No sé ni por dónde comenzar.
No podía cerrar la boca al tenerlo frente a mí. Y era muy extraño, porque solo lo había visto en dibujo. Jamás imaginé cómo se vería Jeon Jungkook en carne y hueso, pero tampoco pensé en que me dejaría tan anonadado. Se parecía tanto a lo que yo veía, y al mismo tiempo no. No hay palabras exactas con las que pueda describirlo, y aún así voy a intentarlo.
El dibujo realmente no le hacía justicia. Con seguridad, la autora imaginó a Jungkook, este Jungkook que tengo frente a mí, lo plasmó en un papel y por mucho que lo intentó jamás pudo plasmar a la perfección lo que yo tenía en frente.
Era alto, con unas pantorrillas fuertes y muslos gruesos que lo mantenían de pie. Una cintura pequeña y una espalda grande. Sus brazos estaban marcados y sus hombros eran redondos. Jungkook era musculoso, pero no en exceso. Todo en perfecta armonía. Y luego, sobre su esbelto cuello había una cabeza con una mandíbula recta, firme que se unía hacia un rostro con labios rojos, nariz recta y prominente, unos ojos grandes y unas cejas perfectas. Su cabello estaba ligeramente largo y era de un café chocolate, se veía tan suave que mis manos picaban por introducir mis dedos y rascar desde la coronilla hasta la nuca.
Era increíble. Era...
— Su Majestad.
— ¿Cómo te sientes...?
Tenía una voz suave, calmada y agradable. Endulzante.
— Taehyung, se llama Taehyung —Hoseok dijo por mí.
El emperador Jungkook apartó la mirada de mí para mirar ahora a su hermano.
— ¿Ya se ha iniciado la búsqueda de su familia?
— No aún; iba a ir con el general Kim luego de que Taehyung comiera algo, pero él me confesó algo extraño que no teníamos en cuenta.
— Bien, salgan todos, menos tú, Hoseok.
Entonces me di cuenta de que había otras cuatro personas con nosotros: eran sirvientes supongo. Cada uno de ellos dio una reverencia profunda y salieron con rapidez. El emperador tomó uno de los sillones postrados contra la pared y lo acercó hacia mi camilla para sentarse en él con una postura erguida y elegante.
Hoseok se sentó en la orilla de mi camilla, sin golpear mis piernas y me miró con una sonrisa amable.
Ahora, con Jungkook aquí, me sentí un poco más relajado y en seguridad: yo conocía a este hombre, él era bueno.
— Dile lo que me dijiste, Taehyung.
Asentí suavemente antes de mirar de nuevo hacia el emperador. Su mirada profunda estaba fija en mí y relajé los hombros.
— Yo no asesiné al señor Ro, fue alguien más. Se lo prometo.
— Te creo: la hoja de la navaja que encontramos en tu mano no coincide con las heridas en su cuerpo —él dijo—. Sin embargo, incluso si tú lo hubieses asesinado, no te castigaría por ello.
— Muchas gracias —fue lo único que atiné a decir.
— ¿Quién fue, Taehyung? ¿Quién estaba ahí contigo?
— Era un alfa. Se podría decir que fue mi salvador: el señor Ro iba a abusar de mí cuando él apareció de la nada y le ofreció bastante dinero para comprarme.
— ¿Puedes describirlo?
— No, en realidad —dije con los hombros caídos—. Él llevaba una máscara de payaso: era roja, tenía dientes amarillos grandes y prominentes, una nariz blanca y las cejas negras. Era muy macabra.
ESTÁS LEYENDO
It starts with love and it ends with you ❤ KookTae
FanfictionEn una sociedad tan homofóbica como es la de Corea del Sur, a Taehyung le cuesta demasiado encontrar el amor siendo un chico homosexual. Por ello, y por tener que esconder su verdadera sexualidad, Taehyung tiene una vida realmente monótona, y trata...