Mis ojos se abrieron de golpe cuando una fuerte corriente fría se almacenó sorpresivamente en mi cuerpo, al terminar de despertarme bien, pude darme cuenta de que toda mi ropa se hallaba empapada, a lo cual mi cuerpo comenzó a temblar por lo increíblemente helada que se hallaba el agua con la que me empaparon.
Al igual que mis piernas, mis brazos también se hallaban atados. Mi mirada se desvió con inquietud por todas las paredes de lo que parecía ser una vieja habitación, no una en estado de ruinas, más bien como si hubiese dejado de ser usada durante mucho tiempo, y en consecuencia, ahora transmitía cierta aura escalofriante, aunque creo que esto se debía más al motivo desconocido por el cual me encontraba aquí.
Por fin, después de haber pasado desapercibido por mi vista durante algunos segundos, miré hacia adelante, percatándome de la presencia de un hombre alto, con cabellos rubios y ojos café oscuros. Su semblante era serio, pero dejó de serlo en el instante que nuestras miradas se encontraron.
Una sonrisa surcó sus labios, haciéndome sentir confundido y nervioso.
Fue entonces que, de manera abrupta, mis pensamientos fueron invadidos por todos los recuerdos de la noche, el cómo iba camino a casa y unos desconocidos, por lo que veía, me secuestraron.
Lo primero que recordé fueron los rostros de quienes probablemente me trajeron aquí, sin embargo, esto no ayudó nada, porque quien se hallaba frente a mí era totalmente distinto a esos dos. Intenté mirarlo a detalle, con el objetivo de encontrar algún parecido a alguien, o algo que me indicara que conocía a esta persona. Aunque quisiera reconocerlo como alguien inofensivo, sus rasgos solo me recordaron a cierta persona.
Su altura tan imponente, acompañada de su anatomía tan robusta, con ese rostro que de algún modo solo podía describirse como "brusco", me recordaba tanto a las descripciones que daba Eren acerca de Reiner Braun, un escalofrío recorrió mi cuerpo con la simple idea.
Era totalmente ridículo, pero ni siquiera conocía bien el aspecto de Braun a pesar de ser tan sonado en los noticieros que acostumbraba a ver. En realidad mi poca atención dedicada hacia su persona, se debía a que realmente nunca imaginé que podría verlo en persona, antes de involucrarme con Jaeger, e incluso en ese entonces, verme relacionado de alguna manera con algún otro mafioso, tendía a ser una idea tan poco realista en mi cabeza.
Qué equivocado estuve, y como me arrepentía de no haber prestado atención a su aspecto, pues ahora me hallaba muerto de miedo al no tener idea si se trataba de él, u otra persona, aunque de todos modos, sin importar quién fuera, estaba aterrado.
-Supongo que no me conoces-Estuvo en lo correcto-Soy Reiner Braun-Soltó lo que sospechaba, aunque realmente tampoco me impactó demasiado, ya ni siquiera era posible hacerlo más.
-¿Qué hago aquí?-Ignoré lo que intentó decir a continuación, mi desesperación iba más en la necesidad de averiguar lo que estuviera a mi alcance.
-Digamos que, de alguna manera, te necesito-Esto me desconcertó.
¿Realmente que podría querer él de mí?, seguramente muchas cosas que no tuvieran nada que ver con algo bueno, por lo que mi único sentimiento era miedo y angustia.
-Después de haber vuelto a tener una especie de relación laboral con los Jaeger, debo admitir que creí fielmente con que nuestra alianza no tenía dobles intenciones, que realmente íbamos a volver a ser como antes, sin embargo, en la vida lo bueno es difícil de conseguir. Un día común, uno de esos oficiales baratos vino a mí a contarme acerca del plan que tenían en mi contra-Su mirada pasó de ser "nostálgica" a una llena de furia-Me estaba muriendo del coraje con solo pensar que si ese estúpido no hubiera venido de soplón, yo habría caído tal cual estúpido.
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In the hands of the enemy. (EreRi)
FanfictionUn doctor atravesando por la peor etapa de su vida, con la mínima esperanza de que su situación mejore; vive su vida sin mucha entusiasmo. Como cualquier día "normal" en su aburrida rutina diaria, sale a trabajar con pesadez mental. Sin embargo, mie...