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Al día siguiente me recibió con agujetas en todo el cuerpo, pero también con Jimin sentado en una de las sillas del comedor mientras leía un libro. Estiré mis brazos con una mueca de sufrimiento antes de bajar de la cama. Jimin alzó la mirada y apretó los labios para evitar reír cuando observó mi caminar como pato por el entrenamiento de ayer.

— Buenos días —anuncié, tomando asiento en la silla frente a él.

Jimin enderezó los hombros y se aclaró la garganta antes de fruncir el ceño y mirarme molesto.

— ¿Así que te ayudé a salir de la fortaleza? —él expresó—. Me debes muchas explicaciones, ¿recuerdas? Ayer mi hermano me tendió una emboscada para cuestionarme por qué te dejé salir.

— ¿Qué le dijiste? —pregunté, sintiéndome pálido.

— Pues lo que me pediste: te cubrí. Le dije que no estabas a gusto sin hacer nada, que te preocupas mucho por las víctimas y quieres justicia —se encogió de hombros—. Le mentí, pero no tanto.

— ¿Está molesto contigo?

Jimin soltó un suspiro.

— Un poco; dijo que si no le consulté, a menos debí informarle —me miró a los ojos—. Mi hermano expresó que no puede perderte porque eres de vital importancia para el caso. Sin embargo, gracias a que me has metido en este lío, me confió información de lo que está pasando.

— Lo siento...

— No, estoy contento —Jimin infló el pecho, con esa sonrisa tan bonita de él plasmada en su cara saludable y dulce—. Soy el menor de los seis, siempre se me ha tratado con mucha fragilidad. Soy muy valioso para el país, pero solo por mi físico. Y aunque sé que soy muy hermoso, eso no quiere decir que me agrada que me alaben únicamente por eso —sus ojos brillaron—. Soy muy inteligente, Taehyung, de verdad.

— Nunca he dudado de ello, Jimin —confesé—. No llevamos mucho tiempo conociéndonos, pero eres muy cálido y por ello sé que eres capaz de muchas cosas.

La sonrisa de Jimin se ensanchó.

— Gracias, Taehyung. Te aprecio mucho, así que, aunque podría considerarse traición, voy a apoyarte en lo que necesites con respecto a tus escapes y... las visitas de tu loquito.

— Payasín.

— ¿Cuál es tu problema? —Jimin bufó y me reí.

— No, mi loquito se llama Payasín –aclaré.

— ¿El sujeto que asesinó a un proxeneta y te salvó se llama Payasín? —Jimin alzó una ceja.

— No, no se llama así. Yo lo llamo así —luego añadí—. No sé su nombre, ni su rostro.

— Y confías en él.

Miré la ventana junto a nosotros, con la fortaleza despierta y lista para enfrentar un día más de trabajo y experiencias. Sin embargo, hoy parecían que todos estaban agitados por lo que miré a Jimin para cuestionar el por qué tanto movimiento.

— La Vanguardia de la Sombra está trabajando.

— ¿La Vanguardia de la Sombra?

Jimin siguió mi mirada antes de contestar.

— Es el clan que se encarga de limpiar las acciones de mi hermano.

— No entiendo qué quieres decir con eso.

— Jungkook fue anteayer a la mansión de Ro, ¿recuerdas? —me miró en cuanto sintió mi mirada y asentí—. Mi hermano no es el emperador solo por ser hijo de mi padre. Claro, ambos compartirán un par de características más allá de la sangre, pero Jungkook es más... Peligroso.

It starts with love and it ends with you ❤ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora