capitulo 54

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El clima frío se acentuaba en el oeste, un tremenda tormenta amenazaba con azotar el shiro y un aroma a muerte llegaba por las orillas de la ciudad....

Una alarma sonó desde una torre del Castillo...era momento... Naraku había llegado

Kagome comenzaba a delegar las responsabilidades a los habitantes del Shiro y la manada ocuaba sus posiciones

- Lady Irazue.. por favor será necesario que tu cuides a los más inocentes- le suplico Kagome a su suegra

-Rin, la ayudarás en esa labor, lleva a todos por favor a un lugar seguro y protéjanlos- ordenó la miko

-Lo que ordenes madre- dijo la jovencita

-Kaori, quiero que vayas con Rin y la obedezcan en todo- le instruía Inuyasha a su pequeña que estaba bastante asustada en sus brazos

-Papi... tengo miedo..!-Dijo la pequeña acurrucándose en los brazos de su padre

-No temas pequeña- le dijo Kikio- nosotros los protegeremos y pronto estaremos todos juntos

-¿Lo prometes?- pregunto la niña limpiándose las lágrimas de sus ojitos

-Lo prometo mi niña y veras que después de esto.. seremos una familia feliz- le respondió Inuyasha acercando a Kikyo en un abrazo

Kagome veía todo lo que pasaba y su corazón se contraía, tenía miedo, pero también sabía que la esperanza es lo que de da fuerza a su manada, se acercó a su suegra y le entregó a sus pequeños no sin antes darles un beso en la frente a cada uno.

-Kagome... será prudente si les retiras el sello a los pequeños?- cuestiono Kikyo

-No lo se..- respondió ella

- Pueda ser que los necesiten para protegerse ellos mismos, se que aún son unos bebés, pero no puedes negar que son poderosos- dijo Inuyasha

-Tiene razón Inuyasha- le dijo Irazue-

-¿La tengo?- pregunto sorprendido el hanyou

-Si, mi niña, retirarles el sello, yo me encargo de ellos- le aseguro su suegra

-Esta bien....

Kagome se acercó a sus pequeños cachorros y poniendo sus manos sobre ellos infundió su poder.. él cabello del pequeño príncipe regresó a su color oscuro como la noche y los ojos de la princesa volvieron al azul del mar
Ambos cachorros comenzaron a reír alegrando un poco los corazones de los presentes

Sango y Miroku abrazaban con amor a sus hijos y les daban instrucciones para su protección

El momento llegaba y necesitaban moverse pronto..

Irazue llevó a los Cachorros al sótano, el lugar más protegido y resguardado del shiro, Rin los acompaño a  llevando a la pequeña Kaori en brazos y los niños de Sango tras ella

El resto de la manada sabía que hacer...

Miroku, Kikyo y Kagome reforzaron la barrera

Inuyash instruía al ejército que su hermano le había encomendado

Todo estaba listo... la tormenta se acercaba y con ella el ejército de Saya

Kagome al frente de su gente con su uniforme de sacerdotisa lista esperando el primer ataque

La primera horda de demonios se acercaron a gran velocidad, los soldados comenzaron la batalla, sangre y muertos caían por todos lados, las chispas de las espadas brillaban ante la negrura del cielo, los generales no permitieron a Kagome actuar inmediatamente, así que no le quedó de otra que esperar su momento, inuyasha peleaba con gallardía destruyendo un demonio tras de otro apoyado de su mujer.. kikyo lanzaba sus flechas con precisión desintegrando cuanto demonio acertaba, Miroku usando sutras y su báculo no se quedaba atrás, a pesar de ya no tener su kaazana era fiero en la batalla, Sango por su parte usaba con destreza su hirakotsu apoyando al ejército del Oeste.. Se sentian confiados al ver cómo mermaba el enemigo.. Kagome se sentía inquieta.. no podía ser tan fácil.. pronto el ejército enemigo se vio eliminado y todos gritaron de triunfo...

Sin embargo fue poco tiempo que disfrutaron la victoria...

De la oscuridad del cielo una enorme nube de miasma comenzaba a formarse

-¡No bajen la guardia!!!! - grito Kagome justo cuando poco a poco los restos del ejercito enemigo comenzaron a levantarse nuevamente y una tenebrosa risa se escucho en el cielo

-JAJAJAJAJAJA... Que ilusos, jajajajaja  ¿A poco creías que me habías derrotado?- grito una voz familiar desde la distancia....

Todos voltearon a ver de donde provenía..

-Naraku....- susurro Kagome al ver cómo sus pesadillas se volvían realidad...

-Holaaa mis queridos enemigos.. que gusto volver a encontrarlos juntos..- dijo el demonio que tanto odiaban- Inuyasha!!! Te gustó mi obsequio? Esa linda esposa que tuviste.. era todo un caso verdad?-

-Maldito!!!!!- grito Inuyasha furioso a punto de lanzarse hacia el... pero Kikyo lo detuvo cosa que no pasó desapercibida por el vil demonio

-Mi hermosa Kikyo.... yo te hacia quemándote en el infierno... pero que gusto me da poder tenerte antes de enviarte nuevamente allá- dijo Con sorna el hanyou maldito

-NO TE ATREVAS A TOCARLA!!!!- Grito Inuyasha

-Que novedad!!!! Así que por fin se logró su amor truncado, Jajajajaja, que lastima que les duró tan poco nuevamente!!- Se burlaba Naraku mientras con un movimiento enviaba a sus lacayos a la batalla

La horda de demonios era inmensa, triplicaba en  número al ejército del Oeste, pero éstos no se inmutaron y comenzaron la batalla con honor y valentía..  sin embargo poco a poco comenzaron a caer por decenas los aliados del Oeste

Kagome estaba aterrada, no podía permitir que su gente sufriera este final así que corrió al frente de su ejército protegida por un fuerte campo de energía, el cual expandió para permitir que sus guerreros se replegaran y consiguieran sacar los heridos del campo de batalla, sin embargo el ataque era demencial...

- Kagome¡¡¡¡¡ NO VAYAS!!- grito Inuyasha

-No puedo permitir que los lastime de esta manera!!!- respondió la Miko con sus manos al frente sosteniendo la barrera con toda su energía..

Los ataques aumentaban y poco a poco la barrera comenzaba a parpadear permitiendo la entrada de uno que otro monstruo deforme, Inuyasha y Sango se encargaban de ellos pero Kahome se veía agotada.. su energía comenzaba a flaquear, sus amigos lo sabían, el grito de miedo cuando vieron a la miko caer de rodillas exhausta pero sin ceder

Kikyo corrió a su lado para poder ayudarla a reforzar un poco esa barrera, pero realmente el miasma que desprendían era inmenso y no resistiría mucho.

-Aléjate kikyo!!!- le ordenó Kagome

-No puedo dejarte sola!!!-

-Vete!!!! Ayuda con los heridos, ellos son más importantes!!!- grito nuevamente poniéndose de pie

Se plantó con fuerza y se concentró aun más, el escudo se expandió permitiendole a más soldados refugiarse

Kikio obedeció y comenzó a sanar a cuantos soldados podía

-Jajajajaja!!!! No podrás soportar mucho tiempo sacerdotisa!- se burlaba Naraku desde la distancia

-No importa!!!- le respondía ella- resistiré lo necesario-

El miasma comenzaba a cubrir todo el escudo, todos los del oeste se movían rápidamente resguardando a sus heridos y respaldando a su señora..

El escudo comenzaba a perder su fuerza, Kagome estaba agotada...

-Pronto todos serán míos!!!- les decía el demonio maldito- y tu mi querida miko te arrodillarás ante mi, suplicando por tu prole.. y te prometo que usaré tu cuerpo como mejor me plazca.. y nadie podrá liberarte de mis garras...

Saya escucho lo que su amado Naraku pretendía con la sacerdotisa y la ira la invadió, se lanzó hacia la resquebrajada barrera y con su espada logró atravesar directamente a la miko sin importar ser purificada en el proceso...

-KAGOME!!!!!!! Gritaron Inuyasha y sus amigos al ver a su querida amiga caer lentamente

Un grito de dolor se escuchó  y la barrera desapareció dejando una nube de polvo tras de ella..

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⏰ Última actualización: Sep 01 ⏰

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