Capitulo 15

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El trayecto hacia la última morada fue bastante difícil, delante de la corte fúnebre iba una bellísima carroza adornada con muchísimas flores, dentro de ella descansaba el cuerpo del pequeño cachorro, detrás se encontraban sus padres caminando a paso lento, y seguidos por su manada.

Al llegar al lugar elegido, Kagome miro con sorpresa a Inuyasha quien estaba arrodillado a un lado de la tumba abierta, él había elegido para su sobrino un lugar muy especial, bajo la sombra del árbol Goshimboku, un lugar que el sabía que en el futuro sería cuidado y venerado por su propia familia sin saberlo.

-Kags- le dijo acercándose a ella- quiero que sepas que tu perdida nos duele a todos y realmente te acompañamos en este dolor, aquí el pequeño siempre estará en familia y su descanso será eterno rodeado de personas que lo amen-

Sesshoumaru tomo el pequeño cuerpo de su hijo y lo envolvió cuidadosamente en las sedas en las que se encontraba, kagome se acercó a él y le dejó un beso en la frente, Sesshoumaru infundió su youki en el pequeño cuerpo para darle protección y Kagome dejo fluir su reiky, sorprendentemente ambas energías no se rechazaban, sino que se mezclaban, generando un espectáculo de colores al envolver el pequeño cuerpo

Una luz cegadora bajó del cielo impidiendoles a todos los presentes abrir los ojos, sin embargo Kagome y Sesshoumaru podían ver claramente quien se había manifestado frente a ellos, Tsukuyomi dios de la noche y Amaterasu diosa del sol, inmediatamente Sesshoumaru y Kagome se arrodillaron con el pequeño cuerpo de su hijo en brazos

-Mi niña... Kagome... No derrames más tus lagrimas- le dijo Amaterasu

-Mi señora, el dolor de mi corazón es tan grande que no puedo....

-Miko.. no podemos devolverle la vida a tu hijo...- comenzó a hablar Tsukuyomi- pero podemos proteger su alma

-Kagome, Sesshoumaru, ustedes con su amor han roto todos los estándares, nunca habíamos visto que una miko se enamorara de un demonio y viceversa- les decía Amaterasu-la fuerza de su amor es el cambio que se necesita para lograr la paz, un gran mal viene en camino y ustedes necesitan estar preparados, pero sobre todo permanecer unidos, Sesshoumaru, protegela-

-Su hijo... Siempre será su hijo.. nosotros protegeremos su alma hasta que sea el momento de volver a su lado-  les decía Tsukuyomi

-Mi niña... No sufras más- le decía Amaterasu tomándole el rostro a kagome y dándole un beso en la frente- los kamis te amamos poderosa sacerdotisa...

La brillante luz poco a poco comenzó a desvanecerse...

-¿Que fue eso??- pregunto Inuyasha al poder abrir los ojos

-Fuimos bendecidos por los kamis- respondió Kaede

-Se siente la energía de los dioses rodeandonos- confirmaba Miroku

-Pero.... Que quieren los kamis?- preguntó Sango preocupada

- Creo que ahora no es momento para hablar de ello- dijo Rin al ver a Kagome y Sesshoumaru arrodillados en la tumba

Todos guardaron silencio, el Lord colocó el cuerpo de su hijo en el féretro y lo sello con su veneno, Inuyasha y Miroku bajaron el ataúd en la tumba preparada mientras Sesshoumaru consolaba a Kagome quien curiosamente ya no lloraba, estaba más tranquila, cubrieron el hoyo con tierra, en el momento en que ella colocó un pequeño ramo, cientos de flores doradas comenzaron a brotar sobre la tumba para no secarse jamás...

El regreso a la cabaña fue duro, la joven miko no quería hablar de nada, era sostenida por su compañero, su paso era lento y pesado y se iban quedando atrás.

