Tan pronto como llegamos a casa, abro rápidamente la puerta de la camioneta y casi corro adentro para alejarme de él porque no tengo idea de lo que me va a hacer. Siento sus pasos acercándose a mí. Intento abrir la puerta principal y estoy temblando, ni siquiera puedo agarrar bien el pomo de la puerta. Luego siento su respiración justo detrás de mí, que me pone la piel chinita, pone su mano encima de la mía y me abre la puerta. Entro rápidamente y corro las escaleras arriba. No miro hacia atrás, pero puedo sentir su mirada. Para mi mala suerte, por lo rápido que estoy tratando de alejarme de él, tropiezo con mi vestido largo y caigo en los escalones, luego lo veo elevándose sobre mí simplemente mirándome.
-¿Por qué tienes tanta prisa? no te vas a escapar de tu castigo perrita.
-Ivan juro que no hice nada por el amor de Dios, tuviste a mi lado todo el tiempo. No te falté el respeto, por favor no me lastimes, por favor no.
-Callate!!!!
Sin pensar la abofeteé y ella gritó y lloró de dolor. La levante de las escaleras y la agarré del pelo con fuerza y la llevé a su habitación.
-Iván por favor por favor déjame ir me estás lastimando!!!
-Cierra la puta boca!!!
La tiro con fuerza y ella cae al suelo y llora.
-Ponte de rodillas y haz tu trabajo perrita.
-Que???
-Ponte de rodillas, ¿estás sorda o que chingados?
Con mi cuerpo tembloroso me arrodillo frente a el y él me mira con esa mirada tan obscura que tiene. El se desfaja la pistola y la pone en la mesita de noche, luego comienza a desabrocharse los pantalones y los deja caer. Puedo ver su bulto en sus boxers de su creciente erección. Se baja los boxers y deja salir su pene y comienza a masajearlo mientras jadeos escapan de su boca y me mira. Yo solo miro al suelo, no quiero mirarlo.
-Mira como me pones, acércate y coloca esa boquita tuya alrededor de mi verga.
Luego lo veo agarrar su arma y apuntarme y no tuve otra opción que hacer lo que él quería, me agarró con fuerza del cabello y me enpujo hacia el.
-Abre la boca!!!!
Ella hizo exactamente lo que le dije y empujé su cabeza hacia mí para que mi pene pudiera entrar en su boca al menos lo que cabía en ella.
-Será mejor que no me muerdas. Aaaammm.....que rico sigue moviéndote chiquita!!!
Su calidez alrededor de mi verga se sentía tan bien. La miré, tenía los ojos cerrados, le acaricié la mejilla y le masajeé la cabeza mientras seguía mamandome la verga.
-Mírame mientras me la mamas quiero que veas quién es tu dueño, quiero que tengas mi imagen penetrada en tu cabeza.
Lo miré tal como me ordenó, me dio una sonrisa picara mientras comenzaba a empujar mi cabeza cada vez más fuerte, mis ojos se llenaron de lágrimas y seguí atragantándome porque él golpeaba la parte posterior de mi garganta, mis lágrimas corrían por mis mejillas, sus gruñidos y Jadeos llenaron la habitación, hizo muecas llenas de placer y echó la cabeza hacia atrás. Seguí teniendo arcadas. Nunca había hecho esto antes.
-Ammmmgrrrr.....siii siii que ricoooommm Me voy a correr y te lo vas a tragar todo.
Después de unos cuantos movimientos más sentí un líquido tibio invadir mi boca y como su pene vibraba dentro de mi boca. Sus gruñidos se hacían cada vez más fuertes me tragué todo el líquido y él solo me miró fijamente y sonrió y me dio unas cuantas palmaditas en mi cabeza y arregló sus boxers y pantalones.
-¡¡Levantate!!
Se levantó, sus ojos estaban brillantes y las lágrimas seguían cayendo de sus hermosos ojos grandes, su rímel estaba corrido, ella evitó el contacto visual a toda costa.
-Mírame!!
Me acerqué a ella, le limpié las lágrimas de la cara y agarró su barbilla con fuerza y me pongo frente a su cara.
-Gracias por el buen servicio perrita, tengo mucho que enseñarte, ve a ducharte y a dormir.
Luego paso junto a ella y salgo de su habitación. La escucho llorar como suele hacer todos los días.
Me sentí como si fuera una esclava sexual, eso era justo lo que yo era para el. Él satisface sus necesidades conmigo cuando le da la gana y yo no pude hacer nada al respecto. Él se aprovecha de mí en cada vez que puede, humillándome y abusando físicamente de mí.
Me duché, me talle y talle desesperada por no sentirme sucia como me he sentido emocionalmente todos los días desde que llegué aquí.
Minutos después salí de la ducha y me puse el pijama. Tenía tanta sed, el no me permite salir de mi habitación después de las
10 p. m., pero tengo tanta sed que salí silenciosamente de mi habitación, bajé las escaleras y entré a la cocina, tomé un vaso de agua y me lo bebí todo. Vertí más agua en el vaso, justo cuando estaba a punto de beberlo sentí una presencia que me hizo soltar el vaso de agua dejandolo caer al piso y verlo rompiéndose por completo en pedazos.
-Aaa....perdon me asustaste....yo..yo..lo recogeré. Lo siento mucho, Ivan.
El me miró sin emoción, rápidamente di un paso adelante y sentí un ardor y como se enterraba un pedaso de vidrio en mi pie, no me importó, me arrodillé y rápidamente comencé a limpiar el vidrio restante, sabía que se iba a enojar conmigo por esto. Luego sentí una mano agarrarme con fuerza y levantarme.
-Sientate aqui.
Fui y agarré el botiquín de primeros auxilios, me puse de rodillas y agarré su pequeño pie, saqué el trozo de vidrio y le di unas palmaditas suaves en la herida con alcohol que la hace estremecerse e intentar quitar el pie de mi agarre, pero lo jalo con fuerza. Su piel suave se sentía tan delicada rozando contra mi mano, me encanta. Comencé a soplarle con mi boca a la herida y al final le puse una pomada para que no se le infectara y un curita.
No pude evitar notar que ella me miraba con mucha atencion.
-Que chingados se te perdio que tanto me miras??
-N....na...nada.
-Deja de mirarme como una idiota, y la próxima vez usa tus malditos zapatos no seas torpe, vete y sal de mi vista ya!!!!
-Si, perdon esto no..no volverá a suceder.
Inmediatamente salgo corriendo de allí y voy a mi habitación.