Tengo a Alessia acostada sobre mí mientras vamos rumbo a casa, ella está noqueada. La miro fijamente por un rato y empiezo a acariciar su mejilla con mis dedos. Su piel suave es tentador no tocarla. Minutos después llegamos a casa la muevo de mala gana.
-Alessia orale levantate a la chingada pinche borracha!!
Ella se despierta pero todavía está muy borracha y confundida.
-¿Dónde estamos?
-Estamos en casa orale levántate que estas bien pinche pesada y ni creas que te voy a cargar, entremos no sabes lo que te espera.
Ella se levanta de mis piernas y yo me bajo de la camióneta y empiezo a caminar al frente. Me doy la vuelta y veo que ella está batallando para bajarse de la troca, cuando finalmente lo hace, cae al suelo de golpe solo escucho un quejido escapar de ella. Está tan borracha que no puede mantener el equilibrio.
-Uta madre Alessia mira nomas como vienes, pero hace rato parecia agua verdad.
Voy y la cargo y empiezo a caminar dentro de la casa con ella en mis brazos. Ella solo me mira y se pone a llorar.
—Mira nomas lo que tengo que pasar contigo Alessia, puras verguenzas mira como te pusiste.
—Me vas a pegar, ¿verdad? Probablemente me vas a poner en ese cuarto feo y oscuro por cómo actué hoy, ¿verdad? Solo me estaba divirtiendo no hice nada malo.
Empecé a llorar tanto ahora no me sentía valiente, me sentía sentimental, tenía ganas de llorar. Ahora el alcohol me estaba trayendo viejos recuerdos de mi pasado y sabía que probablemente me pegaría y me gritaria miles de tonterias porque según él me porté mal hoy. Ivan no habló ni una palabra y me llevó a su recamara y me sento en su cama.
—Shhh ya Alessia tranquila!!!
—¿Por qué me gritas? ¿Me vas a pegar ¿Por qué me odias tanto? ¿Por qué siempre me golpeas y me gritas? No lo entiendo, te gusta lastimarme verdad? Te gusta verme llorar, te gusta verme con dolor.
Me quedé mirando sus bonitos ojos, derramar lágrimas, me arrodillé frente a ella y le sequé las lágrimas.
-Shh estás muy muy borracha Alessi te vas a dormir, necesitas descansar. Yo no te odio, ya no llores y no, no te pegaré.
Ella me miró como si no pudiera entender ni una sola palabra de lo que le estaba diciendo. Sus ojos seguían abriéndose y cerrándose, tomé algunas toallitas y comencé a limpiar su cara que tenía maquillaje. Luego le quité los tacones altos y el vestido. Estaba a punto de ponerle una de mis camisas cuando ella me atrajo hacia ella y me besó. Este fue el beso más tierno, lento y apasionado que habíamos compartido hasta ahora.
Nos separamos por unos segundo y hicimos contacto visual. Nuestros labios se estrellaron de nuevo haciendo nuestro beso intensificándose más haciéndonos caer sobre la cama yo encima de ella. Se me escapan jadeos mientras ella comienza a desabrocharme la camisa y los pantalones, los cuales desaparecieron en cuestión de segundos, lo que permitió que nuestras pieles hicieran contacto entre sí. Ella acarició suavemente mis hombros y brazos con sus suaves manos. Esta era la primera vez que ella tomaba la iniciativa de tener sexo conmigo y no iba a dejar que esta oportunidad se desperdiciara. La estaba deseando, siempre lo hago.
Comienzó a besar su cuello y ella lo arqueó para darme un mejor acceso. Empecé a dejarle suaves besos y haciéndole algunos chupetones. Mi boca cayó a sus pechos redondos y comencé a chuparlos con delicadeza.
—Aaaaammm
La miré y ella acarició mi mejilla, estaba siendo tan tierna ya que todavía estaba borracha. Hay tantas cosas que quiero decirle pero no puedo sacar esas simples palabras de mi boca. Llegué a la conclusión de que la quiero, la necesito, la amo.
Abro suavemente sus piernas y me deslizo dentro de ella mientras ambos hacemos contacto visual. Ella hizo una mueca, luego me atrajo hacia ella y estrelló sus labios contra los mios.
Saqué mi pene por completo y entré dentro de ella nuevamente. Seguí repitiendo esto una y otra vez, ella gimió en mis labios, me abrazó con más fuerza y pasó sus manos por mi cabello. Comencé a moverme más y más rápido, sus gemidos se hicieron cada vez más fuertes. Podía sentir sus uñas clavarse en mi espalda y mis brazos.
—Te gusta miamor?
—Sí, sí me gusta ¡¡no pares!! mmm Ivannn....
En un movimiento ella me empujó y se puso encima de mí, luego agarró mi pene y lo puso en su entrada y se sentó lentamente deslizando toda mi longitud dentro de ella.
Comienza a moverse lentamente de atras hacia adelante. La forma en que se mueven sus caderas me está volviendo loco. La miro y jadeo, sentir su calidez alrededor de mi pene se ha vuelto mi debilidad. La forma en que me está montando haciendo movimientos lentos y suaves lo hace más placentero. Por dios que hermosa es y es mia.
Aprieto sus senos y su trasero con fuerza sus curvas me exitan demasiado es tan exquisita. La agarro por las caderas y la ayudo a moverse cada vez más rápido, mis gruñidos se vuelven más fuertes.
La atraigo hacia mí y ahora ella está acostada encima de mí, su piel delicada y sudadita haciendo contacto con la mía se siente magnifico. Ella continúa moviéndose en esa posición, beso su cuello y pruebo sus dulces labios una vez más. Acaricio su espalda con la yema de mis dedos, y empiezo a penetrarla desde abajo, la rodeo con mis brazos. Haciéndole imposible moverse, lo único que hace es gemir y hacer muecas mientras me mira.
—Quiero que te corras hermosa.
—Aaahh....mmm.....no pares, sigue Ivannnn....sigueee.....
Siento su cuerpo temblar justo encima de mí al dejar ir su orgasmo, yo también dejo salir mi esperma.
—Grrr..mmmm que rica estas miamor.
La embisto unas cuantas veces más disfrutando de su calidez alrededor de mi longitud. La respiración de ambos esta acelerada, ella se queda recostada encima de mi no me molesto en moverla la dejo ahí acostada en mi pecho. Suavemente salgo de ella y nos cubro con la fina sábana. Tomo su mano y la beso y ella esconde su cara en mi cuello. Pasan los minutos y se que se quedo dormida encima de mi. Le dejo un beso en la frente y rodeo con mi brazo su pequeño cuerpo y yo también me quedo dormido.
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