-Sessh.. ¿podemos descansar un poco? Sácame de aquí por favor - le pidió Kagome en su susurro

Sesshoumaru se detuvo y la levanto en sus brazos adentrándose en el bosque, Inuyasha se percató de eso e intento darles alcance pero Rin lo detuvo

-Oiii tu!! ¿A dónde la llevas??- comenzó a gritarles

-No señor Inuyasha, por favor, necesitan estar solos un momento- le suplico Rin

Inuyasha bajo sus orejas aceptando la solicitud y se dió media vuelta hacia el pueblo

La manada estaba reunida en una fogata fuera de la cabaña de Kaede, las gemelas de Sango dormían una en brazos de Miroku y otra en brazos de Sango y su pequeño hijo en brazos de Rin, sentados a su lado estaba Kohaku y Kaede e Inuyasha con la pequeña Kaori, todos estaban en silencio procesando la situación hasta que alguien rompió el silencio

-Ahora si, ¿Que sucedió allá arriba?- pregunto Rin-¿Que fue esa luz?-

- Al parecer Lord Sesshoumaru y Kagome recibieron una visita de los kamis- respondió Miroku-

-¡Pero fue por un segundo solamente!!!- replicó Sango

-Sanguito, los Kamis tienen métodos de detener el tiempo y solo se muestran a sus elegidos- le explica a pacientemente su marido

-Entonces ¿que les dirían?- pregunto Kohaku

-Eso no lo sé querido cuñado, solo ellos recibieron el mensaje-

-¿Se fijaron que después de la luz, Lady Kagome estaba más tranquila?- pregunto Rin

-Espero que la visita de los dioses le haya traído algo de paz al corazón de esa niña, siempre dispuesta a ayudar a los demás ha sufrido tanto- respondió Kaede

-Rin, explica por favor ¿Cómo es que el cubito de hielo terminó con ella?- pregunto Inuyasha con bastante curiosidad

-Hace unos dos años, mi lady ayudo a Yuri y su hija, una empleada del palacio, en la batalla resultó herida pero ya saben cómo es...

-No dijo nada- suspiro Inuyasha

-Asi es, cuando llegaron al palacio se negó a quedarse pero mi lord no le dió opción, durante la cena descubrimos sus heridas y mi lord la cuidó, estuvo a su lado hasta que sanó, después de eso, decidió permanecer en el Castillo del oeste,  ella se ganó el corazón de todos los habitantes del palacio y el respeto de todo el ejército, poco a poco ella y mi lord se hicieron cercanos, Lady kagome lo apoyaba en desiciones y le ayudaba a gobernar con su mentalidad diferente, yo sabía que mi amo estaba enamorado de ella, pero Lady kagome tenía heridas en su corazón que tardaron en sanar- decía Rin mirando a Inuyasha, quien bajaba su vista hacia su niña- pero poco a poco mi lord supo ganarlo, sin embargo algo o alguien lleno de celos la cabeza del señor Sesshoumaru, ocasionando que dudará de el amor que mi lady le tenía y hace unos meses tuvieron una discusión bastante fuerte, ella se fue del palacio y se escondió y el se llenó de dolor y sake....- explicaba Rin- yo no podía continuar viéndolo destruirse, así que le pedí que me trajera aquí, probablemente ustedes sabrían algo de ella, pero al llegar nos encontramos con la situación de Kaori y pues lo demás ya lo conocen....

-Pobre Kagome... En verdad ha sufrido mucho- lloraba Sango- Casi 4 años desde que regresó  y nosotros pensando que habría vuelto a su época y ella sufriendo tantas cosas... Por Kami!! Que malos amigos hemos Sido...-

-No podríamos saber que aún estaba aqui- le consolaba Miroku- Inuyasha la busco por meses pero nunca encontró su aroma...-

- Yo solo espero que encuentre su felicidad- suspiraba Inuyasha - y si mi hermano puede hacerla feliz... Yo prometo dejar de interferir-

-Ambos han sufrido una gran pérdida- decía Kaede- nunca habia visto al Lord tan afligido y preocupado, ni siquiera por la pequeña Rin- le decía con una mirada de ternura- y vaya que eso es bastante que decir

- Creo que será mejor que nos retiremos a descansar, los niños ya se durmieron- decía Miroku levantándose- vamos querida.  Rin, Dale al niño a Kohaku para que tú también entres a descansar con la anciana, no creo que Lord Sesshoumaru y Kagome regresen hoy..

Así todos los miembros de la manada se fueron dispersando para poder pasar una larga noche....



La Fuerza De Tu Amor...  (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora