Capítulo 5

282 45 29
                                    

En contra de lo predicho por Taehyung tras aquel desafortunado comienzo de semana (pero acorde a lo que Jungkook ya le había advertido), la tormenta de críticas y agresiones fue de un extremo al otro. Después de que el vídeo en directo de JK se hiciese viral y varios medios de comunicación compartiesen la noticia, una oleada de críticas hacia los haters se desató, dando comienzo a otras 48 horas de locura. Pero en aquella ocasión, fue por la razón opuesta.

Millones de fans que probablemente no habían tenido nada que ver con aquello se disculparon por el sufrimiento que habían tenido que experimentar, muchos de ellos negando que aquellas personas fueran parte del fandom. Las redes sociales del idol estuvieron echando fuego durante el siguiente par de días, en aquel momento con disculpas y mensajes de apoyo hacia ellos, mientras que la tienda de Taehyung se volvió a llenar de una multitud, esta vez para dejarle regalos y cartas de apoyo, así como para comprar en su tienda y tener la oportunidad de conocerle.

Durante aquellos días, Taehyung agradeció tener el apoyo de los dos guardaespaldas de JK, así como de Seokjin, quien parecía muy confortable sentado en una de las chirriantes e inestables sillas plegables mientras aporreaba las teclas de su ordenador y hacía una llamada telefónica tras otra. Sin embargo, y por alguna razón inexplicable, también estaba más que dispuesto a ayudarles con la tienda, ya fuese organizando el stock, limpiando o incluso atendiendo a algunos clientes. Incluso Namjoon bromeó varias veces con que a ese paso tendrían que pagarle un sueldo como empleado, a lo cual Seokjin siempre respondía minimizando sus acciones con una sonrisa de oreja a oreja.

Así fueron pasando los días, hasta que por fin llegó la hora de cierre del viernes, y los tres dueños de la tienda salieron por la puerta. Encogiendo la cara, Jimin agarró el extremo de la verja metálica de seguridad, esperando el desagradable chirrido. Sin embargo, al hacerlo las juntas de acero corrieron con suavidad sin problema.

— ¡Eh! ¡Ya no chirría! —dijo Jimin sorprendido, abriendo y cerrando la verja para demostrarlo.

— ¡Es verdad! —exclamó Namjoon, sorprendido.

— Espero que no os moleste, pero cada vez que la cerrabais y abríais sonaba como si estuvieseis torturando a unos inocentes gatitos—dijo Seokjin—Me he permitido la libertad de echarle engrasante.

— Muchísimas gracias, Jin —dijo Namjoon.

— No ha sido nada, sé que estáis muy ocupados, y yo tenía un rato libre, y...—balbuceó Seokjin cabizbajo mientras se alejaban hacia el coche.

— No sabes cómo aceptar un agradecimiento, ¿eh? —interrumpió Namjoon con una risa, dándole una palmada en el hombro antes de alejarse con largas zancadas para alcanzar a su hermano, unos metros más adelante.

— No... bueno...sí...sólo quería decir que...

— Shhh... Ya está, hyung—susurró Hoseok rodeando a Seokjin con el brazo.

— ¿Pero qué demonios me pasa? —musitó Seokjin en respuesta a su amigo.

— Tengo mis propias teorías—respondió Yoongi, adelantándoles con largas zancadas para abrir el coche.

Tras dejar a Jimin y a Namjoon en sus respectivas casas, el resto se pusieron rumbo al apartamento de JK. Ya sentado en el coche y arrullado por el suave ronroneo del motor, agradeció poder cerrar los ojos durante unos instantes mientras le llevaban hasta su destino. Hacía solo 7 días desde que su vida había cambiado de la noche a la mañana, y era imposible que no estuviese completamente rendido de agotamiento por tener que gestionar tantas novedades al mismo tiempo y tanto subibaja de emociones.

Pero aquella era su vida ahora, y debía volver a crear nuevas rutinas, pero también retomar todas las antiguas que pudiese, empezando por ir y volver del trabajo en transporte público a partir de la semana siguiente. Cuando se lo dijo a JK, el hombre se resistió en un principio, alegando que no le costaba ningún esfuerzo y sería más cómodo para él. Pero Taehyung no buscaba que aquel cambio le hiciera ganar confort o tratos preferenciales innecesarios. Su vida anterior al casamiento se sentía completa, y esperaba que su matrimonio trajese más cosas positivas, no que le arrebatara las que ya tenía. Así que al final llegó al acuerdo de que podía ir al trabajo en metro siempre y cuando fuese acompañado por Hoseok o Yoongi.

JK, marry me! [EN EMISION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora