Capitulo 35

650 60 6
                                    

Katsumoto había preparado un festín de despedida, todos en el pueblo sabían que la joven sacerdotisa se iría temprano con su compañero, durante la cena una sirvienta se acercó a sus amos

-Mi Lady, afuera de la casa hay una multitud de personas con obsequios para Lady Kagome- le susurro a su ama

-Mi lord, mi lady, cuando terminemos de cenar me gustaría que me acompañaran a las puertas de la casa, creo que disfrutarán ver lo que les espera-

Kagome miraba con curiosidad a sus anfitriones y luego a su pareja quien le besaba la mano y luego a Inuyasha que estaba muy sonriente, ambos inus habían escuchado claramente lo que la sirvienta había dicho

La cena había terminado y Sesshoumaru se puso de pie para ayudar a su compañera a hacer lo mismo

Yoriko y Katsumoto se adelantaron a la puerta principal, Kagome tomó de la mano a Kaori quien estaba igual de curiosa que su tía.

En cuanto pusieron un pie en el umbral de la puerta se quedó en shock, una larga fila de demonios de diferentes especies estaban formados con numerosos obsequios, que iban desde pequeños adornos hasta enormes animales, frutas, dulces, sedas, kimonos....

Kagome no cabía de la emoción, se sentía sobrepasada con tantas muestras de afecto

- pero.. porque??, No merezco todo esto!- decía la miko con lágrimas en los ojos

Yoriko se acercó y le tomo las manos

-Kagome, acepta los obsequios del pueblo al que le regresaste la esperanza, ellos están agradecidos por todo lo que has hecho por nosotros-

-Pero.. yo solo ayude a cuidar enfermos-

-No mi lady, usted nos dió una luz en la oscuridad en la que nos tenía envueltos Naraku, nos permitió volver a soñar con cachorros y renovar nuestro pueblo, nos hizo darnos cuenta que no todos los humanos son malos y que también hay sagrados que nos respetan, usted le devolvió la vida al pueblo y el pueblo quiere reconocerselo- le explicó Katsumoto

-Pero ésto es demasiado!!- decía Kagome sorprendida

-Acéptalo Koi, ya veremos cómo enviarlo a casa, ellos desean honrarte y esta es su manera de hacerlo- le decía Sesshoumaru en voz baja

Kagome sonrió y asintio.

Uno a uno los yōkais del pueblo dejaban obsequios a los pies de la sacerdotisa y le ofrecían una reverencia, mientras Kagome los recompensaba con una hermosa sonrisa, los sirvientes de Katsumoto comenzaron a desfilar con los obsequios dentro del recinto.

-Te ves cansada Kags- le comentó Inuyasha al verla bostezar discretamente

-Lo estoy Inu y creo que Kaori también, mira como se cierran sus ojitos-

Inuyasha observa a su pequeña que se estaba quedando dormida recargada en el umbral de la puerta

-Tienes razón!!, Creo que nosotros nos retiramos, anda cachorra, vamos a dormir- decía el hanyou tomando a su hija en brazos y llevandola a su habitación

Sesshoumaru observó el cansancio en ojos de su mujer y dió un paso al frente, los demonios restantes quedaron en silencio al ver al imponente Daiyokai

-Mi compañera agradece sus muestras de afecto y todos ustedes serán bienvenidos en nuestras tierras en el Oeste-

Los yōkais hicieron una reverencia a la pareja y continuaron dejando sus obsequios

-Vamos Koi, estás cansada- decía el lord guiando a Kagome adentro, un aroma a sal llegó a la delicada nariz del demonio

-Que tienes Kagome?- pregunto con preocupación

La Fuerza De Tu Amor...  (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora