No vuelven a verse durante lo que resta del mes.
Bueno, eso sería un poco exagerado.
Siguen viéndose en los pasillos entre los cambios de clase, y si fuerza su vista puede verle en el gran comedor, cosa que se ha dado cuenta ha estado haciendo.
No entiende muy bien porque, no le interesa Riddle, que hace o con quien está. Se dice a sí mismo que no le importa, pero repentinamente se encuentra buscándole, y observándole por más tiempo del que debería.
Es incómodo y vergonzoso.
Pero el punto no es ese.
Sino que verdaderamente no han interactuado en lo más mínimo. Y eso es raro. No dirá que no es agradable, pero no puede evitar preguntarse a qué se debe.
Desde que Riddle es prefecto se ha encargado de restarle puntos a diestra y siniestra. Nunca ha dejado pasar siquiera un tropiezo suyo, pero ahora es como si no existiera.
Ron dice que debería estar agradecido y disfrutar la libertad que ahora tiene, Hermione por otro lado parece más bien curiosa.
—¿Riddle y tú se han hecho amigos?
—No —responde casi de inmediato, girando a verla. Se encuentran en el gran comedor, Harry había estado viendo al mencionado por casi cinco minutos cuando su amiga interrumpió—. Nos comportamos de forma cordial.
—¿Cordial dices? —asiente, dudando mientras da una mordida a su desayuno—. Parece que te agrada.
—¿Riddle a mi? —bufa—. No sé si eso sea posible.
La castaña parpadea tres veces exactas antes de volver a hablar—. Nunca te ha desagradado, creí que más bien te divertía su actitud.
—Eso no significa que me agrade.
—Supongo que no —toma un sorbo de su jugo de naranja—. Pero últimamente, no lo sé, luces interesado en el, ¿sabes?
—¿Interesado?
—Si, como si-
—¡Charlie viene mañana de nuevo! —Ron interrumpe las palabras de su amiga, escupiendo su desayuno y mostrándoles la carta que había recibido.
—¿En serio? —Harry mira a su amigo—. ¡Límpiame la pierna! Me ha caído un trozo de pan.
Charlie había venido para la semana de presentaciones. Se suponía que saldrían en algún momento de su estadía, sin embargo al final el pelirrojo mayor estuvo todo el tiempo conviviendo con la familia. El ojiverde intentó no sentirse decepcionado, pero realmente habría querido que pasaran una tarde juntos, Ron incluido, por supuesto.
—Mira que casualidad, dejas de ver a Riddle y ahora el te ve a ti, siento que juegan un juego que no estamos entendiendo.
—Uhm, ¿no crees que le pones mucha atención? —Harry pregunta, elevando una ceja—. No haz dejado de hablar de él en todo el desayuno —es una exageración, pero no puede evitar colocarse levemente a la defensiva.
Cuando Hermione hace muchas preguntas no hay nada bueno detrás.
—Tu no haz dejado de verlo en toda la semana, o mes, año incluso si somos técnicos —la castaña se encoge de hombros—. Son mi entretenimiento del momento, quiero descubrir que hay entre ustedes.
—No digas eso, si alguien te escucha y le dice seguro me molestará por eso —se queja—. Además, creo que siempre ves cosas donde no las hay, deberías dejar de especular tanto.
—Oh, miren es Riddle —el pelirrojo interrumpe—. Justo estaban hablando de ti —dice cuando el slytherin se detiene frente a ellos.
Hermione ríe y el rostro de Harry se siente caliente.
—¿Hablando de mi? —cuestiona mirándolo directamente a él, una ceja arqueada y una sonrisa de lado.
Luce tan encantador como siempre, con esa belleza ridícula que Harry odia apreciar.
Siempre ha pensado que a él lado de él cualquiera luce horrible. Tiene el tipo de belleza que eclipsa a los demás.
—De tus amigos en realidad, ¿Adrian no viene contigo? Es un mejor placer a la vista —responde encogiéndose de hombros mientras echa un vistazo hacia su costado, solo para molestarlo.
Ambos chicos son diferentes entre sí, pero muy comparados en cuanto a encanto y físico.
Son amigos, pero sabe que le molestan las comparaciones, sobre todo si las hacen colocándole debajo del otro.
—Insultar a...
—No frente a mi, no le bajarás puntos solo por decir que Pucey es guapo. Lo es, y es un placer a la vista sin duda —Hermione interviene como prefecta, frunciendo el entrecejo.
Harry sonríe engreído, debería ir con su mejor amiga a su lado siempre y así estaría a salvo.
—Granger, siempre tan oportuna —Riddle no refuta, volviendo su vista al ojiverde—. Como sea, necesito de tu presencia fuera del comedor, si me haces el favor.
—No.
—¿No? —las comisuras de labios del mayor tiemblan, de una forma bastante cómica que Harry sabe utiliza cuando está perdiendo la paciencia.
Le divierte y no puede evitar sonreír levemente.
—Estoy comiendo todavía, si requieres mi presencia, puedes esperar o hablar aquí —señala el sitio junto al que está parado.
Porque Riddle nunca se sentaría en la mesa de gryffindor, y siempre era un placer molestarlo, especialmente luego de tanto tiempo sin hacerlo.
No diría que lo extrañaba pero...
—Búscame cuando hayas terminado —dice finalmente, dando media vuelta y alejándose.
Harry le observa mientras se marcha, apreciando su espalda recta y sus hombros pronunciados. Riddle no es un deportista como el, no cree que haga mucho ejercicio en su vida diaria, pero tiene un cuerpo esculpido y tonificado, luce bien, de una forma que se permite envidiar (¿o sería admirar la palabra correcta?) en secreto.
Apartando la vista sacude levemente la cabeza, fijarse en lo guapo que es Riddle es una pérdida de tiempo y le hace sentir idiota.
—Ya terminaste de comer —Ron señala su plato completamente vacío a excepción de unos cuantos trozos de carne.
—Si, pero no sería divertido si voy ahora —responde como si fuera obvio.
—Uhm, me pregunto qué querrá contigo —Granger dice, casi para sí misma.
—Probablemente una tontería sobre planeaciones de eventos —se encoge de hombros, no queriendo sentirse igual de curioso.
—Deberías ir, no es agradable de tu parte hacerle esperar sólo para molestarle.
—¿Por qué debería ser agradable con el? —pregunta, sin embargo ya se está levantando.
—Suerte con Riddle —canturrea mientras se aleja.
—¿Por qué ese tono? —alcanza a escuchar la pregunta de su amigo pero no la respuesta.
No le importa, lo que sea que Hermione se traiga entre manos no debe entrar en su cabeza.
Quizá está interesada en Riddle, no la culparía.

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Hated.
ФанфикA Harry no le había importado antes no agradarle a Tom. Hasta que comienza a importarle.