Capítulo 7

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Durante los meses después de la desaparición de Kagome, Sesshoumaru continuaba sumido en el sake demoniaco, había dejado de salir del estudio preocupando a su pupilo, Rin fue a buscar a su padre para saber que le acontecía y preguntar porqué kagome no había vuelto de su viaje, ya que esa fue la excusa que la sacerdotisa le había dado a la niña, Sesshoumaru no le quedó otra opción más que decirle la verdad.
-No es posible que hayas dudado de ella mi lord, ella que lo único que ha echo es darnos amor a todos.- le recriminó la joven Rin
Sesshoumaru no respondía, solo escuchaba lo que ya sabía y que tanto se arrepentía
-En verdad, si una persona en este palacio le ama además de respetarle seríamos Kagome y yo, pero honestamente.. creo que ha perdido mi respeto mi lord.
Sesshoumaru la miro desde el suelo dónde estaba, sintiéndose cada vez más miserable, las palabras de Rin le habían llegado realmente duro.

-Mi lord, me gustaría me permitiera viajar a Edo, deseo pasar un tiempo ayudando a la anciana Kaede, aquí creo que la felicidad se fue tras mi lady...

Sesshoumaru sabía que ella también estaba molesta con el y quería alejarse de su lado un tiempo por lo que no se negó, sin embargo el mismo la llevaría con la vieja miko, no podía permitirse lastimar también a su pequeña...

El viaje fue en silencio, ni la niña, ni el daiyokai habían realizado algún comentario, se sentía la tensión en la manada que en algún momento había estado tan unida, sin embargo el molesto silencio se rompió al escuchar Un gran alboroto en la cabaña de la anciana...

-Kaede!! Esque tiene que haber algo que hacer!!!- la voz de una mujer

-No me puedo quedar aquí sin hacer nada- escucho la voz de Inuyasha

-Inuyasha, tenemos que buscar más información, debe de existir alguien que sepa sobre esto- se escuchaba la voz del monje

-Pero no me puedo quedar sentado!!!, Es mi hija Miroku!! Entiéndelo!!!-

-Lo se amigo, ella está estable, tenemos que saber que les pasó-

Sesshoumaru se paró en las afueras de la cabaña permitiéndole a su pupila entrar con precaución

-Hola!- dijo la pequeña asomándose

Todos los habitantes de la cabaña voltearon a verla con curiosidad

-Rin! Hola pequeña- la recibe Sango sacándola de la cabaña

-Señora Sango, que ha pasado?- pregunto Rin

Sesshoumaru se quedó a una distancia prudente pero podía escuchar perfectamente todo

-No lo sabemos Rin, la hija de Inuyasha no despierta, en verdad estamos bastante preocupados- dijo Sango, cuando vio a Sesshoumaru le dirigió unas palabras-Mi lord, disculpe, pero creo que no es buen momento para Inuyasha, por favor tenga paciencia-

Inuyasha salió de la cabaña enojado pateando las piedras de la entrada y sosteniendose el cabello con las garras, se veía claramente destrozado, tanto que ni siquiera se había percatado de la presencia de su hermano

Miroku salió detrás de él

-Inuyasha entiende, se que las cosas no son alentadoras, pero podemos buscar a la sacerdotisa anciana del norte, ella pueda tener algo más de información, se que tiene unos documentos....-

-No Miroku! no ves que mi pequeña no tiene tiempo-

-Inuyasha- se escuchó la voz de Sesshoumaru acercarse a su hermano- que le pasa a la cachorra?-

-No tengo tiempo de discutir contigo en este momento- le responde sin haber escuchado la pregunta

-Mi lord, un mal le ha caído a la pequeña, curiosamente no es el primer caso en estos meses, al parecer varios pequeños hanyou han caído en este estado y después de un mes...- no pudo concluir Miroku al ver cómo su amigo apretaba la empuñadura de su espada

-Hn, comprendo, ¿Cuánto tiempo tiene?-

-Ha pasado 4 días desde que ya no desperto-

-Alguna teoría?- pregunto el lord

-No mi lord, sabemos de una sacerdotisa que se encuentra en el norte que es lo suficiente poderosa, creemos que pueda tener algo más de información, y saldremos a buscarla- explicaba Miroku- solo que Inuyasha no quiere dejarla, piensa que si la lleva consigo sería más pronto recibir la atención

-Yo iré con ustedes, si la encontramos yo la traere menos tiempo-

Inuyasha miraba a su hermano como si le hubieran salido dos cabezas

-Que ganas con esto tu?- pregunto con desprecio

-Yo tengo mis motivos- Sesshoumaru pensaba que si la mujer era lo suficientemente poderosa podría encontrar a Kagome, el necesitaba encontrarla y pedirle perdón si era necesario arrodillarse ante ella, pero eso no se lo diría a su hermano

-Esta bien, cualquier ayuda es buena- dijo derrotado el hanyou..

Entonces para agilizar el viaje, Sesshoumaru Volaria en su nube y el monje y el hanyou lo harían en el nekomata, se haría la mitad del tiempo llegar al norte, solo quedaba que les dieran la ubicación de la vieja miko....

La Fuerza De Tu Amor...  (Actualizaciones Lentas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora