Desde que dejé a Madelaine en su casa después de aquel día en el centro comercial, no podía dejar de pensar en ella. Cada vez que cerraba los ojos, veía su sonrisa, escuchaba su risa, sentía la calidez de su mano en la mía. Era como si todos mis pensamientos estuvieran llenos de ella. No podía concentrarme en nada más.
Una tarde, mientras revisaba nuestros mensajes, sentí que necesitaba hablar con alguien sobre lo que estaba pasando por mi cabeza. Llamé a mis amigos, Noah y Tyler, para ver si querían salir a pasar una tarde juntos. Necesitaba su consejo y su perspectiva sobre mis sentimientos hacia Madelaine.
Nos encontramos en nuestra cafetería habitual, un lugar tranquilo donde solíamos pasar el rato. Pedimos nuestras bebidas y nos acomodamos en una mesa en una esquina, alejados del bullicio del lugar. Noah y Tyler comenzaron a bromear y a hablar de cualquier cosa, pero yo estaba distraído, pensando en cómo abordar el tema que me tenía tan preocupado.
-Noah, Tyler- comencé, tratando de sonar casual, -necesito hablar con ustedes sobre algo importante-
Ambos me miraron, dejando de lado sus bromas. -¿Qué pasa, Malachi?- preguntó Noah, con una nota de preocupación en su voz.
-Es sobre Madelaine- dije, sintiendo una oleada de nerviosismo. -No puedo dejar de pensar en ella. Desde que empezamos a pasar más tiempo juntos, me he dado cuenta de que mis sentimientos por ella son mucho más fuertes de lo que pensaba-
Tyler sonrió, dándome una palmada en la espalda. -Eso es genial, amigo. Madelaine es increíble. Pero, ¿por qué te ves tan preocupado?-
Suspiré, tratando de encontrar las palabras correctas. -Porque no sé qué hacer. No quiero arruinar nuestra amistad ni hacer algo que la ponga incómoda. Pero al mismo tiempo, quiero ser honesto con ella y decirle lo que siento-
Noah se inclinó hacia adelante, apoyando los codos en la mesa. -Malachi, parece que ya sabes lo que quieres. La pregunta es cómo hacerlo sin que se sienta presionada o incómoda-
-Exactamente- respondí. -No quiero apresurarme ni hacer que las cosas sean raras entre nosotros-
Tyler asintió, pensativo. -Entiendo. Tal vez deberías buscar un momento adecuado para hablar con ella. No tiene que ser algo grande o dramático. Solo un momento en el que puedan estar tranquilos y tener una conversación honesta-
Asentí, agradecido por su consejo. -Eso suena bien. Pero, ¿y si ella no siente lo mismo? ¿Y si esto cambia todo entre nosotros?-
Noah sonrió. -Malachi, si hay algo que he aprendido sobre las relaciones es que la honestidad siempre es la mejor política. Si Madelaine no siente lo mismo, al menos sabrás que fuiste sincero. Y si ella sí siente lo mismo, entonces habrás dado el primer paso hacia algo más-
Tyler agregó, -Y además, Madelaine es una persona increíblemente comprensiva. Si alguien puede manejar una conversación honesta, es ella-
Sentí una oleada de alivio al escuchar a mis amigos. Sabía que tenían razón. Necesitaba ser honesto con Madelaine y darle la oportunidad de saber lo que realmente sentía. Tomé un sorbo de mi café, sintiéndome un poco más tranquilo.
-Gracias, chicos- dije, sonriendo. -Realmente necesitaba escuchar eso-
Pasamos el resto de la tarde hablando y riendo, como solíamos hacer. Pero ahora, sentía que tenía un plan, una dirección. Sabía que debía hablar con Madelaine, encontrar el momento adecuado y ser sincero con ella.
Mientras conducía de regreso a casa, mi mente seguía trabajando en lo que iba a decir. No quería hacer un gran espectáculo, solo ser honesto y claro. Sabía que tenía que encontrar el momento adecuado, un momento en el que ambos pudiéramos hablar sin interrupciones.
Esa noche, antes de dormir, revisé nuestros mensajes una vez más. Cada palabra, cada broma, cada comentario me recordaba lo mucho que significaba para mí. Y supe que no podía seguir guardando estos sentimientos para mí mismo.
Los días pasaron, y seguí buscando el momento adecuado para hablar con Madelaine. Seguimos saliendo, riendo y disfrutando de nuestra compañía. Cada día que pasaba, mis sentimientos se volvían más claros y más fuertes.
A pesar de mis dudas y miedos, había algo que no podía ignorar: la conexión especial que sentía con Madelaine. No era solo una atracción superficial; sentía que realmente entendíamos y apoyábamos a nivel profundo. La idea de confesarle mis sentimientos se volvía cada vez más necesaria y urgente, pero también me daba cuenta de que necesitaba ser paciente y esperar el momento adecuado.
Mientras tanto, Tyler y Noah continuaban brindándome su apoyo. Cada vez que salíamos, me alentaban a seguir adelante, a no dejar que el miedo me paralizara. Agradecía tener amigos como ellos, que podían escucharme y aconsejarme sin juzgarme.
Una tarde, mientras estaba sentado en mi habitación, recibí un mensaje de Madelaine. Estaba hablando sobre una película que había visto recientemente y me hizo reír con sus comentarios ingeniosos. En ese momento, supe que no podía seguir guardando estos sentimientos para mí mismo. Tenía que encontrar el valor para ser honesto con ella, sin importar el resultado.
El miedo al rechazo era real, pero también lo era el deseo de ser sincero con Madelaine. No quería perder la oportunidad de construir algo especial con ella por no atreverme a expresar lo que sentía. Era un riesgo que estaba dispuesto a tomar, porque sabía que valía la pena.
Y así, con el apoyo de mis amigos y mi determinación renovada, me preparé para el momento en que finalmente podría abrir mi corazón a Madelaine. No sabía cómo respondería, pero sabía que ser honesto era lo mejor que podía hacer. Y con esa convicción, esperé pacientemente el día en que nuestras vidas cambiarían.
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