18

184 26 38
                                    

Jeff

En el instante en que nuestras miradas se entrelazaron, mi aliento se detuvo. Era él, el chico que a veces visitaba mis sueños. ¡Ese chico era real! Siempre había albergado la esperanza de encontrarlo en cualquier esquina, por más remota e improbable que mi lógica insistiera que era. En esos momentos, temía no poder ocultar mis emociones. Me encontraba incapaz de respirar sin hiperventilar. Su aroma embriagador hacía que mi mundo girara. Y de repente, tuve que aceptar que sentía algo intensamente fuerte por este hombre que no me conocía, ni yo a él.

Permanecimos así, sumidos en el silencio, hasta que logré desviar la mirada y el mundo retomó su giro, imponiéndose la realidad.

"¿Quién eres?", pregunté con voz temblorosa, cargada de emoción y el esfuerzo de contenerme. Pero el alfa se quedó perplejo. ¿Por qué mostraba esa expresión tan confusa? ¿Cómo podía doler tanto mirar a alguien? ¿Y cómo era capaz de mantener la compostura cuando mi corazón estaba a punto de estallar? La compostura... Charlie. Y así, la realidad me golpeó de frente y me derrumbé contra él, al borde de las lágrimas.

El señor Puen estaría furioso, tan furioso como para acusar a Charlie. Y todo era mi culpa. No debería haber entrado a X-Hunter ayer; si no lo hubiera hecho, este alfa no estaría aquí hoy. Todo era mi culpa, pero me desahogué contra él. Como si... como si en el fondo le estuviera suplicando ayuda y él lo hubiera percibido. Lo vio y me la ofreció. El me dijo que lo arreglaría, aunque no tenía que hacerlo.

Cuando comenzó a llover y él se ofreció a llevarme debido al rasguño en mi pierna, me sentí feliz. No entendía por qué. El contacto con la gente siempre me había causado temor por si desencadenaba alguna visión. Pero yo quería estar cerca de él, como un tonto.

No sabía a dónde me llevaba, si de vuelta al motel o a otro lugar, pero algo dentro de mí confiaba en él. Quizás era la forma en que me protegía, o tal vez era el latido de mi corazón que encontraba un eco en el suyo. O quizá fuera la firmeza y suavidad de su voz. O la manera tan dulce con la que me miraba.

Ese chico seguía observándome. A pesar de que yo evitaba desesperadamente su mirada. Comencé a cuestionar mi apariencia, el estado de la piel de mi rostro, mi cabello... nunca me había preocupado por parecer atractivo ante un alfa y ahora... volví a bajar la mirada y fui verdaderamente consciente de que tenía frente a mí al intruso que había invadido mis sueños durante al menos diez años.

Así que no podía permitir que él también se involucrara y rechacé su ayuda. Lo mejor era que se alejara, sería más seguro para él.

Cuando levanté la mirada en respuesta a su pregunta, si realmente estaba agradecido, nuestros ojos se encontraron. Durante un instante, todo adquirió una profundidad insondable, y esa simple mirada, acompañada de sus palabras, despertó en mí una necesidad febril de tocarle. Sorprendido por mis propios pensamientos, parpadeé y desvié la mirada. Él me observaba como si pudiera ver mi alma.

"¿Por qué haces esto?", susurré, lleno de esperanza. ¿Por qué era tan amable? ¿Sentía él también esta extraña conexión?

"Porque... porque creo en el destino. Y creo que nuestro encuentro fue trazado por las estrellas", confesó con una sonrisa dulce, clavando su mirada en la mía, y le creí. Mi corazón estaba de acuerdo.

Me giré para mirarlo una vez más, sin darme cuenta de que lo que me hacía sentir era lo más maravilloso que había experimentado en mi vida hasta ahora.

No sé cuánto tiempo pasé perdido en mis pensamientos, tratando de recordar cada expresión y contorno de su rostro, cuando llegó Charlie.

"Charlie, ¿todo bien? ¿Lograste decirle?", pregunté, incorporándome rápidamente.

Yuanfen (AlanxJeff)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora