XXVIII

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Capítulo 28: ¿En que me convierte?


— Philippines! Hey, are you feeling okay?

Solo silencio. Este parece ser uno de esos dias en los que se mantiene enojado con el por cosas del pasado. Lo mas probable es que haya ido cerca del area medica. Ese lugar se ha convertido en un punto muy repelente para alguno de ellos. No por lo que tiene, sino por su historia.

— All right, all right, when you're done with the silent treatment, help the others not to go too far into the place. Tell them that there are ghosts. Ghosts that won't like to be disturbed. — canto un poco lo último.





No puede decir que los días pasaron con normalidad después de eso. No estaba muy enterado de cómo le han estado yendo a las protestas. Pensaba que ya se habrán cansado de tanto gritar. Era lo mejor para él porque se ahorraba el tener que ser pateado de nuevo.

Esta nueva rutina todavía era demasiado nueva para el. Mucho tiempo libre para pensar sobre qué es lo que puede hacer una vez que terminara. Y mucho para procesar lo que pasó como si fuera una película en bucle en su mente.

Porque- no, ¿como es que se le ocurría hablar de algo así con el? Casi no aporto nada a la conversación, dejándole solo con su horrible sensación de haber sido víctima de algo. Una vez más, aún no sabía porqué.

Ese... ¿Cocinero? Era raro. Se encontró muy callado cuando llegó a su nueva casa. Un poco alto y sin ninguna característica que lo relacione con Usa. El seguía siendo el único tipo con cabello colorido y una altura que no era normal.

No le hablaba. Ni siquiera le dio un buenos días cuando llegó. Solo se puso manos a la obra.

Eso era mejor. Estaba empezando a perder un poco de confianza luego de hablar con los otros trabajadores de Usa. Pero era de parte de el mismo, así que solo se dispuso a preguntarle un par de cosas sobre cómo funciona esa cocina. No le respondió casi ninguna pregunta, y la mejor respuesta que obtuvo fue un par de murmullos que no escucho bien y demás balbuceos. Se rindió luego de notar que no cedería ni trataría de acercarse por su cuenta. Parece que sus fuerzas se redujeron luego de lo de Usa, porque no lo intento tanto como hacía antes.

En fin, algún día le deberá de hablar, no por nada ahora están casi que trabajando juntos. No se puede mantener así mucho tiempo.

Su forma de cocina era muy rápida, rápida y eficiente. Una palabra con la que no estaba familiarizado pero que era lo mejor para describirlo. Prácticamente no hacía casi nada, el otro era quien se encargaba de casi todo. Y el solo debía entregar todo al punto de encuentro.

Todavía usaba esa pequeña carretilla que Chile le prestó. Sabía que pasaron un par de días. Y entre esos días, su encuentro con su jefe eran muy pocos. Contados con los dedos de una mano.

La amenaza era escandalosa en ese ambiente tan silencioso que compartían una vez que llegaba a ese lugar. Solo entraba, los entregaba y se iba.

Nada muy complicado.

En las pocas veces que se quedaba observando por más tiempo, Usa parecía ser parte del panorama en que caminaba de aquí para allá dando instrucciones o solamente dando un paseo. En lo personal, no pensaba que Usa estuviera tomándose su trabajo muy en serio, pero ese no era su problema como para preocuparse.

Eso, y también porque era inevitable recrear el escenario en su mente de la última conversación que tuvieron.

Aquello lo hizo pensar demasiado. Una maraña de pensamientos que luego trato de desaparecer con un "Bueno, ese no es mi problema." Pero en lo que consideraba un día decente, esa conversación aparecía de nuevo en su mente. Y se repetía. Desde un ángulo en que parecía ser espectador y se veía a si mismo sentado con Usa. Una extrañeza recordarlo de esa forma, mirándose a si mismo en la situación y pensando en que tipo de respuesta pudo haber dado. Una mejor que sus balbuceos, eso es seguro. Haber pasado por eso le hacía pensar que tal vez no era tan astuto como pensaba que era.

¿Solo un dólar? || UsaMex ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora