Capitulo 2

1.1K 115 9
                                    

La luz del día la cegó, el cielo azul y el sol brillaban sobre su cabeza, ella dio un suspiro...

-Lo logré!, ¡¡Por fin!!-

Rápidamente se dio cuenta que el pozo estaba sellado de nuevo, no había magia en su interior

Observó a su alrededor para encontrarse con las lianas que tantas veces le habían servido de ayuda para salir de ahí, las tomo con nervios, ¿su vida cambiaría, sus amigos la reconocerían?, ¿Aún estará su pequeño Shippo en la aldea?, ¿Que sería de Kaede, Sango, Miroku, la pequeña Rin, que ya no sería tan pequeña, el magnífico Sesshoumaru, pero sobre todo Inuyasha.... Ese era su más grande anhelo, encontrarlo y retomarlo dónde lo habían dejado, la última vez antes de la gran batalla él se había mostrado más cariñoso con ella, incluso habían tenido un poco de intimidad, se habían besado y acariciado sin llegar a entregarse a él, ella había esperado, tenía la esperanza de algún día volver a verlo y entregarle su cuerpo y su alma a él...

Ese momento parecía haber llegado, la emoción que sentía no le permitía caminar, sus piernas temblaban y su estómago era un total caos, caminó por el sendero que tantas veces había recorrido en su adolescencia, a lo lejos observó que la aldea había crecido, había más cabañas de las que recordaba, los niños jugaban alegres persiguiendo mariposas, no pudo evitar reírse al recordar a Rin correteando seguida de Jaken gritando mientras Sesshoumaru los observaba a lo lejos, le pareció extraño tener ese recuerdo pero rápidamente lo olvido al observar a lo lejos un bastón dorado meneándose en el aire

-Miroku- susurro para sí misma apresurando su carrera hacia ese lugar, su corazón parecía salirse de su pecho a cada paso que daba, se detuvo de pronto al observar la escena que tenía frente a ella, su querido amigo Miroku, levantando a una pequeña niña con su bastón mientras que otra corría a su alrededor tratando de alcanzarla, las risas infantiles llenaban el ambiente y no pudo evitar sonreír sosteniendo una mano cerca de su pecho, caminó lentamente para evitar asustarlos, pero la pequeña que corría la miró y se ocultó detrás de la túnica de su padre

-¿Que sucede chiyo?- preguntó el monje al observar la actitud de su hija y mirando hacia donde la niña miraba se quedó sin aliento -Kagome- susurro..

-¡SANGO!!!! VEEEN!!! - grito de pronto el monje con una gran sonrisa en su rostro

De la pequeña cabaña una salía la asesina que había cambiado su hirakotzu a su espalda por un pequeño bulto con pies

-¿Que pasa houshi?, Porque tanto escan....-

No pudo terminar su frase al ver la ilusión que tenía frente a ella

-Kagome....., KAGOME!!!- Corrió Sango a su encuentro olvidándose por completo de su preciosa carga a su espalda, al llegar a ella la rodeo con sus brazos y ambas onnas se arrodillaron en el césped con lágrimas en los ojos sin poder dejar de abrazarse, hasta que un pequeño llanto se dejó oír detrás de Sango

-ohh por Kami!!- suspiró Kagome-te extrañé, a los dos- le levantó la mirada a Miroku que se acercaba detrás de su mujer con unas pequeñas lágrimas en sus ojos...

-¿Quién es ella papi?- pregunto una de las niñas que se escondían en su túnica

-Ohh por kamiii son hermosas!!- chillo Kagome al ver a las pequeñas

Miroku se agachó a la altura de las niñas y les dijo

-¿Ella es la Miko Kagome, recuerdan que les hemos platicado de ella? -

Y sin más explicaciones las pequeñas se lanzaron a los brazos de la sacerdotisa

-TIAAAA KAGOMEEEE- haciéndola perder el equilibrio y rodando en el suelo con las dos pequeñas

La Fuerza De Tu Amor...  (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora