-37 El peso del amor

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Narra nathaly

Rubi me ha dejado libre . Pero temo no ser capaz de hacer lo que me pidió, pero debo hacerlo, ella es capaz de todo . Llego a casa después de 4 días fuera.

- Buenas noches, padre - el esta metido en su teléfono ni noto mi presencia . Ella tenía razón, ellos no notaron mi ausencia.

- ¿Señorita Nathaly, se divirtió?- era la ama de llaves.

- Si la pasé genial . Creo que soy otra yo. —

- Qué bueno, señorita. ¿Le llevo la cena a su habitación?

- No . No tengo hambre. —

- Bien. Que logre descansar —cuando estoy por subir a mi habitación, un rostro llama mi atención-.

- Señorita Nathaly - él se acerca a mi.

- Si?- ¿ Quién será él?

- El ama de llaves se va a su habitación- no comprendía hasta que alzó la manga de su camisa y logré ver una mariposa negra.

- Haré lo que prometí. Necesito tiempo-.

- Tranquila señorita, yo la ayudaré. Mientras mi hermana se encarga del ama de llaves-

- Está bien . ¿Podemos hacerlo en la madrugada de mañana?—pregunto .

- Sí. Es lo mejor.

- Nos vemos en la madrugada de mañana.-

Narra Franco.

Después de despedirme de ella, me fui de allí a encontrarme con la señorita rubi

- ¿Señorita?-

- Sí. ¿Ya llego a casa.?

- Sí. Y su padre ni notó su ausencia, como usted lo dijo.

- Bien . Cuanto antes haga el trabajo mejor para ella, así sale de esa casa.

- Entiendo, señorita . Ella quiere hacer el trabajo la madrugada demañana-.

- ¿Tan rápido?- ella se ríe.

- Deberías estar contento -

- Porque lo dice, señorita-

- Sé que es tan mal responder con otra pregunta . Pero ¿sabes por qué no la torture?

- No, señorita ,por ¿qué?-

- Vi cómo la miraste-

- No sé qué habla, señorita . La vi como si cualquiera lo hubiera hecho .

- Pero no como lo hiciste tú - bajo la mirada

- Perdóneme por hacer lo indebido-

- No debes disculparte . Cuando uno se fija en alguien, no ve los límites-.

- Que trata de decir -

- Cuida tu corazón franco . No sabes si serás ccorrespondió, además tu hermana tiene la orden de matarla si me traiciona.

- Eso lo sé. Eso es lo que temo ,la perdería sin poder conocerla-.

- Cuídala entonces . Has que haga las cosas bien o me veré en la obligación de que la mates tú mismo—esas palabras fueron como dagas . Pero tiene razón esa chica, hasta hace una semana ella era mala con mi señorita.

- Entiendo, señorita - al  salir del estudio cruzándome a mi hermana

- Eres muy predecible - lo dicen con gracia.

ENTREGATE A MIWhere stories live. Discover now