—Vamos Alessia, date prisa.
—Espera, no he salido en semanas, déjame admirar este lugar.
Iván entrelaza nuestras manos de de nuevo y me jala, vamos caminando tan rápido.
—¿A dónde vamos?
—Vamos a comprarte más ropa y cualquier otra cosa que necesites.
—Wow en serio supongo que estás de buen humor hoy?
—Quizás si, asi que aprovechame que no sucede muy a menudo.
Llegamos al centro comercial y entramos en diferentes tiendas.
—Elige lo que quieras, pruébalo todo y enséñamelo.
—Recuerdas que soy de Italia verdad, a mi me gusta vestirme bien, no sé si estás preparado para eso.
—Chula, como dije, agarra lo que quieras, el dinero no es un problema, puedo comprarte todo el centro comercial sin ningún problema.
—Vergaaaaa....
No pude evitar reírme sonaba graciosa cuando maldecía.
—¿Quién te enseño eso?
—Ovidio me dijo que la usara para todo, que esa palabra iba con todo. Y tambien te escuché decirlo muchas veces, todos aqui dicen verga todo el tiempo. Solo escucho verga...verga...verga...verga.
—JAJAJAJA...... Ve a buscar ropa y pruébatela, andale mi reina.
Alessia se sonroja, va y elige la ropa, se pone muchos conjuntos, se toma su tiempo, la veo hacer algunos conjuntos incluyendo los accesorios y zapatos.
—Ivan, ¿estás listo? Tengo 10 conjuntos.
—Ven a modelar para mí.
Ella viene vestida y cada conjunto le queda perfecto. Ahora estoy empezando a ver que su personalidad coincide con su ropa. Eligió ropa elegante, no reveladora para nada, Todo su conjunto luce perfecto de la cabeza a los pies. Todo se adaptaba perfectamente a su figura.
—Gira para mi.
Ella hace lo que le digo, sobo mi menton admirando la vista perfecta frente a mi.
Se prueba todos los demás conjuntos y me gustaron todos y cada uno de ellos, le quedan muy, muy bien.
—Me gusta todo tómalos todos, hay algo mas que necesites?
—Mmm bueno si ropa interior.
—Mmmm puedo ayudarte a elegir que al fin y al cabo soy yo quien te los rompe.
Ella se sonroja y se aleja de mí.
Ivan literalmente elige toda mi ropa interior, no digo nada solo me quedo ahí y lo miro me siento avergonzada.
—Bueno, parece que hemos terminado. ¿Necesitas algo más?
—No, creo que eso es todo.
Iván pagó todo, había agarrado mucha ropa, zapatos y accesorios. No me importó, me dijo que agarrara lo que quisiera y lo hice.
—Bueno ahora podemos ir al supermercado ya que estuviste chingandome la madre que quieres cocinar y no se que pedo.
—Sí, vamos, no puedo esperar para cocinar mi comida favorita, estoy segura de que te gustará.
—¿Entonces vas a cocinar para mí? valla ya estás reclamando el trono como si fueras mi esposa.
—Qué???........pshhh yo tu esposa jamas no, claro que no!!