Los últimos días la vida ha sido la misma, vivo en una rutina en la que me tratan mal todos los días, sin importar lo que haga. Ivan grita, me empuja, me golpea y me llama todo tipo de cosas horribles. No sé cuánto tiempo más podré tolerar su mal trato hacia mí.
Durante el día soy la más feliz porque él siempre está en su oficina o se va a hacer negocios. Todavía no sé qué es exactamente lo que hace y no me atrevo a preguntar. Paso mis días leyendo libros y últimamente me he encariñado con los animales que tiene aquí, tiene tantos caballos y animales exoticos. Me gusta ir a tocar los caballos y pasar un rato allí con ellos acostada sobre las pacas de heno leyendo un libro.
Estoy a punto de salir cuando me topo con Ivan, inmediatamente agacho mi mirada.
—¿Adónde vas?
—Voy a las caballerizas.
—Mmmm......¿Ya se acabó tu período?
Mi período había terminado hace 2 días, pero no le hiba a desir eso. Iba a mentir porque no quería que él supiera, ya sabía que quería tener sexo y yo no quería. Para mí el sexo tenía que ser consensuado entre ambas personas y él se había aprovechado de mi y quitarme lo mas valioso que tenia. Si podía evitar que sucediera eso por unos días más mejor para mi al menos tenía que intentarlo.
—No, todavía tengo mi período.
—Mmm que raro, te estas desangrandote a la verga pues, ven conmigo.
—Que pero por que?
—Solo sígueme antes de que te arrastre de las greñas orale muevete!!!
Iván me lleva a una sala de juegos donde tiene una mesa de billar, mesa de póquer. Tambien hay una pared llena de diferentes licores cerca de una barra donde hay diferentes variedades de puros. La habitación huele a cuero, a tabacoo y a colonia masculina.
—Quítate la ropa.
—Pero ¿por qué yo...no esque yo........
—Quítate la maldita ropa o te la arrancaré yo mismo!!!!
Lentamente comienza a quitarse el vestido y este cae al suelo; se queda en bragas y sujetador. Permitiéndome ver su cuerpo perfecto con esas curvas que me encantan.
—Quítate todo!!!
—Ivan por favor no, no quiero.
—A mi me vale verga lo que quieres o no quieres, te dije que te lo quites todo!!!
Ella hace lo que le digo, está llorando y sus últimas prendas caen al suelo.
—Maldita mentirosa mentiste acerca de estar en tu período!!!!
—Ivan por favor lo siento yo...yo...
—Callate!!!
Le doy una fuerte bofetada en la cara haciéndola perder el equilibrio y cayó al suelo. Luego voy y la agarro del brazo con fuerza y la levanto y la agarro por el cuello y le pongo presión.
—Odio a las viejas mentirosas, estás a punto de pagar por tu mentira pendeja!!
La agarro por el cabello y la enpujo haciendola acostar parte de su cuerpo boca abajo sobre la mesa de billar. Me desabrocho los pantalones y saco mi pene palpitante. Le abro las piernas de una patada y la penetro de golpe. Un grito se le escapa, ella intenta moverse pero mantengo su cabeza en su lugar mientras grita y llora.
—Por favor que alguien me ayude de este maldito monstruo por favor alguien ayudaaaaa!!!!!!
—Si grita eso me excita mucho.....grrrrmmm.....
—Figlio di puttana, ti odio così tanto che sei un fottuto animale
(Hijo de puta, te odio tanto eres un maldito animal)
—Callate ¿Cuántas putas veces tengo que decirte que hables español? Te mostraré cómo respetarme ya veras.
Sigo embistiéndola con fuerza, agarro su trasero y lo golpeo lo más fuerte que puedo dejando mis palmas marcadas en su delicada y suave piel. La agarro por las caderas y me entierro más profundamente dentro de ella, la embisto cada vez más fuerte haciendo que la mesa de billar se mueva de su posición. Escucho sus lloridos cada vez que me muevo dentro de ella. Me agacho, y beso y mordisqueo su espalda, dejando varias marcas alli. Nunca dejo mis movimientos, sigo hundiéndome profundamente dentro de ella con toda mi fuerza. La agarro por el cabello y lo tiro con fuerza y empiezo a mordisquearle el lóbulo de la oreja. Ella intenta alejarse de mí pero no la dejo.
—Te gusta así verdad, por eso me desafías tanto, eres una zorrita que le gusta sentir toda mi verga enterrada muy dentro de ti. Mmmm estas tan apretadita mmm deliciosa ammmm......mamacita.
Sigo chocando mi cuerpo contra el de ella a muy alta velocidad no puedo controlarme, después de unas cuantas embestidas más me corro dentro dejando todos mis retoños dentro de ella.
Finalmente terminó, pero todavía está acostado encima de mí. Puedo escuchar su respiración agitada en mi oreja y sentir ese líquido cálido corriendo entre mis piernas.
Luego siento que se levanta de mí pero antes me deja un beso en la espalda. Me congelo y me quedo ahí acostada sin moverme solo llorando en silencio, justo en ese momento siento que me golpea el trasero con fuerza.
—¿Quieres que te de mas o qué?
Ella se levanta lentamente y se cubre, luego recoge su ropa del suelo y se la pone sin decir una palabra. Me acerco a ella y inmediatamente se pone tensa.
—Espero que hayas aprendido la lección de no mentirme, dime ¿aprendiste la lección?
—Ss..si
La acerco hacia mí y le dejo un beso desesperado en los labios mordiéndolos fuerte hasta que sangren se le escapa un pequeño grito y la dejo ir.
—Ve a tu habitación, ya no tienes permiso de salir hoy.
La miro irse con la cabeza gacha y lo único que oigo es que corre las escaleras hacia arriba. Durante el resto del día, no salió de su habitación ni comió un solo bocado.
Me encerré en mi habitación e inmediatamente me duché para tratar de deshacerme de su toque. Por mucho que talle mi piel me sentí sucia me sentí usada. Despues de terminar me puse mi pijama, no sé cuánto lloré y lloré. Solo quería estar de vuelta en casa, ver a mis padres tener mi vida normal de vuelta y fuera de esta terrible pesadilla que me estaba comiendo viva. Despues de tanto llorar y llorar me quede dormida.
