ViernesFinalmente, viernes, el día que Madelaine tanto había esperado. Se encontraba tan emocionada de la idea de poder conocer a alguien, en realidad no tenía una vida amorosa muy activa, por decirlo de alguna manera, sino que más bien solía ser algo tranquila, acostumbraba a ser una persona algo exigente con quienes le rodeaban y más si se trataba de chicos con los que podría llegar a salir.
Sin embrago esta vez se sentía diferente, la idea del que podría ser la hacía sentir emoción.
Se levanto desde las 8:00 am con toda la actitud positiva, lista para lo que le deparará el día.
Tras el sonar de su alarma se puso de pie y dirigió hacia la ventana buscando que entrara algo de luz a la habitación, pero al parecer no sería un día soleado, si no mas bien uno nublado pero eso no haría que el día fuera malo, en realidad amaba los días nublados y eso haría que todo fuese mejor.
Se vistió con algo deportivo ya que planeaba salir a caminar un poco pero no sin antes bajar por su batido favorito.
-Buenos días- saludó felizmente a los chicos que estaban ya desayunando
-Buenos días- contestaron sus amigos viendo cómo la chica irradiaba felicidad
-Nos levantamos temprano- mencionó Milo sabiendo perfectamente el porque
-Claro, hoy será un buen día- tras lo dicho tomó su batido y salió a realizar su pequeña caminata
-El amor adolescente- hablo Meg mientras veía a la chica partir
-Espero que sea una buena cita la que le espera hoy- para Milo ella era como su hermana menor y siempre le desearía lo mejor
-Yo digo que si lo será- mencionó positivo Mekonnen
-Y tú Malachi?- preguntó Meg tras ver al chico algo callado
-Le irá bien- limitó a hablar
-No, yo hablo de tu novia, no de Madelaine-
-Ahh si, pues lo normal- la mente de Malachi estaba lo suficientemente ocupada como para si quiera pensar en algo más
-Lo normal?- cuestionó esta vez Milo
-Si, ya no más discusiones- tras su última respuesta sólo se puso de pie y salió de aquel lugar, parecía interrogatorio para el
Por otro lado Madelaine disfrutaba del clima nublado h algo húmedo mientras caminaba por las calles de Nueva Zelanda, escuchando música y tal vez preparando un poco su mente para no decir alguna tontería frente al chico.
Volviendo de su caminata llegó a desayunar algo para luego marcharse hacia su habitación donde comenzaría a prepararse, ducharse, maquillaje, outfit, cabello y todo lo necesario.
-Meg, podría venir a mi habitación, por favor- llamo Madelaine a su amiga por celular
-Claro, ya voy- contestó desde el otro lado de la línea para luego colgar la llamada