C5 - Tiritaba En Aquel Tiroteo

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Nicolas, el antiguo portador del elemento de la guardia real, caminaba por las calles Riojanas en un día común, como cualquier otro. De repente, una luz incandescente iluminó su rostro desde un callejón oscuro. Asombrado, vio abrirse un portal mágico ante sus ojos. De él, salió Satur de un salto, con una sonrisa que rápidamente se transformó en horror, pues sabía que Nicolas, aunque había nacido hechicero en el último reinicio, había olvidado todo su pasado mágico y ahora solo era un humano más.

"Nicolas," dijo Satur con voz temblorosa. "Puedo explicarlo."

Nicolas, con los ojos abiertos de par en par, respondió: "Lo sabía, Satur. Sabía que no estaba loco."

Satur, sabiendo que debía borrarle la memoria, pensó en Lucas. Tomó su celular y le envió un mensaje urgente a Lucas, pidiéndole que viniera y borrara la memoria de Nicolas, junto con la ubicación exacta. Satur sabía que Lucas tardaría en llegar, ya que cualquier hechicero pierde sus cosas mundanas, incluyendo el celular, cuando está transformado.

"No necesitas explicarme nada," continuó Nicolas. "Todos los días sueño con terribles pesadillas en las que me enfrento a dragones y brujas para salvarte una y otra vez. Se sentía tan real que sabía que no podía ser falso."

"¿Me estás diciendo que recordas tu pasado?" preguntó Satur, incrédulo.

"Se siente tan irreal, como si me estuviera volviendo completamente loco. Pero sí, recuerdo gran parte de ese tal pasado que nombras. Llévame a ese mundo, por favor."

Satur, con el corazón pesado, apenas alcanzó a decir: "Me encantar..."

Antes de que pudiera terminar la frase, una varita apuntó a la cabeza de Nicolas. Satur murmuró: "No temas."

"Por favor, no..." suplicó Nicolas, mientras una lágrima brotaba de sus ojos. Poco a poco, un hilo de oro salió de su cabeza. En el hilo de oro se podían apreciar, como un eco lejano, las voces de la conversación que había ocurrido hacía menos de cinco minutos. Todo fue olvidado. Lucas transportó a Nicolas a su casa con un simple hechizo y miró a Satur con un rostro enojado y desilusionado.

"Yo... no sabía que podía estar aquí," tartamudeó Satur.

"Ese es el problema," replicó Lucas. "No tenes tu magia, no podes ver antes de transportarte quién está cerca. Solo saltas portales como si fuese lo más normal del mundo para un humano. Si no me hubiera transformado a tiempo y visto tu mensaje, no habría podido borrar su recuerdo. Casi pones en peligro al mundo mágico. Y no me digas que Nicolas era un hechicero, porque ahora no lo es, como vos tampoco." Levantó su varita y desapareció.

Satur quedó tan confundido y sin entender por qué algo así podría haberle afectado tanto, más cuando se trató de un error. Intentó olvidarse rápido de esa situación, pero las palabras de que ya no era un hechicero comenzaron a atormentarlo. Recuerdos de cuando era un niño que no podía hacer magia, o hace unos años cuando no podía controlar el fuego, lo hicieron sentir vulnerable.

Tomó su celular y le envió un mensaje a Luciano. Sabía que Lucas, en su enojo, no le abriría el portal, pero Luciano no lo dudó ni un segundo y le abrió un portal a la distancia al mundo mágico. Satur lo atravesó y vio a su pareja volando por los cielos. Trató de llamar su atención sin éxito alguno.

"¡Hey! ¡Volemos juntos!" gritó Satur.

Lucas bajó la mirada y aterrizó con un golpe fuerte en el piso. Su magia provocó un viento fuerte que empujó un poco a Satur. "¿Volar juntos? Para eso deberías tener alas..."

"Eu, basta," respondió Satur. "Sabes perfectamente que, aunque no tenga mi magia ahora, es temporal y en cualquier momento va a resurgir. Siempre resurge."

"¿Y si ahora no resurge?" replicó Lucas. "No te das cuenta, ¿acaso? La caja de cristal no te eligió. Siempre decías que la caja, el árbol de cristal o lo que sea que elija quién es y quién no es hechicero nunca se equivoca. Y si me eligió a mí como rey y no a vos, es por un solo motivo: soy yo quien debe cuidar este mundo. Debo darle prioridad a la corona y a esta tierra."

Satur comenzó a lagrimear. Con su voz entrecortada, intentó explicarle que el amor es más importante que cualquier otra cosa y que hay que darle prioridad a eso.

"¿Prioridad al amor?" Lucas replicó. "Ya no soy ese hechicero. Las cosas cambian, Satur. Ese es tu problema, nunca cambias. Soy el hechicero de la libertad y voy a poner a mi elemento y mi corona por encima de quien sea. Y si no te gusta, deberías irte de este mundo para siempre. Al fin y al cabo, no se admiten seres no mágicos aquí. Nos pones en peligro."

"Pero..."

"Pero nada. Si no fuera por mí o Luciano, ni siquiera podrías entrar al mundo mágico. Estamos rompiendo reglas que no debería haber permitido." Levantó su varita y, en la espalda de Satur, abrió un portal gritando "PORTALUS!"

"¡NO ME IRÉ A NINGÚN LADO!" gritó Satur. Comenzó a correr hacia el castillo cuando otro portal se abrió ante él, logrando esquivarlo al tropezar.

Las lágrimas, los gritos y sollozos se intensificaron. No podía creer que, de un momento a otro, su gran amor se había convertido en un monstruo capaz de hacer cualquier cosa solo para conseguir lo que quería.

Satur, en el suelo, llorando y tapándose los ojos, le pidió al universo que le devolviera su magia para poder mostrarle a Lucas que todo estaría bien. Lo único que sintió fue una varita en su pecho.

"¿Vas a matarme? ¿Eso es lo que queres hacer? ¡LÁNZALO, DALE! ¡NO ES MUY DIFÍCIL, MORTUM FE, DALE! ¡SI TENES HUEVOS, HACELO!"

"¡ANDATE! ¡MALDIGO EL DÍA QUE TE CONOCÍ, MALDIGO EL DÍA EN QUE TE DIJE QUE TE QUERÍA! ¡ANDATE, NO TE AMO MÁS!"

"Para tu mala suerte, no me iré a ningún lado. Soy el hechic..."

Lucas lo levantó del cuello con sus manos y lo miró con sus ojos iluminados de magia. Cuando su varita preparaba un hechizo devastador, Satur lo pateó en donde más le dolía y comenzó a correr mientras tosía. Una vez más, un portal se abrió frente a él, una luz cegadora en su espalda y un dolor intenso lo obligaron a atravesarlo. Cayó al suelo de su departamento mundano, el portal se cerró y Satur quedó acostado, preguntándose cómo, una vez más, todo se había derrumbado si todo estaba tan bien.

Los 4 Reyes Hechiceros "El legado de los elementos"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora