Capítulo 17

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La emoción todavía se hallaba muy prendida a mis pensamientos, a pesar de que cuando Pixis aceptó la alianza con los Jaeger fue hace poco, mis ansias por contarle a Zeke ya se hallaban desbordantes, aunque tenía que esperar al menos un poco hasta contactarme con uno de ellos, esto con el objetivo de no levantar sospechas por parte de nadie.

Vi como Hange recién venía de la cocina con una charola y dos tazas en ella, pero hasta donde yo me encontraba sentado, venía el aroma a té de manzanilla. No podía decir que extrañé el té durante este tiempo, porque en toda mi estancia en la mansión de Eren, literalmente, el ochenta por ciento de líquido que bebí, fue té.

Esto me resultaba un tanto irónico, porque estando en el hogar de Eren junto a él, aún sentía que extrañaba mi vida de antes, tampoco tanto como para no poder vivir sin ello. Y ahora que he vuelto a lo que se supone es mi vida, siento que extraño demasiado al castaño, no obstante, esta vez sí puedo decir con seguridad que podría volverme loco si tuviera presente el hecho de no volver a ver al mafioso.

En realidad, lo echaba mucho de menos, pero no al grado de sentirme muy triste, pues sabía que en poco tiempo me reencontraría con él.

Bien, aunque siendo sincero, aunque Zeke ya me había dicho que el castaño solo me dijo todo eso por alejarme para protegerme, eso no quitaba que aún continuaba un poco herido. Evidentemente, al verlo le reclamaría por eso.

-Estoy tan feliz de que hayas vuelto en una pieza, Levi-Confesó la castaña en un tono de voz triste-No tienes idea de cuanta angustia pasé por todo este tiempo, temía tanto no volver a verte.

De nueva cuenta, esa culpa llegó de golpe en respuesta a sus palabras. Fue demasiado egoísta de mi parte querer quedarme con Jaeger sin detenerme a pensar en lo mal que podrían sentirse a quienes les importaba, pensé en mi felicidad y dejé de lado la preocupación que sintió Hange, y no tenía idea de como compensarle toda su importancia hacia mi persona.

-Yo también me alegro de verte. Te extrañé mucho durante este tiempo-Eso era cierto, porque aunque fuera feliz junto al castaño, no quitaba que echara de menos a mi amiga-Lo importante es que estamos juntos, y ya no hay porque recordar cuando estuvimos distanciados. Mejor cuéntame qué ha pasado en torno a nuestro ambiente-Pedí con una pequeña sonrisa.

-Bueno, realmente no ha pasado la gran cosa, en el hospital todo va bien, aunque todavía algunos compañeros siguen preguntando si ya estás con nosotros. Se pondrán muy felices cuando sepan que regresaste.

Realmente, no me hallaba muy seguro de si me sentiría cómodo al regresar a trabajar, es decir, quería ir a hacerlo porque a pesar de quejarme mucho, amaba mi trabajo, sin embargo, no me creía lo suficientemente paciente para estarle contestando a todos los demás compañeros sus preguntas acerca de la situación. Podría estar sacando conclusiones apresuradas al dar por hecho que me preguntarían qué sucedió, no obstante, son curiosos, sabía que lo harían.

Pero por el momento intentaría no pensar en eso, aún faltaba un poco para que volviera al hospital. Podía relajarme los días restantes respecto a eso.

-No sé si sea bueno que te lo diga-La de lente comenzó a rascar con efusividad su nuca antes de hablar-Pero Erwin tuvo algunos problemas con su novia después de tu desaparición.

-¿Por qué?-Sentí curiosidad, se suponía que ellos iban de maravilla en su relación, por eso me resultó extraño.

-Es que digamos que desde que desapareciste, Erwin no paró de buscarte y no quería hacer otra cosa más que investigar todo lo relacionado, literalmente su único deseo era encontrarte-Dejó salir un leve suspiro-Él acudió a mí para preguntarme todo lo que sabía, y como yo también quería que aparecieras, comencé a frecuentarlo para saber si había avances. En una de esas charlas, me contó que su relación parecía ir en decadencia.

In the hands of the enemy. (EreRi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora