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— ¿Has comido de esto? —cuestioné en cuanto su aroma me llegó antes de que él se acercara a mí.

— Más de alguna vez.

— Es increíble; es lo más rico que he probado en mi vida y tiene una pinta asquerosa —dije.

Entonces le miré y le sonreí.

— Hoy tu amo te protegió —comenté orgulloso.

Él ladeó su rostro cubierto por esa tétrica máscara. Tomé un pengu con los palillos y se lo ofrecí. Negó con suavidad antes de arrodillarse frente a mí.

— ¿Me protegió?

— Sí: el emperador Jungkook descubrió el cuerpo que asesinaste —fruncí el ceño—. Dijo que lo estaba desmembrando, ¿por qué estaban haciendo eso?

— Para esas personas, morir no es un honor: es una señal de que fuiste débil —él explicó—. Lo estaban desmembrando como ofensa ante su falta de habilidades.

— Eso es... muy cruel —murmuré, dejando el pengu sobre los otros.

— ¿Por qué eso despertó la curiosidad del emperador?

— Sintió tu aroma —respondí—. Como él jamás percibió el mío, le dije que a lo mejor fui yo el asesino.

Payasín guardó silencio, así que volví a mirarlo mientras mordía un trozo de pan. Seguía posado sobre sus rodillas, con las manos sobre sus muslos y esperé.

— ¿Qué pasa?

— Lo hizo para que detuviera la investigación del verdadero asesino —él dijo—. Para que deje de pensar en mí por un momento, ¿no es así?

— Es claro que todavía estará buscándote por lo de Ro, pero eso fue mi culpa. No te conocía aún. Pienso que ahora está distraído con otros asuntos —miré la comida—. Este caso tiene a mucha gente implicada, muchas víctimas. No creo que el emperador tenga como primer objetivo encontrar al asesino de un proxeneta. Si yo fuera él, hasta te vería como un aliado.

— Es porque usted no está acostumbrado a las guerras.

Volví a mirarlo, frunciendo el ceño.

— Confía demasiado en un hombre que entra por la ventana a su habitación, al cual ha visto asesinar a dos hombres.

— También estoy confiando en el emperador y, según lo que Jimin dijo, parece que él asesinó solito al resto de hombres en la mansión de Ro —argumenté—. Por supuesto que tú podrías matarme, pero el emperador también y ¿sabes qué es lo peor? Qué nadie diría nada. Soy un simple plebeyo inmigrante: mi familia está muerta. Si se deshacen de mi cuerpo, ¿a quién va a importarle? Seas tú o él, o quien sea.

Payasín guardó silencio de nuevo, sabiendo que yo tenía razón. Para Otristán, todos en ese pueblo estaban muertos. Incluyendo a la familia de este Taehyung.

— Ahora el emperador cree que me estoy volviendo loco —añadí—. Le dije que, con mucha probabilidad, asesiné a ese hombre de forma inconsciente por lo que está preocupado de que la desconexión con mi lobo me esté pasando factura tan pronto. Ahora, ¿crees que tiene congruencia?

— ¿Qué quieres decir?

— ¿No estoy siendo sospechoso? ¿Cuánto tiempo le ha tomado a la gente sin lobo volverse locas?

— ¿Me está preguntando si pienso que el emperador le ha creído?

— Sí.

— Por lo general, las personas sin conexión comienzan a perder la locura de forma muy lenta. Puede tardar meses o hasta años. Es una tortura porque van perdiendo recuerdos y de pronto sus cerebros crean nuevos para rellenar esos vacíos, pero chocan entre sí o se repiten.

It starts with love and it ends with you ❤ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora