Capitulo 19

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Choco mis labios contra los de ella en un tierno beso, nada parecido a lo que había hecho antes, para mi sorpresa, el beso estaba siendo correspondido por primera vez. Nuestros labios se movieron en perfecta sincronización saboreándose el uno al otro de la manera más lenta y dulce posible. Puedo saborear su aliento a menta, sus manos tocan mis mejillas mientras nuestro beso continúa. Se le escapa un gemido, nos separamos cuando ambos nos quedamos sin aliento. 

—Iván para, tu familia está aquí. 

—Y eso que, no me voy a quedar con las ganas te necesito ahora. 

—Ivan.....

—Shhh calladita chiquita. 

Choco mis labios contra los de ella una vez más y esta vez mi mano desabrocho la camisa que lleva puesta, se la quito y la tiro en algún lugar de la habitación. Su cuerpo suave y perfecto está solo en bragas y sujetador, de los que también me deshago en cuestión de segundos. Me aparto y observo su cuerpo completamente desnudo justo frente a mí. Todavía veo algunas marcas en unas partes donde la golpeé. Puedo decir que me arrepiento de haberla lastimado tanto. Acaricio esas zonas y dejo suaves y tiernos besos en su delicada piel. 

Ella es tímida, trata de cubrirse pero no la dejo y acaricio suavemente su cuerpo pasando mis manos por su estómago y terminando en sus senos perfectamente redondos. Me bajo y comienzo a besar su estómago mientras juego con sus pezones con mis dedos. Suaves jadeos escapan de su boca, ella está tranquila a diferencia de otras veces.  

Mi rastro de besos corre hasta que mis labios rodean uno de sus pezones y comienzo a chuparlo suavemente. Mi lengua se mueve hacia arriba y hacia abajo y alrededor de su pezón, me turno con cada uno de sus senos chupandolos. Los muerdo y les dejo algunas marcas y se le escapa un suave gemido. Siento que sus manos me acarician de la manera más suave. Sus manos corren desde mis hombros hasta mis brazos y suben y bajan por mi pecho. La miro y sus ojos brillantes me miran fijamente. Nunca me ha tocado de esta manera, ella siempre pelea conmigo insultándome en su idioma pero lo voy a aprovechar. Mis manos recorren sus piernas acariciando su piel suave como las mejores rosas, luego abro suavemente sus piernas y me coloco en el medio. 

¿Qué está pasando conmigo? ¿Por qué dejo que esto suceda, pero por que no puedo parar? Quiero sentir su lengua entre mis piernas. Mi cuerpo pide su toque, lo necesito. Maldita sea qué está pasando? Tengo que estar enferma para querer esto. 

Ella solo me mira al igual que yo, pero no decimos nada, nuestras miradas son las que hablan.  

Mi lengua corre de abajo hacia arriba dejando el trazo más suave en sus labios vaginales, luego me concentro en su punto más sensible y lo rodeo con mis labios y lo acaricio con mi lengua haciéndola jadear y cerrar los ojos. Los gemidos escapan de su boca mientras sigo aumentando la velocidad, mi lengua se mueve hacia arriba y hacia abajo acompañada con un dedo dentro de ella. Haciendo que su espalda se arquee y cierre sus ojos y pase sus dedos por mi cabello. Puedo ver su rostro lleno de placer mientras mi dedo entra y sale de ella y mi lengua se mueve de arriba y abajo sobre su clítoris a gran velocidad, siento su cuerpo temblar y justo en ese momento ella se corre en mi boca de la manera más deliciosa por la primera vez. 

—Ahhmmm....mmmm Iva...nnn

Los gemidos se escapan de ella y su mano agarra un puño de mi cabello. Sus ojos se abren y se cierran mientras le dejo un tierno beso en su vagina.

Me levanto y me quito los boxers, ella mira mi pene húmedo y palpitante y se sienta, me mira y baja su mano y comienza a acariciarlo moviendo su mano hacia arriba y hacia abajo. Esta vez no la obligo a hacer nada, lo está haciendo ella misma y se siente más delicioso.

El se acuesta y yo me pongo encima de él y sigo jugando con su pene acariciándolo y redondeando mi mano dejando movimientos de arriba a abajo que lo hacen jadear. Empiezo a dejar trazos cortos con mi lengua en toda su longitud. Luego lo llevo dentro de mi boca y empiezo a chuparlo como la mejor paleta. Esta vez tengo el control y lo hago yo misma sin que él me obligue. No tengo idea si estoy haciendo esto bien, pero él lo disfruta, lo sé porque el jadea y gruñe de placer. Aumento mi velocidad chupándolo hasta el fondo de mi garganta. Mis ojos se ponen llorosos pero sigo. 

—Grrrmmm....que ricooo sigueee...hermosa

Continúo con mis movimientos chupándolo al mismo tiempo muevo mi mano hacia arriba y hacia abajo acariciando el cuerpo de su pene. Hacemos contacto visual de vez en cuando y me da esa misma mirada que me intimida pero ahora mismo no le tengo miedo.

En un movimiento rápido me pongo encima de ella y continuamos nuestros besos en los labios. Agarro mi pene y lo froto sobre su clítoris y luego me meto dentro de ella de golpe lo que la hace gritar.  

—Shhh calladita mi reina, ummm que apretadita estas miamor.

La miro mientras saco mi pene por completo y vuelvo a entrar, está tan mojada para mí. Las caras que hace me exitan tanto se ve muy hermosa. Hago que sus piernas se abran más y me hundo más profundamente en ella mientras mis manos agarran su cuello y chocamos nuestros labios una vez más entrelazando nuestras lenguas, ella gime en mi boca lo cual me hace sonreir.

Empiezo a dejar besos en su cuello y acaricio sus hombros bajando hasta su pecho. Acaricio suavemente su mejilla mientras él sigue entrando y saliendo de mí nos miramos y no decimos nada pero no hace falta, ambos estamos disfrutando el momento. 

Me besa el cuello y lo arqueo para darle un mejor acceso me da los besos más tiernos, no puedo negar que estoy disfrutando esto. ¿Por qué diablos estoy disfrutando esto, él es el que me compró, es el que me está manteniéndome cautiva, el que me quitó la virginidad y me ha lastimado como nunca antes nadie lo había hecho ¿Por el amor de Dios, Alessia, qué diablos te pasa? ¿Qué clase de síndrome de estocolmo es este? Tengo que estar enferma para que me guste esto ahora. 

Esos pensamientos desaparecen en segundos cuando lo siento tocar mi cuerpo mientras entra y sale de mí de una forma unica. El pone mis piernas sobre sus hombros las abraza las besa y me embiste sin piedad, nuestras pieles sudorosas chocando entre sí se puede escuchar en la habitación, mezclado con gemidos, jadeos y gruñidos que vienen de nuestro interior. Cada embestida que hace es más rápida que la anterior y me esta encantando. Esto se siente increíble, por dios estoy mal. 

—Ahhmmmmm.....Ivannnnnmmmm.....

—Te gusta mami??

—Sss...si me gusta.

La hice estar encima de mí mientras me sentaba en la cama, ella agarró mi pene y lo puso en su entrada y lentamente se sentó sobre mí, la agarré por las caderas y comencé a moverla. La acerqué más a mí para que nuestras pieles se tocaran, el uno al otro mientras ella se deslizaba de adelante hacia atrás. La abracé y acaricié suavemente su espalda. Nos besamos, estos besos eran diferentes, eran apasionados, lentos y tiernos, nada como lo había hecho antes, pero no lo odio. Sus uñas se clavan en mi espalda mientras aumentaba su velocidad y podía escuchar su respiración agitada en mi oído. Ella comenzó a brincar sobre mi pene mientras sus pechos saltaban arriba y abajo. Podía sentir su interior tensarse y supe que estaba al borde del orgasmo. Agarré sus caderas, juntamos nuestras frentes y ambos nos corrimos al mismo tiempo, expulsé todo mi semen dentro de ella, pude sentir sus cálidos jugos recorriendo mi longitud. Ella gimió fuerte y rápidamente puse mi palma sobre sus labios mientras nos mirábamos.

—Ahhhhmmmmmmmmm.... 

—Ahhgrrr....mmm me encantas tan ruidosa que eres hermosa.

Ambos colapsamos en la cama ella se acosto sobre mi pecho sin desir una palabra yo no sabía cómo sentirme al respecto. Esto fue genial, pero se entrego a mi, ella no peleó conmigo, no lloró, realmente se entregó a mí. Ambos no nos movemos ni decimos una sola palabra, creo que ambos estábamos agotados pero más aún no sabíamos qué decir. Unos minutos después escucho su respiracion lenta y tranquila y sé que está dormida. La miro y una sonrisa se pinta en mi cara. Acaricio suavemente su mejilla, es tan hermosa. Le dejo un beso humedo en la frente, y también me quedo dormido de rato con ella recostada sobre mi pecho. 

A Los Ojos Del MafiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora