceHay una prisión, en una parte muy antigua del mundo, un pozo, donde los hombres son arrojados para sufrir y morir. Pero aveces, un hombre asciende de la oscuridad. A veces, el pozo manda algo de vuelta. Hiccup ha vivido dieciocho años en prisión, t...