La Fuerza De Tu Amor... (Actualizaciones Lentas)

Capitulo 31

Kagome se veía bastante mal, estaba agotada mentalmente  todo las emociones se arremolinaban en su cabeza y su compañero no era indiferente a esto..

-Ven Saiai, te llevaré a las termales, necesitas relajarte- le dijo tomando su mano

La joven miko se dejó guiar, Sesshoumaru recogió un paquete y se fueron

Una vez en las termas, comenzaron a bañarse mutuamente, Sesshoumaru lavaba el cabello de su compañera con cuidado, ponía jabones aromáticos y relajantes en su cuerpo y con ternura masajeaba la espalda y cuello de su mujer

-Vamos, sumérgete para que te enjuagues- le ordena el Lord

La miko se sumergió limpiandose de toda la espuma al salir del agua quedó frente a su amado, ella se acercó y lo abrazo, se refugió en su pecho.

-Sessh.. hazme el amor- le pidió la joven a su compañero- te necesito..

-Como ordenes saiai-

Obedientemente el Lord comenzó a besar la marca acariciando los sensibles senos de su mujer, sus gemidos no se hicieron esperar, el la levanto por la cintura y la penetró, ella se sostuvo de los fuertes y musculosos hombros de su compañero y movía sus caderas ansiosa buscando su liberación, el Reiki comenzó a fluir ocasionando que el youki saliera a jugar, ambos llegaron al climax al mismo tiempo, y para sorpresa de los dos ambas energías comenzaron a sumergirse en el vientre de la mujer fortaleciendo la vida que crecía

-Esto es lo que decía tu madre, fortalecer al cachorro con nuestra energía- le comentaba Kagome intentado recuperar el aliento

-Creo que me va a gustar fortalecer al cachorro- le respondía él abrazándola más fuerte ocasionandole una risita a la onna

Kagome se recostó en el pecho de su compañero y comenzaba a quedarse dormida

-Ven, vamos Koi, es hora de volver, tienes que descansar- le dijo sacándola en brazos del agua, abriendo el paquete que traía, saco un hermoso kimono nuevo, y se lo colocó a Kagome, mientras él se vestía, ella admiraba su obsequio

-Esta hermoso! Sessh! Muchas gracias-

-No tienes que agradecer, es mi deber y mi placer cubrir tus necesidades y las de nuestro hijo- le respondía abrazándola con mucho amor, Kagome bostezo una vez más

-Ven, vamos a qué duermas- la tomo en sus brazos de forma nupcial y regreso al campamento, todos dormían, él ocupó un lugar cerca de Ah-Un y se sentó con su mujer en su regazo, la cubrió con su mokomoko y mientras ella dormía el vigilaba, así fue el resto de la noche.

Se llegó la mañana y la rutina con ella, todos estaban despiertos excepto la pequeña kaori que aún dormía, solo que en la carreta dónde llevaban sus suministros, Inuyasha había salido temprano a terminar la sepultura de la que una vez fue su esposa, aún no salía de la impresión de la locura de Kiomi, como era posible que en más de 5 años no se hubiera dado cuenta, oh sí, el maldito té, recordó..
Colocó la última piedra en la sepultura y regreso al campamento, ya estaba todo listo para partir, solo lo esperaban a él, kaori estaba muy seria, Kagome intentaba que comiera algo

-Anda cariño por favor.. no has probado nada desde ayer- le súplicaba la miko, la niña solo negaba y volteaba para otro lado

-Kaori- hablo Sesshoumaru - ven- le extendio la mano

La pequeña dudo en tomarla pero mirando la sonrisa de su tía acepto

Inuyasha los siguió a la distancia

Sesshoumaru camino para alejarse un poco de la manada y se sentó en una roca, la pequeña lo imitó

-Kaori, se que estás triste por lo que pasó con tu madre. Aunque eres pequeña, dentro de tus venas corre la sangre de mi padre y el poder de nuestra familia, entiendes lo que te digo?- le cuestionó