Capitulo 19

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Ya en la cabaña la pareja se preparaba para descansar, fue un día bastante duro.
Kagome preparaba el futón para dormir pero en silencio comenzó a derramar lágrimas, cosa que no pasó desapercibido para su pareja, lentamente se acercó por detrás y la abrazó con mucha ternura

-Koi, ya puedes quitarte la máscara-

-¿A que te refieres?- preguntaba la joven limpiandose las lágrimas

-Kagome... Se que eres una mujer con una fortaleza increíble, pero conmigo puedes desahogarte- le decía el Daiyokai- te estuve observando koi

Kagome no soporto más y se derrumbó en llanto nuevamente

-Hayy sessh, es tan difícil ver a los niños y saber que el mío está sepultado-

-Lo sé Koi, aunque tú no lo dijeras, nuestro vínculo me hizo saber que sufrías- se acercaba abrazándola con ternura- ¿Estás segura que te quieres quedar?-

-No, no me quiero quedar, pero tampoco te puedo acompañar, se que estarás muy ocupado y me sentiré más sola que estando aqui-

-Saiai, intentaré organizar todo lo mas pronto posible para volver a tu lado-

-Ven, vamos a la cama, necesitamos descansar los dos, han sido momentos muy difíciles-

Lentamente Sesshoumaru comenzó a ayudar a su mujer a quitarse las prendas de luto y le ayudo a colocarse una sencilla yukata para dormir, le acomodo el futón y la acostó con cariño. Él solo se retiró la armadura y la colocó junto a sus espadas.

-Sessh, ven, recuestate a mi lado por favor-

El caminó detrás de su mujer y se acorruco con ella, la acercó a su cuerpo y la abrazó con fuerza a él

-Saiai, algún día podremos tener más hijos, y aunque nunca podremos sustituirlo, Nuestro corazón encontrará paz..- le susurraba antes de besarla en la cabeza- duerme Koi, necesitas descansar-

Con lágrimas en los ojos Kagome se fue quedando dormida con las caricias que su compañero le brindaba..

La mañana aún no llegaba, pero Sesshoumaru abrió los ojos sorprendido de haberse dormido tan profundamente, al voltear a su lado se dió cuenta que estaba sólo, se preocupo al no encontrar a su compañera y rápidamente tomo su espada y salió de la cabaña a buscarla, en el momento que piso fuera del lugar, una imagen le calentó el corazón; kagome estaba sentada en una roca a la orilla del lago, sus ojos cerrados en profunda meditación, el viento jugaba con sus cabellos y la luna hacia brillar su piel, parecía una diosa.
Dejó su espada en la cabaña y camino hacia donde estaba su pareja, lentamente se acercó a ella y le pasó las manos por la cintura abrazándola por detrás, enterrando su nariz en su cuello dónde estaba su marca besándola con ternura.

-¿Que haces afuera saiai?- le susurro sensualmente
-No podía dormir- le contestó ella girandose en sus brazos para quedar de frente
Sus labios se unieron sin tardanza despertando en ellos nuevamente la pasión, sin dejar de besarla tomó a la mujer en sus brazos y volvió a la cabaña llevándola hasta su dormitorio, con delicadeza le quitó la yukata y la recostó en el futón, con hambre besaba su cuerpo y acariciaba sus curvas deteniéndose en sus senos, con sus dedos acaricio sus pezones que ya estaban erectos y listos para él, los gemidos de placer de su onna solo lo exitaban más, el desabrochó su yukata y rápidamente se deshizo de su obbi y su hakama para liberar la potente erección que ansiaba enterrar en el cuerpo de su mujer
-Mmmm, seesh...- se quejaba ella con sus atenciones, se colocó sobre el cuerpo níveo y suave de la joven miko y ella le abrió las piernas para recibirlo con deseo, sin dejar de besarla lentamente comenzó a introducir su miembro, las paredes estrechas y calientes del útero de su onna le daban la bienvenida, se deslizaba suavemente dentro de ella en un Vaivén de pasión
-Kagome... Eres deliciosa- le susurraba el mirándola cómo se retorcía debajo de su cuerpo, el sudor los empapó a los dos y el aceleró sus embestidas, estaba a punto de llegar al climax y sus instintos se apoderaron de él, se separó un instante para voltear las caderas de la joven y colocarla en cuatro, con sus codos y cabeza recargada en el futón y su trasero al aire, sin más tardanza se enterró de nuevo hasta la empuñadura ocasionandole un orgasmo a su mujer que la hizo gritar de placer, satisfecho de eso comenzó a bombear cada vez más rápido buscando su propia liberación, kagome volteó su cabeza dejando al descubierto su cuello y el instinto de Daiyokai hizo que enterrara sus colmillos en él dándole más placer a su miko, quien al sentir el youki entrar en su cuerpo el reiky también salió a jugar envolviendolos a ambos en una danza de colores, el reiky en lugar de lastimar al demonio le daba pequeñas descargas de placer que hizo que él tuviera el orgasmo más potente que jamás había tenido y con un fuerte rugido bombeando con fuerza, en una última estocada vacío toda su semilla en el delicado cuerpo de la miko desplomandose a un lado ella totalmente exhausto.

Ambos no podían regular su respiración, estaban cubiertos en sudor y el cabello se pegaba a sus cuerpos, kagome se acercó al pecho de su amado y se acorruco en él, sin palabras de por medio, sabían que su amor era cada vez más fuerte, soñando con el futuro prometido fue quedándose dormida, él la abrazo con cariño, beso su frente y se dejó llevar por el cansancio y cerro sus ojos.

Mientras la pareja dormia profundamente un par de deidades les hacía una visita sin que se dieran cuenta

-Amaterasu ¿será prudente?- preguntaba Tsukuyomi

-Si hermano, ya han sufrido demasiado, además aún hay tiempo...- contestaba la diosa

-Pero vienen tiempos peligrosos, crees que con lo que se avecina ellos podrán...

-Estoy segura que esto les dará esperanza y fuerza para luchar contra lo que viene...

Amaterasu y Tsukuyomi unieron sus manos e invocaron un pequeño orbe dorado, ambos envolvieron la pequeña esfera con su energía y Amaterasu le dió un beso.

- Ésto te dará protección y fortaleza, serás bendecido desde este momento por los kamis.. porque si una vez fuiste estrella, ahora serás arcoiris- dijo Tsukuyomi

Amaterasu tomo el orbe y lo liberó -Anda pequeño, es hora que regreses con tus padres...

El orbe floto sobre la pareja que dormían abrazados y lentamente se introdujo en el cuerpo de la miko brillando intensamente dando inicio a la gestación de una nueva oportunidad...

La Fuerza De Tu Amor...  (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora