Los 4 Reyes Hechiceros "El legado de los elementos"

C4 - Los Celos de la Libertad

La relación entre Lucas y Satur había empezado a mostrar grietas. Los celos de Lucas hacia Luciano se intensificaban día a día, alimentados por las inseguridades que surgían de su pasado y las crecientes responsabilidades como Rey Hechicero de la Libertad. Mientras tanto, Satur, atrapado entre su amor por Lucas y su responsabilidad hacia el nuevo hechicero, se sentía cada vez más aislado.

La Tormenta Se Acerca

Un día, mientras Satur y Luciano practicaban magia en el bosque del mundo mágico, Lucas observaba desde la distancia. Aunque intentaba mantenerse tranquilo, cada risa compartida entre Satur y Luciano, cada gesto de apoyo, se convertía en un recordatorio de sus propios miedos y dudas.

Lucas: (pensando) ¿Por qué me siento así? Este debería ser un momento de felicidad, no de celos. Pero cada vez que veo a Satur con Luciano, no puedo evitar sentir que estoy perdiendo algo importante.

Lucas sabía que tenía que hablar con Satur sobre sus sentimientos, pero el miedo al rechazo y a parecer vulnerable lo retenía. En lugar de enfrentar la situación, comenzó a distanciarse, sumergiéndose más en sus deberes reales y dejando que el resentimiento creciera en su interior.

Un Nuevo Amanecer para Luciano

Mientras tanto, el progreso de Luciano en sus estudios mágicos era sorprendente. Había descubierto que su elemento naranja representaba Vitalidad, un poder que le permitía influir en la energía de otros seres vivos, fortaleciéndolos y sanándolos.

Satur, impresionado por la habilidad de Luciano para manejar su nuevo elemento, lo alentaba a seguir explorando su magia.

Satur: —Luciano, tu conexión con la Vitalidad es algo único. No solo puedes curar, sino también potenciar las habilidades de los demás. Esto podría ser invaluable para nuestra comunidad mágica.

Luciano, aunque emocionado por sus descubrimientos, notaba la creciente distancia entre Satur y Lucas. —Satur, no quiero causar problemas entre tú y Lucas. Puedo sentir que algo está mal.

Satur: —No te preocupes por eso, Luciano. Lucas y yo tenemos cosas que resolver, pero no es culpa tuya. Estoy seguro de que todo se solucionará.

A pesar de las palabras tranquilizadoras de Satur, el ambiente entre los tres se hacía cada vez más tenso.

La Conversación Pendiente

Finalmente, Lucas decidió enfrentar sus temores. Una noche, cuando el cielo estaba cubierto de estrellas, buscó a Satur en su lugar favorito: un claro en el bosque donde la magia de las estrellas parecía más fuerte.

Lucas: —Satur, tenemos que hablar.

Satur, que había estado contemplando el cielo, se giró para mirarlo. —Sí, lo sé. Hemos estado evitando esto por mucho tiempo.

Lucas respiró hondo, tratando de encontrar las palabras adecuadas. —Siento que te estoy perdiendo, Satur. Siento que Luciano está ocupando un lugar que solía ser mío, y no sé cómo manejarlo.

Satur dio un paso hacia él, intentando acortar la distancia que había crecido entre ellos. —Lucas, nadie puede ocupar tu lugar. Te amo, y siempre te amaré. Luciano solo necesita nuestra guía. No significa que tú y yo seamos menos importantes el uno para el otro.

Lucas: —Es fácil decirlo, pero cada vez que te veo con él, no puedo evitar sentir que algo ha cambiado.

Satur buscó la mano de Lucas, queriendo transmitirle la sinceridad de sus palabras. —Nada ha cambiado entre nosotros, Lucas. El mundo mágico nos necesita, sí, pero yo también te necesito a ti. Tenemos que ser fuertes juntos, no dejar que esto nos separe.

Lucas, aunque reconfortado por las palabras de Satur, todavía sentía una sombra de duda en su corazón. —Lo intentaré, Satur. Pero necesito tiempo para procesar todo esto.

Una Decisión Impulsiva

Los días pasaron, y aunque Lucas trataba de controlar sus celos, la aparición de Nicolas, un antiguo hechicero con recuerdos del pasado, empeoró las cosas. Ver a otro humano común con potencial mágico recordó a Lucas de lo volátil que era su mundo y de cómo los recuerdos y secretos podrían destruir lo que él había trabajado tanto para construir.

En un momento de frustración, Lucas decidió visitar el mundo humano para despejar su mente. Sin embargo, lo que encontró solo añadió leña al fuego de sus inseguridades.

Mientras caminaba por las calles de La Rioja, Lucas notó cómo la gente vivía sus vidas sin preocuparse por el mundo mágico. La normalidad y simplicidad de sus vidas contrastaban con la complejidad de la suya, y por un instante, envidió su ignorancia.

De regreso al mundo mágico, Lucas se encontró a sí mismo cada vez más retraído y distante. Satur intentaba romper las barreras que se habían levantado entre ellos, pero Lucas, cegado por el miedo y la inseguridad, no permitía que Satur se acercara.

El Conflicto Final

La confrontación entre Lucas y Satur alcanzó su punto máximo una noche, cuando Lucas vio a Satur y Luciano practicando un nuevo hechizo que parecía vincular sus energías de una manera que él nunca había experimentado.

Lucas: —¡Satur! ¿Qué está pasando aquí? ¿Por qué él puede hacer esto contigo y yo no?

Satur, sorprendido por la intensidad de las palabras de Lucas, respondió con calma. —Lucas, esto es parte de su entrenamiento. No significa nada más que eso.

Lucas: —¿De verdad esperas que crea eso? Siento que estoy perdiendo el control de todo lo que amo. Incluso tú.

La desesperación en la voz de Lucas era palpable, y Satur se dio cuenta de que debía actuar antes de que las cosas empeoraran.

Satur: —Lucas, no podemos dejar que estos celos destruyan lo que hemos construido juntos. Nuestro amor es más fuerte que esto. Pero necesitamos trabajar en ello, juntos.

Lucas, sin embargo, estaba demasiado consumido por sus emociones. Las palabras de Satur, aunque sinceras, no lograron calmar la tormenta que se había desatado en su interior.

Lucas: —No puedo hacerlo, Satur. No mientras siento que estoy perdiendo todo lo que es importante para mí. - Levanto su varita y abrio un portal cerca de Satur insinuando qué debia regresar al mundo humano

Con un gesto de frustración, Lucas se alejó, dejando a Satur en el claro, con el corazón pesado y lleno de incertidumbre.