Yuanfen (AlanxJeff)

28

El eco del disparo se desvanecía, pero el tiempo parecía detenerse. En un instante que se sintió como una eternidad, todos contuvieron la respiración, esperando ver el resultado de aquel acto final de desesperación.

Alan

El plan se desarrollaba a la perfección. Las ilusiones de Charlie eran más que perfectas; eran palpables, casi tangibles. El objetivo era claro: provocar que los hombres de Tony abandonaran la mansión para defenderla, dejándonos vía libre en su interior. Una vez dentro, el avance fue sencillo junto a los leales de Pete; los pocos guardias que encontramos no fueron obstáculo. Nuestra prioridad era localizar a Jeff; después, nos ocuparíamos de Tony.

"¿Dónde está el chico?" interrogaba Pete a uno de los hombres, pero este, reticente, se negaba a hablar.

"¿Qué ocurre?" le pregunté, ansioso y preocupado.

"Se escapó," decía Pete, leyendo su mente. Y pude ver cómo los ojos del hombre se abrían, perplejos. "Way lo ayudó a escapar. Tony está en la azotea con un helicóptero, esperando se lo lleven, para huir."

Creí que podría respirar aliviado hasta ese instante. Imaginé a Jeff oculto, aguardando ser rescatado por alguno de nosotros; pero al alcanzar la azotea, mi respiración se paralizó. Jeff estaba allí, forcejeando con uno de los secuaces que lo arrastraba hacia el helicóptero. Miré a Pete y él asintió; la única manera de impedir la fuga era disparar al helicóptero. Abrimos fuego hasta que las llamas lo consumieron. Tony, acorralado, detuvo su escape y se giró hacia nosotros.

"Ríndete, tenemos pruebas de todo lo que has hecho. No hay vuelta atrás, al menos cae con dignidad y no como un desesperado," desafiaba Pete, su arma apuntando con firmeza.

Tony esbozó una sonrisa siniestra.

"¿Qué hace un monstruo acorralado que sabe que va a perder? Intentará arrastrarte consigo," fue su respuesta.

"Entrégamelo," le ordenaba a su hombre. Y este, obedeciendo, bajó a Jeff. Un dolor agudo me atravesó el pecho, robándome el aliento. En un abrir y cerrar de ojos, Tony sujetaba a Jeff con fuerza, una pistola apuntando a su sien.

"Déjalo ir, te lo prometo, te juro que te dejaré escapar. Solo déjalo ir y comienza de nuevo en otro lugar," rogaba con desesperación. Esto no podía estar pasando, por favor no. Por favor. Rogaba internamente desesperado a todos los dioses.

"Su alteza, parece tener la idea errada de que por ser de la realeza obtendrá todo lo que desea, pero no es así. Hoy ambos perdimos algo invaluable. Usted perdió al amor de su vida y yo perdí mi posición y reputación. Al final de este juego, ambos perdimos. Pero me pregunto, ¿Quién perdió más?" decía Tony con una sonrisa maliciosa.

Todo parecía moverse en cámara lenta. No había manera de dispararle sin arriesgar la vida de Jeff.

Sus dedos se tensaron sobre el gatillo, y en un instante que pareció eterno...

Jeff cerró sus preciosos ojos...

Bang. El disparo resonó, un eco ensordecedor que marcó el fin de todo.

Tony apretó su agarre y luego cayó. Jeff se soltó y ambos corrimos para encontrarnos en un abrazo fuerte. Elevé la vista, aún entre sus brazos, para ver a Pete protegiéndonos y a Way, que se desmoronaba, temblando y de rodillas en el suelo, sus ojos reflejando el terror y la incredulidad.